1. Mi nombre es Louise

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- Debí haberme levantado más temprano - gruñí al ver el medio de transporte alejarse de la calle.

Como solía pasar todas las malditas mañanas el autobús me había dejado, odiaba levantarme temprano para ir a esa academia en donde según mi padre ahí me mostrarán como "controlar" mi poder, me parecía algo absurdo de su parte pero no me quedaba de otra que aceptar ya que después de todo lo hacía por mi bien.

Recordé la vez que casi queme la casa de mi abuela Lilia por no saber manejar mi poder, en ese entonces mi abuela y mi padre eran mis maestros, me enseñaban lo esencial para poder controlarlo pero al ver que no tenía un gran control mi papá decidió inscribirme en una academia llamada "Academia De la Nieve", la cual obligadamente tengo que asistir y para sorpresa (que siento que se vuelve costumbre) el autobús me a dejado.

Me quedé parada ahí pensando en alguna otra manera de llegar a la academia que no sea caminar, pero para mi desgracia tenía que hacerlo, papá se había ido a trabajar hace unos minutos llevándose consigo el auto, me preguntó que si quería irme con él pero lo rechace con la excusa de que quería hacer amigos a él le pareció una excelente idea que quisiera socializar, ahora más que nunca me arrepiento de haberle dicho que no.

Sin más remedio empiezo a arrastrar mis pies con rumbo a la dichosa academia de la nieve. Patético.

...

Después de una larga caminata finalmente e llegado, el gran edificio yacía repleto de estudiantes que reunidos en grupos charlaban y reían, por una parte los envidiaba ya que tenían su grupo de amigos con quienes podías contar, reír y hablar pero por otra me parecía algo hostigoso e irritante lidiar con los distintos caracteres de otros seres tal como dicen cada cabeza es un mundo.

Por esas razones nadie te quiere como amiga pequeña Roxy.

Mierda. No es que nunca haya tenido amigos es solo qué el recuerdo de mi antiguo grupo de amistades se fue desformando a medida del tiempo. El vivo recuerdo de esas veces aún estaba presente en mi roto corazón, todos mis amigos desaparecían o eran encontrados  sin vida en alguna parte del bosque rumbo al gran portal de Snowcity.

Aquello me marcó permanentemente desde entonces no he vuelto a socializar con nadie por miedo a lo que pasé en el pasado, sentía que sus muertes eran como una maldición que recaían en mí porque al final siempre terminaba como la única sobreviviente, una sola y desorbitada sobreviviente del dicho grupo.

No me había fijado que había comenzado a llorar, no saben cuanto odiaba hacerlo, me hacía sentir débil e inútil, es como si la vida le gustara estrellarme en la cara lo cruel que a sido conmigo todo estos años por medio de los recuerdos, de mi madre y de mis amigos.

Limpié con furia las leves lágrimas que habían comenzado a correr, sujeté la correa de mi mochila con fuerza y entré al edificio ignorando las miradas de algunos estudiantes.

Tenía que relajar mi mente, afortunadamente aún había llegado a tiempo, por un momento pensé que llegaría tarde y tendría que excusarme para entrar a mis clases pero todo ese rastro de nervios se fue  cuando ví a los grupos de estudiantes en el campo principal.

Ahora me encontraba caminando por los pasillos de la dichosa academia, llevaba una semana de estar aquí y francamente aún no me acostumbraba al lugar, desde el primer día de clases sentí una extraña aura en este lugar, era como si dicho edificio ocultára oscuros secretos y de los maestros ni hablar, ellos tampoco me daban buena espina, eran personas con carisma falsa fingiendo amabilidad cuando ni una pizca de eso se les asoma al corazón. 

Creo que estas juzgando sin conocer con claridad a estas personas querida Roxy.

Cierto pero en conclusión este lugar ocultaba algo y yo lo descubriría.

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⏰ Última actualización: Aug 09, 2020 ⏰

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