2. La desafortunada vida escolar de Akaashi Keiji

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Sinópsis: Akaashi pensó ingenuamente que podría vivir su día a día en la académia de magia con normalidad, o lo pensó antes de conocer a su compañero de cuarto.

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Día 2

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Akaashi Keiji no se consideraba una persona maliciosa, de mala voluntad o vengativa, tampoco demasiado codicioso u orgulloso. Se alejaba de malas acciones o intenciones, y trataba a todo el mundo de una forma respetuosa, indiscriminadamente. Si bien no podían considerarlo alguien cercano a otros, tampoco podía ser odiado. ¡Incluso usaba su magia para ayudar a otros cuando era necesario y permitido!

Entonces, no entendía por qué el mundo se empeñaba en mandarle un castigo tras otro, en una serie de eventos desafortunados justo al inicio de su vida universitaria en la academia de magia. No, más bien, desde la llegada a su campus, más específicamente a su dormitorio.

Si Akaashi era minucioso, entonces tendría que remonta hacía el primer momento en que su vida escolar y dolores de cabeza había iniciado. Aquel día antes del inicio de clases.

Realmente había dejado la tarea de mudarse hasta el último día posible, despedirse de su ciudad natal y de su familia fue difícil. Además de que era un viaje largo, debido a que la teletransportación no era legal fuera de las áreas permitidas por el gobierno. Así que tomó su escoba y partió a su nueva vida.

Lo primero que quería hacer al llegar era recostarse, volar en su escoba durante toda la noche le hacía doler la espalda, sin contar que aquel día hizo tanto viento como nunca. No esperaba que al primer instante al entrar a la habitación que le habían asignado, su nueva vida le daría un giro de ciento ochenta grados. Literalmente.

Cuando dio un paso hacia adentro, un repentino cambio de dimensión lo hizo caer sobre el techo, ¡toda la habitación estaba de cabeza! Si no fuera por sus rápidos reflejos, hubiera sido un golpe peor de lo que fue. En el momento en que inspeccionó la habitación, encontró a un chico, ya vestido con el uniforme negro y holgado de la academia, ajustando uno de los focos del techo, dándole pequeños golpes como si tratara de que reaccionara. Akaashi tuvo que adivinar que ésta persona se trataba de su compañero de cuarto y se armó de valor (paciencia), para acercarse al otro y saludar formalmente.

No esperaba que al estar a solo un paso de llegar al otro, el foco se encendería, sobresaltado al otro mago y rompiendo el hechizo de la habitación, haciendo que cayeran miserablemente al suelo otra vez. Akaashi tuvo la mala suerte de ser el que amortiguó la caída de su compañero, el cual no era para nada una persona muy delgada o de fina complexión, todo lo contrario, parecía ser alguien que ejercitaba mucho su cuerpo.

—¡Ah! —exclamó su compañero, una vez que se dio cuenta del bulto de carne debajo. Rápidamente saltó a un lado, y solo es en ese momento que Keiji sintió que el oxígeno volvía a sus pulmones de nuevo —. ¡¿Quién-?! Huh, ¿estás bien?

Cuando Akaashi tomó aire, levantó su mirada hacia el otro, aún arrodillado junto a él. Lo vio a más detalle, pensando que era una persona de apariencia muy particular. Su cabello era casi blanco a excepción de raíces oscuras, sus ojos en cambio se bañaban en dorado, pintando una mirada tan vivaz como curiosa. Ahora que lo pensaba, no veía su varita, pese a haber conjurado dos hechizos.

—Sí —, contestó acomodando su cabello y analizando la habitación. Aunque se había girado por completo, no había un desorden alguno. Cuando volteó hacia el otro, se encontró con aquella mirada dorada clavada en él. El joven pestañeó y sacudió la cabeza. Keiji alzó una ceja.

¡Conquista el mundo! -BokuAka Week 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora