Con tan solo esos datos que tenía , empecé a investigar. Lo único que necesitaba encontrar era a alguien que estudiase en el mismo colegio que él y lo demás sería solo cuestión de buscar y ser paciente. La verdad fue demasiado fácil ya que en la lista de registrados para el correo intercolegial habían varios nombres de CMP.
Después de una exhaustiva búsqueda, nombre tras nombre, perfil tras perfil, buscando una foto que coincidiera con aquel chico que estaba en mi mente, lo encontré...

Por fin había encontrado a aquel muchacho que estaba en mi mente casi todas las mañanas que me encontraba en el bus.
Su nombre era Christopher. Un maravilloso nombre que no quería olvidar. Me emocioné tanto al ver que después de varias horas de búsqueda, había logrado mi primer objetivo, pero.., ¿cual era el siguiente paso?, ¿que debía hacer ahora?, ¿esperar a que me hable y nos casemos?.
Decidí únicamente mandarle una solicitud de amistad en facebook y esperar para ver lo que sucedería después.
Desde el momento que apreté el botón de solicitud, una gran ansiedad y pensamientos de rechazo se apoderaron de mí. Decidí investigar su círculo de amigos más cercanos para enviarles una solicitud a ellos también, y de esa manera, él se daría cuenta que tenemos amigos en común, así que no dudaría en aceptarme.
Después de varias horas de espera, sus cinco amigos aceptaron mi solicitud, y Christopher también lo hizo.

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