🎐.ೃ Obligados [KatsuDeku +18]

;;Capitulo 9

—Acepto—Decía con seguridad Kaminari, en respuesta al discurso que anteriormente había dado el padre.

Allí estábamos. Sentados entre toda la multitud, vestidos formalmente, Yuki, Kacchan y yo. Observando hacia la pareja que en este momento estaba probablemente explotando de nervios, felicidad, impaciencia, entre otros sentimientos.

—Esto es nostálgico—Me susurró Kacchan al oído—. Pensar que tal vez hace 2 años nos veíamos así de estúpidos intentando decir "Acepto" en el altar. Bueno, pero un poco más guapos.

—Nos habremos visto estúpidos o no—Dije, soltando una pequeña risita—, No me arrepiento para nada.

Kacchan sonrió, para después tomarme de la cintura y juntar nuestros labios en un suave y cálido beso.

—Que te parece si está noche tenemos... otra luna de miel...?—Me dijo Kacchan, otra vez susurrando, un momento después de separarnos del beso. Lamió mi cuello y lo besó, provocándome un notorio sonrojo.

—¡Ngh! Amor, estamos en público..

—Mph. Bien, pero no te salvarás de mi esta noche...

Oh, Kacchan puede decir un montón de cosas pervertidas pero en la cama a pesar de ser rudo, se preocupa mucho por mi. La mayoría de las veces me repite que si me duele o me siento mal, puede parar o simplemente ser más gentil. Y luego de la acción me trata como a una damisela, atendiendo todos mis caprichos.

Nos percatamos de que no éramos los únicos que se estaban besando. Nos habíamos perdido de la parte más importante de la boda..

—Mierda. Quería ver la cara de susto de la rata eléctrica cuando digan "Pueden besar al novio".

Solté una risa. Entonces me puse a pensar, y me di cuenta de que Yukio no estaba con nosotros, lo dejamos un momento en la silla y ¡Puf! Desapareció.

—Kacchan... ¿Y Yuki?

—Mierda. Ese mocoso se escapó de nuevo.

—¿De nuevo?

—Hehe...—Colocó su mano en su nuca, sonriendo avergonzado—Verás, cuando no estás en casa siempre se escapa... ¡Pero siempre está en la casa de los vecinos, o en el patio!

—¿Y por qué no me lo dijiste? —Sonreí falsamente. Sé que él sabe que esa sonrisa significa que estoy enojado.

—Bueno... yo... ¡Mira, ahí está!

Kacchan salió corriendo por la multitud para abrazar a Yuki y cogerlo en brazos. Le besó la frente y luego lo reprochó por escaparse. Volvió a mi y me sonrió.

—¿Te acuerdas de lo que hiciste que íbamos a hacer hoy? Pues te jodes, porque estoy enfadado—Inflé mis mejillas y crucé los brazos.

—Lo único que logras poniéndote así es recordarme lo hermoso que eres... —Kacchan bajó a nuestro hijo y lo sentó en la silla otra vez, diciéndole que vaya a jugar con los niños de por allí—Vamos, solo un poco... —Se acercó para besarme nuevamente, pero yo lo alejé tomando sus hombros y empujándolo hacia atrás.