|TREINTA Y SIETE|

32 7 7
                                        

-Oh, se van a casar — fingió que no le interesaba

-Asi es — dijo feliz agarrando el brazo de Matt — Y claro que está invitada

-Muchas gracias, pero... No creo tener el tiempo suficiente... Una disculpa — dijo controlando sus celos

-Es una lastima, bueno, ya nos tenemos que ir, fue un gusto volver a vernos — se llevó a Matt

-¡Maldita garrapata desgarrada! — hizo señas con sus manos imaginando que la ahorcaba

.......

-Necesito que todo el banquete sea para 700 personas por favor, y el pastel que sea de 4 o 5 pisos.... ¡No! Mejor de 10 pisos — Somin le dijo a la persona que sería la encargada en hacer lo

-Somin, ¿No crees que es mucha comida y tantas personas? — dijo Tae

-Claro que no, para mí es muy poco... En anteriores fiestas han venido como dos mil personas — dijo risueña

-Ventajas de vivir en un castillo — rodó los ojos

Las luces alumbraban la bella noche que se había acercado, faltaban unas semanas para Navidad y también la boda de Somin y Tae.

Jiwoo se quedó contemplando la más hermosa vista desde su ventana, la brisa del aire es que la mantenían más tranquila.

Después de eso cayó en un profundo sueño esperando a que amaneciera.

....

Al día siguiente, Jiwoo se levantó, fue directamente al baño, soñolienta fue al lavabo y se mojó un poco la cara para espantar el sueño, cuando se miró al espejo se encontró con algo.....

-No inventes — quedó perpleja ante el reflejo

Se tocaba varias veces su cabello quería gritar pero no quería que sus papás y Somin hicieran un drama, tuvo que gritar internamente

-Muy bien Jiwoo, tranquila — respiró hondo — Tu cabello se está haciendo color negro, nada más — quedó en silencio — A quien engaño esto va mal en peor — hizo un puchero

Tomó valor, se cambió y peinó como de costumbre, y salió de su habitación, mirando a los alrededores logró salir exitosamente del castillo como pollito.

Tímidamente caminaba por las calles, todos la quedaban viendo, era obvio le llamaban la atención su cabello que ayer era blanco y ahora es negro con mechones blancos.

Tae venía caminando, iría al castillo a ver a su futura esposa, volteó a ver a Jiwoo y no despegó su mirada de ella, y por no ver su camino chocó con el vendedor de fruta, destruyendo su puesto, Jiwoo se dió cuenta y fue ayudarlo

-Tae, ¿Estás bien? — lo ayudó a levantarse

-Si, estoy bien... — sacudió su ropa —¿Pero que te pasó? — señaló

-Un cambio de color, eso es todo —  suspiró

-Aun así, te vez bien — rió

-¿Vas al castillo?

-Si

-Por favor no le digas nada, ella no sabe de esto — suplicó

-Esta bien, no le voy a decir nada.... Ya me voy... Si no tu hermana se va a desesperar de que aún no eh llegado —se fué

-¿Jiwoo? — esa voz bastaba para que Jiwoo volteara

-Hola Matthew — dijo vagamente

-Veo que cambiaste de color de tu cabello — se iba acercando

-Algo...  ¿Y tú garrapata...  Digo novia? —volteo para ambos lados

-¿Estás celosa? — alzó una ceja divertido

-¿Yo? — puso su mano en el pecho — Para nada

-Oh, bien.... Mi garrapata.... Digo.... Novia, ah de estar en su casa

-Me imagino que preparando algunas cosas para tu boda

-A lo mejor si.... Pero... — se acerca más a ella —¿Que te parece si hablamos en otro lugar? — dijo en su modo seductor activado

-¿Por qué hablaríamos en otra parte? — dijo confundida

-Mijoo, es un poco celosa, y no quiero que le vallan con el chisme que ando con alguien más — dijo provocando la, la agarró del brazo y la llevó a un lugar parja que hablaran a solas

-Y tú, ¿Eres celoso? — se rascó la cabeza

-Aun no tengo motivos para ponerme celoso — fue indirecta

-Es sorprendente que ella no tenga tiempo para mirar a otros — apretó sus labios

-El problema no es que no tenga tiempo de mirar a otros hombres, si no que ni siquiera voltea a ver a uno — la acorraló

-Mire joven, yo no sé que es lo que me está hablando — trató de sacarlo de encima

-Da igual, de todas formas lo voy hacer — suspiró rendido

-¿Cómo? — ya no pudo decir nada más por qué el la besó

Después de tanto tiempo, por fin pudo saborear esos labios regordetes que ella tenía, el estaba dispuesto a luchar por ella, y esta decidido a romper ese matrimonio que tenía con Mijoo.

A lo lejos de ellos los estaban viendo, con ojos llorosos y de furia, Mijoo los veía, furiosa se fue de ese lugar para no seguir viendo su realidad...

Y la realidad es que el.....

No la amaba.....

________________________________

ÚLTIMOS CAPÍTULOS

INTOCABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora