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—Te queda mejor un tono pastel, este salmón puede quedar mejor en encaje.— El rubio rebuscó algo en una gaveta, sacando un metro de encaje color salmón.

— Sólo es el velo Yeonjun, Además, creo que es demasiado.

—Nunca es demasiado si se trata de tí.— Dijó, cosiendo en las orillas el encaje. Al fin quedando satisfecho con el velo.

La suave música de piano inundaba el pequeño local, creando un ambiente de paz para ambos jóvenes. Yeonjun se sentía bastante dichoso de ver a Yoobin con esa aura de felicidad.

— Eso fue tan tierno Yeonjunie.— La pequeña pelinegra pellizcó suavemente la mejilla del rubio. No era muy común ver a su hermano todo meloso.

— Hasta a mí me sorprendió.

El rubio se sobresaltado un poco. Tocando su pecho dramáticamente, mientras volteaba a encarar a su pareja. Aunque ya era costumbre el que llegara sin ser escuchado. Era un tanto misterioso.

— ¡Moon Soobin!, te he repetido miles de veces que no te aparezcas así.— Recriminó, apuntando a Soobin con sus tijeras.

El más alto rió por la adorable imagen de su pareja, jalando de la mano a su hombre para abrazarlo, dejando un suave beso en su coronilla.

— Yo también te extrañé.— Susurró, besando sus labios castamente.

— Y yo quiero que mi hermano termine mi vestido.— Exigió Yoobin, mirando la tan melosa escena que ambos estaban montando. Sólo por molestarlos, porque su vestido ya estaba casi listo.

— Bueno, no es como si no nos hubiéramos visto hace dos horas.

Yoobin rió por lo ruborizado que estaba su cuñado, todo porque el chico era bastante pálido. Yeonjun creía que si iba a la playa, quedaría como un pan quemado.

— Yá, Yoobin ve a cambiarte, mañana terminaré. Total sólo queda el velo.— Cortó justo cuando Soobin iba a replicar. Dejando que su hermana se fuera a cambiar, poniéndole atención a su novio.— ¿Que querías Binnie?

Yeonjun podía olvidarse de el lugar en donde estaba, mientras Soobin estuviera a su lado el se olvidaría hasta de mañana. Porque Yeonjun era un planeta y Soobin el sol frente a el.

— ¿Podemos hablar?— Cuestionó viendo al rededor a todo el personal trabajando con diferentes atuendos.— ¿En privado?

El pequeño pelinegro frunció el entrecejo, ¿Que sería tan importante como para tener que irse?

— Dame diez minutos y vamos a la cafetería de Suho.

Soobin asistió, yendo a la recepción.

Dejando a un Yeonjun muy nervioso.

🕯️個別指導🕯️

— ¡Mi pareja favorita!, ¿Quieren pasteles lunares? Hoy hice unos que me quedaron riquísimo, además de-

— Hey, Suho, sólo un café.-—Rió el rubio, apretando nerviosamente la mano de su novio.— Y un té de perlas, porfis~

Kim Jun-myeon o Suho, se ruborizo un poco, la pareja ya sabía que el hombre solía hablar mucho, y en los mejores casos, divagar por mucho tiempo.

Inmortal ↠ Soojun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora