Después de aquella desventura en las afueras de la ciudad el grupo de primos regreso a la institución.
-¿me estas diciendo que: saltaremos el muro que mide mas que todos nosotros para luego rezar que caigamos en arbustos y también esperar que ningún maestro este de guardia y nos vea intentando volver a entrar a la escuela de manera sumamente ilegal?- pregunto Greg
-¿Tienes una idea mejor?- dijo la morena apoyando a la mayor de los tres
El silencio les dio la razón, la de piel pálida se arrodillo haciendo una cuenca con sus manos dejando que la mas pequeña se lograra impulsar y treparse en la pared de ladrillos.
Cuando la castaña ya había desaparecido de la vista de los otros dos.
-...¿Estas viva?- pregunto la mas alta y al escuchar una afirmación se coloco como la anterior vez esperando a que su primo saltara.
-No creo, enserio, que esto salga bien- resongo pero al no tener de otra se impulso y salto agarrándose de la pared, lo malo es que el ultimo paso no se ejecuto ya que este parecía gato sin querer bajar del árbol
-Greg baja ya maldita sea- se quejo la azabache
-¡No! No quiero morir asi- grito como toda una damita abrazandose a la pared
Mientras que abajo la de cabello corto se reia ignorando a las orbes grices que miraban la escena con una ceja alzada, cuando se levanto y termino de sacudirse la falda miro a la otra y rompió el silencio casi al instante.
-¿Qué haces fumando? ¿Sabes que te pueden expulsar?
La chica rubia que no esperaba aquello se retrajo inconscientemente casi se sintió culpable de aquel regaño de la morena.
-¿Qué dices? Tú eres la que baja del muro para poder colarte a clases- respondio haciendose la digna, la otra se acerco ante la atenta mirada de la rubia que al instante se puso nerviosa sin saber la razón.
-Me llevo esto, señorita- dijo ignorando lo que le había dicho y quitándole el cigarrillo y pisándolo ya en el suelo.
La rubia abrió la boca buscando las palabras para responder ante esa acción y molestándose por la sonrisa burlona de la chiquilla.
-Orale ya a la chingada- se escucho la voz ronca de la mayor de todos a la vez que el gritito de Greg que caia en el arbusto y apareciendo de nuevo con ramitas en el cabello
-Maldita sea Cameron- se quejo mientras se levantaba encontrándose con la rubia con cara de pocos amigos-¿S-kyller?
-esa soy yo- contesto mofándose un poco del nerviosismo del chico -¿la conoces?- pregunto la de cabello corto que ayudaba a la de piel palida a bajar
-Quien no podría- respondio ironica la mayor- es como una princesita por aquí
-¿Lo es?- pregunto la morena con genuina curiosidad
