Sexual [One-Shot Corto] [Yaoi] [Lemon]

Único

Buena elección.

Disfruta. Estoy oxidada con el Lemon, pido disculpas si no es de tu agrado.

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"Te espero en casa, cariño"

Los sonidos húmedos se escuchaba en aquella habitación semi oscura, dentro de aquella está un hombre mayor apegado al cuerpo delgado del menor dando caricias en todo el cuerpo alimentando más la lujuria, agitados del ardiente beso se separaron con la respiración acelerado, los ojos verdes azulados del menor miraron con lujuria a su hombre, este en cambio lo miró con cariño y amor también la lujuria pero más dominaba lo primero, el menor no espero más y sus juguetonas manos recorrieron el cuerpo formado y esculpido contrario.

El hombre alto sonrió picaron, sabía que su menor no se resistía mucho al no tocar su cuerpo no lo culparía, hasta el mismo se imaginó como sería tocarse a sí mismo.

No se necesita palabras de ninguno, pues con sólo la mirada pudieron leerse, el castaño no espero más quería sentir más al otro necesitaba sentirse completo, con sus manos sacó los pantalones ajustados de ambos, los suspiros aliviados eran escuchados y las campañas en sus bóxer se notaba a simple vista.

No perdieron el tiempo, se quitaron los bóxer desesperados por tener contacto ahí. El mayor se puso encima del menor, el último no se quejó le encantaba ser el que recibe, después de todas sus relaciones anteriores, este le encantó.

Tener a su amante saliendo a escondidas como si fuera prohibido, aunque lo es. El mayor tenía una novia de tan solo 3 meses de relación pero ahora parece que su amante se aburrió y quería una probada de tal llamado "sexo" y que mejor tenerlo con su mejor amigo.

Ahora ambos dejaron de lado sus pensamientos para poder concentrarse en el placer ya mor que se tenían pero no podían demostrar.

Un Pirata asesino como Eren y un marinero como (S/N), era repudiado por todos.

Entonces que mejor hacer lo prohibido a escondidas. Un tesoro que encontró Eren en su camino.

Los besos del mayor en su cuerpo solo hacían gemir al menor, pero en el fondo sonrió pues sus secuaces eran muy chismosos, ejemplo Mikasa y Jean, sus amigos de la infancia.

Una mordida lo hizo delirar, oh como le encantaba ser mordido por aquel marinero, la manos de su mayor en sus caderas acariciándole le hizo sacar un suspiro de satisfacción.

— ¿Te gusta?

— Me encanta — Sonrió malicioso — Sigue, no pares.

— Si, Capitán.

Y siguieron así, solo que el mayor tomo el miembro del menor y con una sonrisa pícara lo metió a su boca haciendo un oral que Eren aceptó gustoso.

Los gemidos fueron más fuertes.

[Afuera]

— OH Dios, están haciendo el delicioso — Medio grito Jean nervioso —

— Es algo normal Jean — Respondió una neutral Mikasa — Todos estamos necesitados

— No, yo no — Negó molesto, se cruzó de brazos indignado — No soy un necesitado.

Mikasa alzó una ceja.

— Hmp.

Jean solo la miró irritado.