Cuando Harry comenzó a escribir en el diario de Tom, jamás espero enterarse de tantas cosas, tan solo acordarse de lo que ahora sabia, era suficiente para sentir su magia queriendo salir, lista para atacar a aquel que les había hecho tanto daño, aquel que le había dicho tantas mentiras a todo el mundo, Albus Dumbledore.
-Ese hijo de puta- no pudo evitar decirlo en voz alta.
Por suerte Ron estaba dormido junto al profesor que ya estaba en la cabina cuando llegaron, Remus Lupin dijo Hermione que se llamaba, su amiga se encontraba ausente, pues había ido a comprar dulces al carrito, durante todo lo que llevaban en el tren, no había parado de insistir en comprarle por lo menos un dulce por su cumpleaños número trece.
Solo el pensar en el nombre del director lo asqueaba y lo enfadaba a más no poder, Harry se sentía tonto al recordar todo en lo que le había creído a ese viejo decrepito. Podía recordar con claridad el día en que se enteró de todo, aún podía sentir los vellos de sus brazos erizados por lo que Tom le enseño aquel día.
Todo comenzó cuando, en su segundo año, después de su horario de clases, decidió ir a la biblioteca solo para escribirle a Tom en el diario, pues no había podido hacerlo en todo el día por no poder estar un momento a solas. Logró escabullirse de sus amigos después de la última clase, así que, a paso apresurado consiguió llegar a la biblioteca sin ser seguido por nadie, a raíz de los ataques, sus compañeros no lo dejaban solo, ya sea por miedo o prevención, eso le daba igual, con la compañía de Tom, sus compañeros idiotas no podían importarle menos. Decidió que encontrar un rincón en donde nadie lo molestara, sería la mejor opción.
Se sentía nervioso, como si algo importante estuviera a punto de suceder. No podía explicar el por qué, pero sabía que pasaría. Cuando pudo sentarse en una mesa, seguro de que nadie lo podían ver, sacó el diario, su pluma y un tintero, habían pasado un par de meses desde que tenía el diario y a pesar de que creía que él y Tom se tenían confianza, no se había atrevido a preguntarle sobre la cámara de los secretos.
Pero ahora, sentía que debía preguntarle. La noche anterior, más de sus compañeros habían sido petrificados. Ya no sabía qué hacer, en donde buscar, Ron y Hermione también se habían quedado sin ideas. Así que, preparándose mentalmente para ser ignorado por el Slytherin, se dispuso a escribirle.
"Hola Tom, soy Harry" escribió.
Posiblemente ir directo al grano sería la mejor opción.
"Quería preguntarte sobre los casos de personas petrificadas que están ocurriendo en el colegio" continuó.
Listo, ahora solo restaba esperar la respuesta de Tom.
"¿Quién más podrías ser con esa letra?" apareció sobre la hoja.
Harry puso los ojos en blanco, nunca lo dejaba en paz por su desordenada letra.
"Y estoy bien, gracias por preguntar, ¿tú cómo estás?"
El sarcasmo de Tom hizo sonrojar un poco a Harry, tal vez debió ir un poco más lento.
"¿Hablas sobre tus compañeros de colegio? ¿Qué información tendría yo sobre eso?" continuó.
Muy buena pregunta, eso mismo quería saber Harry. Nunca estaría seguro de si se arrepentiría o no de haberle hecho la siguiente interrogante.
"Quería saber si tú sabes algo acerca de la cámara de los secretos"
Ya está, lo había soltado, no estaba seguro de querer saber la respuesta, pero no podía quedarse así, sin hacer nada por sus compañeros. Hermione le decía que tenía un complejo de héroe.
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Enseñame a sentir
FanfictionHarry creía que su vida había cambiado cuando conoció el mundo mágico, lo que el aun no sabía era que en su segundo año, su forma de verla cambiaria totalmente. Los ataques en el colegio son un misterio casi imposible de resolver para los maestros y...