Capitulo 58 - La llegada de una posible salvacion

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5 años han pasado desde que Thanos consiguió las Gemas del Infinito y desapareció a la mitad del Universo. 5 años en el que las cosas cambiaron, no solo los pequeños hijos de los Vengadores se hundieron en una gran tristeza. Toda la ciudad de Nueva York había caído en un ambiente desolado, los grandes letreros de sus calles se habían apagado y no volvieron a ser encendidas desde entonces, ninguna persona sonreía, incluso habían creado grupos que los ayudaran a conllevar esta realidad

-Bueno, eh... El otro día tuve una cita, fue la primera vez en 5 años y decidimos ir a cenar... No tenia idea de que hablar-

-¿Entonces de que hablaron?-

-Lo mismo de siempre, de cuanto cambio todo y... Mi trabajo, su trabajo, cuanto extrañamos a los Mets; luego los 2 nos callamos y... El lloro de repente, cuando nos servían la ensalada-

-¿Y también tu?-

-Mmm... Si, llore, antes del postre. Pero voy a verlo mañana, así que...-

-Te entiendo, hiciste lo mas difícil, te atreviste a hacer algo sin saber lo que iba a pasar. Y justo son esos pequeños pasos de valentía los que hay que dar para volver a sentirnos completos, volver a tener un propósito... Quede congelado en el 45 cuando me enamore de la mujer de mi vida, desperté luego de 70 años, pero hay que aceptarlo... Hay que aceptarlo... Tenemos el mundo aquí, y es lo que nos toco, tenemos que hacer algo bueno con el. De otro modo, mejor nos hubiera matado a todos-

Tras por fin terminar la sesión, regrese a casa, lo único que podría alegrar un poco su día era ver a su familia -¡¡Papi!!-. Al voltear su mirada, vio como una pequeña niña castaña corría hacia el, extendiendo sus brazos, seguida de un pequeño rubio

-Maria, Joseph- susurro antes de agacharse a su altura, recibiendo un abrazo por parte de los mellizos -¿Donde esta mama?-

-Esta en el taller con Morgan-

Beso sus frentes antes de levantarse -Vayan a jugar un poco mientras preparo la cena-. Camino hasta el taller de Tony, ahí estaba, en su silla, haciendo algunas reparaciones a su traje. Claramente no había notado su llegada, se acerco a el besando su nuca, algo que lo asusto un poco

-¡¡Steve, no me asustes así!!-

-Descansa un poco, mi amor, ven a cenar-

-Dame 5 minutos, ya casi termino-

-Nop... Ya fue mucho trabajo por hoy-

Soltó un suspiro pesado antes de apagar la computadora -Morgan H. Rogers, ¿Quieres cenar?-

-Alimentame o sino te desintegro-. Nuestra pequeña salio detrás de un mueble, apuntándole con un pequeño guante parecido a su traje; ademas de que llevaba puesto un casco idéntico al suyo, solo que este era de color azul

-Muy bien, no deberías ponerte eso porque es parte de un obsequio que fabrico para la tía Pepper- beso su mejilla antes de quitarle el casco -¿Estas pensando en comer? Te daré un montón de grillos envueltos en lechuga-

-Ño-

-Eso es lo que quieres... ¿En donde lo encontraste?-

-En el garage-

Lejos de allí, en una bodega de residuos en San Francisco, una de las tantas ratas que merodeaban por ahí estaba caminando sobre una extraña maquina; la cual se encontraba dentro de una furgoneta. De pronto, otro aparato se encendió, haciendo que otra comenzara a girar, de esta salio expulsado un hombre. Al ver donde se encontraba, tomo un trozo de cartón y escribió la palabra "Ayuda" antes de mirar hacia una cámara

Tomo un carrito con algunas cosas antes de salir de ahí, camino por una calle, viendo como los postes de luz estaban repletos de anuncios de "Desaparecido"; así como estaba llena de basura y coches abandonados -Ey, niño... Oye, niño- le grito a un pequeño que paseaba en su bicicleta, haciendo que este se volteara -¿Que es lo que esta pasando aquí?-

El hechizo que cambio mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora