"Todo hombre puede tener su redención y por mucha maldad que haya en su interior; un acto, una persona o un momento feliz por el cual pelear, hacen la diferencia entre ser un monstruo o no"
[the originals fic]
[klaus mikaelson x oc]
•TODOS lo...
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⚜
Sabía que corría peligro al estar pisando siquiera el condado pero a éste punto ya no le importaba, su vehículo se movía con cautela entre los autos con un suave ronroneo, su teléfono vibró en el asiento del copiloto, lo tomó con facilidad en su mano derecha y al escuchar la voz del otro lado de la línea sonrió.
-¿Ya estás aquí? -Preguntó la voz grave con música de fondo
-Estoy a 15 minutos, ¿Dónde nos vemos? -Respondió acelerando.
- En Rousseus, pediré un café para ti -Dijo colgando la llamada, la castaña dejó el teléfono a un lado y se apresuró en llegar a la dirección indicada.
Aparcó su auto en una calle cerrada y caminó el resto del trayecto, las vívidas calles de Nueva Orleans explotaban de gente y música, no podía negar que aquel ambiente le otorgaba un sentimiento de nostalgia que traía consigo alegría y paz, en comparación al frío clima e indiferencia de Seattle.
Uno de los músicos que iban en la marcha de la calle le obsequió una flor que aceptó gustosa y con una sonrisa, la observó detenidamente y la acercó a su nariz para olerla y seguir su camino, leyó a una cuadra el letrero que pintaba su restaurante favorito en la ciudad, al abrir la puerta buscó con la mirada por el lugar hasta que se detuvo junto al hombre de la ventana que parecía entretenido.
-Para ser el rey de la ciudad pareces muy distraído -Añadió llamando su atención, el moreno sonrió y se puso de pie.
-Y tú para ser una bruja retirada la pasas demasiado bien en las calles - La morena sonrió acomodando su cabello detrás de su oreja, ambos se observaron por un segundo y casi instantáneamente se fundieron en un abrazo, el moreno acariciaba su cabello y ella su espalda -Es un gusto verte de nuevo -Ambos tomaron asiento y Erika sonrió.
-Lo mismo digo, diría que no has cambiado casi nada pero eres un vampiro y no envejeces -Confesó entre risas mientras tomaba un sorbo de su café, del cual suspiró al entrar en contacto con el calor que emanaba - ¿Qué tal Marcel? ¿Cómo te trata esta ciudad? -Cuestionó apoyando sus manos sobre la mesa.
- Nada nuevo Erika, algunas brujas molestas por aquí y por allá...Intenté encargarme de ciertas personalidades cuando te fuiste de aquí -Argumentó Marcel rascándose la barbilla, la morena se removió curiosa - Las brujas tienen prohibido hacer magia en esta ciudad y toda aquella que se rehúse a acatar esta norma es asesinada -Sonrió divertido
-Entonces controlaste la plaga de una vez por todas -Comentó Erika sonriendo de forma amplia - Creo que se merecían algo peor si me lo preguntas a mí, no es tan sencillo lidiar con este aquelarre.
