Prólogo

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Viví todo este tiempo bajo una mentira, una vil y miserable mentira.

Pensé a medida que corría por el oscuro y tenebroso bosque, mi objetivo general era descubrir la verdad de algo que jamás debí de  escuchar pero como la curiosidad mata me arriesgue sin importarme lo que podía pasar y ahora estoy aquí corriendo, intentando salvar mi pellejo de las prontas consecuencias que podía recibir a cambio de mi  semejante terquedad.

Tropecé una, dos o tres veces, la verdad no me importaba las lesiones, ni la sangre que comenzaba a fluir de ellas porque sabía que no podía detenerme si quería salir con vida, así que tragando y  resistiendo al dolor de los rapones y cortadas, seguí corriendo.

Desearía jamás haberlo visto, desearía jamás haber cruzado palabras con él, hoy más que nunca me arrepiento de todo, absolutamente todo, gracias a él mi vida esta en peligro bueno admito que él no tiene toda la culpa, sé que yo me pase al insistir tanto con la idea de descubrir esos "secretos" que el gran y rígido palacio de luz y el sombrío y congelado reino maligno ocultaban. Sin embargo me aferré a la idea como un chicle en el cabello sin poder sacarla decidí tomarle atención y envolverme en una aventura que probablemente no me llevaría a un buen fín.

Giré mi cabeza para ver si las sombras -o mejor dicho demonios manifestados en sombras- aún me seguían o se habían dado por vencidos, pero inafortunadamente no, ellos venían a una larga pero clara distancia de mí, las abominables nubes negras con huecos en simulación de ojos e irís amarillo me perseguían sin muestra de cansancio en cuanto yo, no aguantaba ni las piernas.

- Oh Roxy...- exclamó una de ellas en un susurro siendo audible para mí, lo ví y una siniestra sonrisa aparece en su rostro mostrando una aterradora fila de fílosos y puntiagudos colmillos que se formaban en su boca; ladeé mi cabeza asustada y aceleré aún más la velocidad que mis pies podían ejercer.

Voy a morir, voy a morir en manos de unos despreciables demonios, no, este no puede ser mi fín, no hoy, no ahora, no cuando cada vez estoy más cerca de la verdad. Chillé mentalmente, la oscuridad de la noche no ayudaba de mucho ante mi escape ni siquiera la colable luz de la luna llegaba por aquí, estaba perdida, no sabía con certeza para donde iba, pues no veía bien mi camino y si, ¿estoy corriendo en círculos? o quizás ¿me estoy conduciendo hacia mi pequeña ciudad arriesgando la vida de los demás con tan solo llevar conmigo a estos repugnantes seres? o peor, ¿estaré yendo al castillo de Gretta donde fácilmente seré carnada para los monstruos?, no no no. ¡NO!.

Torpemente me deslicé hasta caer en unas hojas secas, sorprendentemente las tres sombras se habían ido.

O al menos eso creía en cuanto ví una de ellas acercarseme de manera eficaz, sus manos se enroscaron en mi cuello elevandome hacía arriba, apoyó mi peso en un alto árbol que estaba detrás de nosotros, solté un quejido de dolor por el fuerte impacto, la sombra me mira fijamente mostrando sus horribles colmillos que de un solo mordisco te arrancan una gran cantidad de carne. Tragué grueso al verlo.

Estas cosas te pasan por metiche Roxy, si me hubieses hecho caso desde un principio estaríamos en nuestra casa viendo la televisión mientras comemos palomitas y  tomamos gaseosa, pero no, a la señorita se le ocurrió seguir sin calcular lo peligroso que podía ser cruzar más allá del portal.

Vamos consciencia, no me molestes ahora.

La sombra apretó más su agarre en mi cuello, gruñí ante el dolor e intente zafarme pero era inútil, él era más fuerte que yo, divisé a lo lejos a las otras dos sombras restantes caminar hacia nosotros, abrí más mis ojos debido al miedo, se que este no es el momento adecuado para llorar pero estaba tan asustada que mi vista se quebró en una fina cristalización.

Apreté mis dientes mostrando odio, las sombras cada vez se acercaban más a nosotros, solo constaban de unos cuantos pasos para llegar hacía aquí y ¡bom!, estaría muerta en menos de 1 minuto.

De pronto algo hizo click en mi cabeza, recordé que a dichos seres no les gusta la luz y que creen, mi poder elemental era el fuego, sin pensarlo dos veces envolví mis manos alrededor de sus muñecas y de un solo tirón mi cuerpo se encendió en llamas, mi piel, mi cabello, mi cuerpo estaba hecho una hoguera, la sombra al sentir mis manos sobre sus muñecas dio un grave grito de dolor, el calor del fuego comenzaba a quemar su piel como dos cadenas que arden debido a lo muy apretadas que están. Él sin segunda opción me soltó, caí y de inmediato comencé a respirar necesitadamente.

Las otras dos sombras me observaban estupefactos pero eso no les impidió acercarse un poco más a mí, doy unos pasos retrocediendo mientras que con mis manos voy formando dos bolas de fuego. Tome valor y las lancé a dirección de ellos, ellos se echaron para atrás a lo que yo empecé a correr alejándome de tales atrocidades.

(20 minutos después)

Después de correr tanto mi cuerpo daba señales de que no podía más, afortunadamente las sombras me habían dejado de seguir hace unos 14 minutos pero aún así tenía que seguir en alerta.

Llegué a una vieja y por lo que parecía deshabitada cabaña que se encontraba en medio de la nada, me acerqué y toqué tres veces. Pensaba en recibir alguna respuesta por parte del interior pero no, solo silencio absoluto, decidí entonces tomar la perilla y entrar.

Ya adentro de la casa me dispongo a cerrar la puerta con lentitud para que esta no rechinara, con mis manos formé una bola de fuego que me ayudase a ver con claridad el interior de la cabaña y en efecto, el lugar estaba totalmente deshabitado, sus paredes estaban deterioradas y tenía algunos orificios en el techo. Baje un poco  la iluminación de la bola de fuego quedando solamente una pequeña llama, pues no quería ser encontrada otra vez por esas sombras.

Avancé observando mi alrededor, ¿De quién era esta cabaña? y ¿Por qué decidió sea quien sea irse sin llevarse algunos inmobiliarios? (como un viejo y polvoriento juego de sofá color marrón en el centro de la sala, cuadros de flores y paisajes por las terribles paredes y un mueble en donde se supone que iba un televisor y un equipo de sonido).

Escucho un ruido detrás de mí, rápidamente me pongo a la defensiva alertada de que posiblemente sean de nuevo las sombras, ya lista para atacar el sonido cesa dejándome desconcertada un poco.

Pero volví a tensarme en cuando sentí una mano apretar mi hombro, lentamente me giró sobre mis pies encontrandome con una figura alta, vestida de negro con un pasamontañas que dejaba visible  un par de bonitos  ojos color gris, me asusté de inmediato e iba a comenzar a gritar pero la figura fue rápida y cubrió mi boca con su mano.

- ¡Shhh Roxy, calma calma, soy yo!

No puede ser.

N/A: Antes que nada quiero agradecerles por la oportunidad que le están  dando a mi primera historia, espero que le den un poquito  de amor y puedan ayudarme a progresar con ella depositando su crítica y si les ha gustado dejenmelo saber a través de su voto.

Psdt: ¿Qué les pareció el prólogo?

Nos seguimos leyendo.❤
¡Chao!

-MayerlingGomez

Entre MonstruosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora