cap 3

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[Salon]
De una patada Drácula abrió las grandes puertas del salón de eventos. Siendo arrastrado detrás de su espalda, un malhumorado rubio de bigotes que refunfuñaba con los brazos cruzados. El señor de la oscuridad parpadeo antes de darse cuenta de que todavía estaba usando la toalla del sauna alrededor de la cintura, liberando el cuello de la camisa de su víctima, el vampiro usó sus poderes, envolviendose en una niebla azul que trajo nuevamente su vestimenta pulcra y capa.
"¡No puedo creer que te quedaras!" dando unas respiraciones profundas en un intento de reinar en su temple; Drácula miró al otro lado del salón "¿Vez esas mesas y sillas?" preguntó señalando dichos objetos "Puedes pasar todo el día acomodandolas 'Planea fiestas'".
Naruto que se había levantado del suelo y sacudido el poco polvo residual de su caída anterior; miro las mesas incierto "Lo siento, pero tengo una cita…" al ver como de los ojos del vampiro brotaron llamas decidió cambiar su término para la cita con Mavis "…ción. Si, una citación de Mavis, ella quiere ir al Spa y como soy el ganador del boleto-".
"NO ME IMPORTA ¡A TRABAJAR!".
Naruto dio un largo suspiro, caminando a las mesas en el fondo "Genial, ahora se como se siente tu hija" no por eso le agrado, con suerte terminaría antes de que la reservación del Spa expirará.
El pelinegro exhaló una bocanada de aire, acomodando su despeinado cabello con sus manos permitió que el silencio lo relajara; silencio interrumpido abruptamente por Naruto que jalaba dos mesas por el suelo y cargaba otras dos con sus brazos extras antes de azotarlas contra el suelo.
"¡Basta! ¡Basta!" gritó materializandose en una neblina azul frente a Naruto "¡Al rincón! Estás castigado" gritó Drácula señalando la esquina.
"¿Castigado?" preguntó Naruto con un deje de burla "Luche en una guerra y tengo veinte años, debes estar bromeando".
Pero su queja cayó en oídos sordos cuando el vampiro uso nuevamente sus poderes, levantandolo del suelo y empujándolo contra la esquina mientras miraba a la pared; como guirnalda en el pastel su pulgar derecho entró en su boca como si se tratase de un bebé.
Una vez atendido el asunto; Drácula se giró a ver a las mesas "Ok" dijo aplaudiendo un par de veces, "Mesa 57,muévete a la posición 23" dijo el vampiro, sin notar como Naruto volvió su cabeza y amplió los ojos al ver la mesa flotar y volar a la posición determinada "17 a 48. 16 a 47. 19 a 50" continuó Drácula mientras tres mesas más volaron hacia sus posiciones.
Naruto logró liberarse del poder de Drácula con poco esfuerzo, corriendo a un lado de las mesas ya estacionadas, recordando el numero en especifico de una se monto encima. "39 arriba, por favor".
Al instante la mesa obedecio, sin embargo se quedo sin aliento al ver al rubio encima de ella, pero continuó obedeciendo las órdenes "Increíble" se rió Naruto, ahora comprendía porque el Tsuchikage le encantaba usar su elemento polvo para volar, fue genial.
Durante un tiempo voló en el aire, riendo por lo bajo para no alertar al vampiro; cosa imposible de hacer pues el surf sobre viento resultó demasiado vistoso para no ser apreciado por el vampiro.
Con su ceño fruncido el pelinegro atacó "31 a 19" sin previo aviso la nueva mesa golpeo la de Naruto provocando al rubio caer de cara en el suelo, Drácula se rió un poco antes de volver a su trabajo.
Regresando a sus pies, Naruto se montó en otra mesa, contandolas hasta lograr dar con el número, "24, arriba-ttebayo" dijo con una enorme sonrisa plasmada en el rostro.
Drácula término de ordenarle a una nueva mesa tomar el lugar que le correspondía, estaba apunto de hablar nuevamente, cuando de repente una nueva mesa pasó demasiado cerca de su cabeza que tuvo por instinto que moverse, al mirar a su atacante; vio al rubio problemático de pie sobre la mesa navegar por el aire.
En otras circunstancias Drácula se habría molestado por tal atentado. Pero al ver la sonrisa sin malicia de Naruto, hizo que sus labios se extendieron hacia arriba en una sonrisa propia.
Naruto miro a la posición anterior del vampiro, pero grande fue su sorpresa al no encontrar a nadie en el suelo. Miró a su alrededor, tratando de localizarlo, pero fue inútil.
"¿Buscas a alguien cabeza de púas?".
Los ojos de Naruto se ampliaron al mirar al frente dónde Drácula apareció de cabeza sentado sobre una mesa. El padre de Mavis tenía una sonrisa en su rostro ganado por la sorpresa de Naruto, pero el rubio se recupero rapido.
"Atrapame si puedes anciano".
"38 y 56 a mi lado" ordenó Drácula haciendo a dos mesas volar junto a él. Con renovada vitalidad, Drácula persiguió a Naruto por todo el salón, tenía que admitir el chico era bueno volando; cada estrategia para derribarlo la controlaba con una buena cantidad de fuerza, errático en sus movimientos a tal grado que lo volvieron impredecible. Fuertes carcajadas no tardaron en salir de ambos mientras la persecución se intensificó.
"Vamos Drácula, no he pasado de primera" gritó Naruto, esquivando fácilmente al saltar sobre la mesa entrante y aterrizar en la misma que usaba.
"Apenas estoy calentando motores".
El juego rápidamente se incrementó, más mesas volaban persiguiendo a Naruto, el rubio se vio obligado a cambiar tres veces de vehículo al no ver escape en los planes de Drac, pero aún así le faltaba atraparlo.
"27, 45, 65, 76, 48 bloquear el paso" dijo Drácula "¡Bloquear el paso!".
Literalmente una pared de mesas se alzó a meros metros frente a Naruto. Chasqueando su lengua, vio por encima del hombro como Drácula le seguía el paso, sin embargo su ceño se transformó en sonrisa al ver los espacios entre mesas.
"¡Buen intento!" gritó dando un saludo de dos dedos, usando solo fuerza física, dio un impresionante salto, girando como torbellino y entrando como flecha pasó entre el diminuto espacio de las mesas, su suerte le brindó la ayuda al encontrarse cayendo de pie tras una voltereta en una mesa errante.
Dracula al verlo no se detuvo, es más, incrementó la velocidad de su mesa contra la gran pared; olvidando que podía simplemente comandar a los muebles vivientes para moverse del camino. Las mesas lo notaron e incluso algunas comenzaron a rezar a alguna deidad por sus vidas.
Pero metros antes de colisionar; Drácula imito al rubio, usando su ligero cuerpo pasó entre las mesas sin dañarlas. El conde comenzó a reír incluso más mientras caía de pie sobre una de las mesas del otro lado de la pared, saltando una, dos, tres…¿Porque no sintió la cuarta?
Rápidamente se dio cuenta que no existía otro mueble para equilibrarse, la gravedad hizo su trabajo jalando a Drac al suelo, el vampiro estuvo apunto de convertirse en murciélago cuando repentinamente una de las tablas de madera salió a su rescate.
"Te tengo".
El responsable no era otro que el rubio de bigotes, ambos comenzaron a empujarse sobre la mesa, cada uno tratando de llevar la dirección del objeto móvil. Sus risas estruendosas retumbando en los pasillos del hotel una vez pasaron por las puertas del salón. Sin embargo su diversión terminó al momento de estrellarse contra una pobre armadura.
En el suelo, Drácula cayó en una pose un poco incomoda, pero eso no le importo como aún tenía plasmada una enorme sonrisa en el rostro. En un parpadeo el Conde se levantó del suelo tomando el casco de la armadura desecha mientras continuaba riendo.
"JAJAJA ¿Vistes eso? ¿y quién es este? ¿Sir-fragilón?" Drácula se carcajeo, recargándose contra la pared, "Uff. Tengo que admitirlo, eso fue divertido ¿verdad?" le preguntó al casco, pero no espero su respuesta mientras lo arrojaba por sobre encima del hombro.
"Naruto, la diversion de la que hablas jaja, es-" dijo el Conde antes de retirar la manta del cuerpo de Naruto; pero en vez de encontrar al rubio de bigotes se topó con un torso de armadura desmontado resultante de su anterior viaje.
"¿Naruto?" pregunto Drácula, mirado a su derecha e izquierda, no creía posible que el joven de mejillas marcadas se alejara tanto. Fue en ese momento cuando noto una serie de pequeñas huellas recorriendo el pasillo, sus agudos ojos reconociendo de inmediato las marcas dejadas por la única persona que haría tal cosa.
"¡Cuasimodo!" gruño el vampiro.
El rey de la noche emprendió la búsqueda de su loco cocinero, corriendo a una velocidad que dejaría a los maratonistas verdes de la envidia, dejando detrás de él una pequeña estela de polvo, navegando entre pasillos sin nadie que lo detuviera, pero se vio obligado a detenerse cuando a la vuelta del pasillo se topó a su pequeña hija caminando a su dirección, lo que lo obligó a frenar, evitando chocar contra la joven heredera.
"¿Papá?" preguntó Mavis.
"¡Mavis! ¿Qué haces despierta? El sol ya salio; podría matarte, mi ratoncita" dijo Drácula, perdiendo un poco el foco de encontrar al rubio.
"No podía dormir" respondió Mavis "¿Sabes dónde está Naruto?".
Drácula se jalo nerviosamente el cuello de su camisa "No, no he visto a..." pero se detuvo una vez su cerebro registró las palabras de Mavis "¿Por qué quieres saber?" preguntó el padre entrecerrando los ojos mientras sus cejas se fruncieron, llegando al límite de inclinarse por una respuesta "¿Te gusta?".
"¿Que?" Mavis se sorprendió por la pregunta, la mirada interrogativa de su padre no le hizo más fácil la situación mientras se ponía nerviosa y trataba de mentir "No, por favor. Es tan raro, completamente impredecible..." Mavis exhalo un suspiro soñador "No es como si fuera el hombre más divertido y guapo que he conocido" término la chica sonriendo con un sonrojo mientras pasaba un mechón de su cabello por detrás de la oreja izquierda.
La expresión facial de Drácula fue una oda a la incredulidad. Frente a él su hija prácticamente intentaba inutilmente cubrir su enamoramiento, "Disculpame un momento, mi niña" dijo nerviosamente a la joven antes de acercarse a la armadura estacionada más cerca en el pasillo.
"¿Tienen la ubicación de Cuasimodo?" pregunto Drácula con su voz de mando.
"Si señor" la armadura hizo un saludo militar "Está en el vestíbulo rumbo a la cocina".
Drácula asintió antes de dar una nueva orden "Detenlo a toda costa ¿Está claro?" al recibir un asentimiento de parte de su lacayo se giró a su hija.
[Vestíbulo]
La forma inconciente de Naruto era actualmente cargado en la espalda del jorobado, un mal cálculo en su plan de vuelo lo hizo chocar de cara a un borde de concreto que sobresalía del techo, Naruto penso rapido y mientras luchaba con Drácula por el control, empujo la cabeza del vampiro abajo, pero con su noble sacrificio llegó la inconsciencia.
Su henger aún estaba activado gracias al zorro gigante que vive en su interior. Kurama miraba a su contenedor desde su paisaje mental, los ojos azules del Uzumaki fueron reemplazados por espirales y una enorme y humeante bola salía de su frente.
"¿Quien lo diria? Tu cabeza dura al final te salvó la vida" halago el zorro al inconsciente rubio, con gusto se haría cargo del cuerpo del Uzumaki, liberarse de sus ataduras sería un juego de niños para el gran biju, noquear o matar al jorobado un pedazo de pastel.
Pero estaba demasiado aburrido, ¡Demonios! Sí que lo está. Naruto siendo meloso con la vampira solo lo podía entretener hasta cierto punto. La carrera de mesas voladoras parecía prometedor pero se acabó demasiado pronto.
Por lo que decidió dejar al Jorobado 'Atrapar' al humano. Solo para ver los planes del monstruo, pero al momento el peligro toque la puerta, Kurama dejaría de jugar.
"Oh, parece que no me equivoque en cuanto al entretenimiento" se dijo al ver a través de los sentidos de Naruto las diversas armaduras huecas bloqueando el paso a su secuestrador. Por lo menos este seria un buen entretenimiento hasta que fuera su turno de tomar el control del cuerpo de Naruto y lograse ver su programa de televisión favorito.
"Me pregunto ¿José Daniel de la Ribeira por fin se declarara a María Antonieta Fernández de Salazar?".
...si, el zorro gigante tenía unos pasatiempos muy raros.
[Drácula y Mavis]
El dúo de padre e hija caminaron hasta llegar al interior de la vasta biblioteca del hotel, alguna vez sede del 'Emocionante' juego de Bingo, ahora se encontraba a oscuras con una tenue luz proveniente del fuego de antorchas y velas.
Al entrar Drácula trató de disuadir a Mavis sobre el amor, un tema que ningún padre, no importa la edad, le gusta tratar con sus hijos "Pero mi ratoncita, eres muy joven para enamorarte. Nadie se enamora a tu edad".
"Mamá tenía mi edad cuando se conocieron" debatió Mavis mirando a su padre con una sonrisa "Y tía Eunice dice que fue ella quien te beso primero porque tu estabas demasiado asustado para dar el primer paso".
"Sí, sí, sí, sí, sí" dijo Drácula ligeramente avergonzado, dejando escapar un suspiro miró a su hija "Olvidate de mamá y los besos".
"Papá" dijo la heredera ligeramente molesta "En algún momento me voy a casar" Drácula no lo sabía, pero al decir 'casar' Mavis pensó en cierto chico rubio de mejillas marcadas "No puedo estar aquí para siempre".
Tales palabras confundieron a Drácula "¿Que? ¿Por qué no?" le preguntó ligeramente temeroso de que su hija pensara nuevamente en dejar su hotel "Si apenas se te cayeron los colmillos de leche".
[Vestíbulo]
'Uff, mi cabeza' pensó Naruto una vez se despertó de la inconsciencia, sus ojos trabajaron para acostumbrarse a la luz. Trato de llevar una mano a su cabeza, pero pronto descubrió que no podía moverse, mirando abajo noto las gruesas sogas alrededor de su cuerpo.
"¡Hey! Mocoso, ya despertaste".
'¿Kurama? ¿Qué ocurrió? ¿Y quienes son esos sujetos?' pregunto mentalmente el Uzumaki una vez vislumbro a diversas gárgolas persiguiendolo. Pero eran rápidamente despachadas por el jorobado que se columpiaba por el candelabro, del cual se dio cuenta estaba atado.
"Bueno, es una larga historia… realmente no, fuistes secuestrado por el narizón después de caer inconsciente por un golpe".
'Espera ¿Me noquee? Eso es ridículo, no puede ser que un golpe me-PUM' pero lo que Naruto estaba apunto de decir fue acallado tras recibir un segundo golpe en la cabeza de parte de una gárgola que trato de tomar a Cuasimodo. El Jorobado previo el movimiento y se agacho; provocando al mesero halado de sólida roca chocar cabezas con el Uzumaki.
"¡Suspiro! Como digas" a veces su contenedor podía ser tan lento.
[Biblioteca]
Durante su corta plática, Drácula llegó a sentirse cada vez más nervioso si fuese posible, su hija parecía no entender de razones "¿Pero por qué el repentino interés?" expresó el padre, caminando detrás de su hija que se recargo en un pedestal "Cada vez que trataba de hablarte de amor, siempre decías '¡Ay Papá, es tan asqueroso!' y '¡Ew, no quiero saber de eso!' '" dijo tratando de hacer la voz de su hija.
Mavis miró al busto de mármol en el pedestal del que se recargo. Una sonrisa apareció en su rostro al imaginarse la cara de Naruto sustituyendo la piedra, con su mano derecha, trazó la mejilla del rostro como si fuera una de las mejillas bigotudas del Uzumaki.
"No lo se" un nuevo suspiro salió de su boca, ella honestamente no lo sabía. Fue un sentimiento nacido del corazón, casi mágico.
Pero antes de lograr tratar de hacer comprender a su padre de la agradable sensación que Naruto le provocaba, la puerta de la biblioteca fue abierta, dejando ver a una armadura sin aliento… sí es que eso fuera posible.
"¡Señor! Logró llegar a la cocina".
"¡¿QUE?!" gito Drácula, "¿Entonces para que te pago?" le gritó a la armadura antes de girarse nuevamente a Mavis "Lo siento cariño, papá tiene que irse".
Ni un segundo después el pelinegro salió disparado a gran velocidad dejando atrás a Mavis, la armadura siguió un segundo después a su jefe "Ni siquiera me paga" no sin antes volver e irse nuevamente.
[Cocina].
'Mmm, algo huele realmente bien' fue el primer pensamiento coherente de Naruto una vez se despertó de su letargo. No lograba identificar qué cocinaban, pero olía delicioso.
Pero todo agradable olor pasó a segundo plano por un punzante dolor, seguido de la sensación de estar dando vueltas lentamente. Confundido por la creciente incomodidad, Naruto abrió los ojos, solo para ampliarlos como platos al verse atado a una vara giratoria con una hoguera debajo de él.
"¿Qué demonios?" gritó Naruto, sin querer alertando al jorobado quien ya comenzaba a cortar verduras para su guiso.
"Por fin te levantas".
'Kurama, ¿Por qué no me has liberado aun?'.
"Mhe, estaba a un minuto de hacerlo, pero luego olfatee ese delicioso aroma. Debes admitir que hueles delicioso rostizado".
'Ja, ja' dijo mentalmente Naruto con un gran tono de sarcasmo 'Que gracioso'.
"...".
'...'.
"...".
'Espera ¿Hablas en serio?'.
No logro obtener una respuesta de parte de su amigo, ya que la puerta de la cocina fue abierta de par en par por el dueño del hotel, Dracula se movio rapido, caminando al rubio con su ceño fruncido.
"¡Bonjour, Monsieur Drácula!" saludo Cuasimodo solo para ser ignorado.
"Cierra la boca" cuando llegó con Naruto, Drácula lo sacó del fuego, no fue un problema las ataduras, nada que sus garras no cortasen con un simple jalón "¿Estás bien?" preguntó el Conde honestamente preocupado.
"Bueno, estoy mejor que la primera vez que trataron de comerme" un escalofrío recorrió la columna vertebral de Naruto. Desde el bosque de la muerte, nunca volvió a ver a las serpientes de la misma manera.
Drácula dio un suspiro de alivio, poniendo una mano en la espalda del rubio lo encaminó a la puerta de salida: pero antes de dar más de dos pasos a la salida, Cuasimodo los abordó al caer frente al Conde por medio de una cadena.
"¿Ahora lo ayuda?" preguntó el jorobado de manera sospechosa "¿Que ocurre con usted y este humano?" dijo mientras entrecerró los ojos a Naruto.
"Él no es un humano ¡Es un monstruo!" le gritó Drácula, estaba tentado a usar sus poderes y dejar al jorobado en la anterior posición de Naruto.
'Por primera vez en mi vida no me siento ofendido' pensó Naruto, cuantas veces en su infancia fue catalogado como una aberración de la naturaleza por los aldeanos en su natal Konoha.
"Amen".
Cuasimodo no estaba convencido. Es verdad que existen monstruos capaces de aparentar la apariencia humana, su jefe fue un claro ejemplo. Pero el rubio olía a humano, sutil, casi imperceptible, pero incapaz de evadir los sentidos de su rata mascota.
Una sonrisa se ensanchó en las facciones del jorobado, una que puso a Naruto incómodo. No por ser una amenaza, más porque al sonreir el enano dejó al descubierto sus amarillos dientes con un pedazo de lechuga entre ellos.
"Sí de verdad es un monstruo, ¿Porque no intenta asustar a Esmeralda?" preguntó el monstruo señalando a su fiel mascota sentada en un barril de madera a un lado.
"¿El ratón?" Drácula se burló, mirando a Naruto antes de hacerle una señal "No hay problema".
Sin ninguna opción aparte para salir del apuro, el Uzumaki se acercó a la rata, Cuasimodo y Drácula lo observaron con sus respectivas expectativas. El jorobado tenía plena confianza en que su rata mascota no iba a mostrar miedo alguno, pues a sido criada entre los monstruos más terroríficos de la historia.
Dracula por el contrario se encontraba expectante. Durante el corto periodo de tiempo que lo ha conocido, Naruto a logrado sorprenderlo, incluso hacerlo sentir ligeramente -muy- enfermo con sus poderes.
El rubio de mejillas marcadas suspiro, cerrando los ojos mientras pensaba en que hacer para asustar a la rata. No creía que un animal que convive con monstruos se asustaba fácilmente.
'Bueno, ahí vamos'.
El aire repentinamente descendió varios grados, lo noto Drácula. Lo suficiente para ver su aliento salir de su boca. La cocina se llenó de una sensación horrible, espantosa, parecía que era el único que la notaba, Cuasimodo a su lado estaba demasiado centrado para dar algún interés a su alrededor.
'¿Que tramas muchacho?' pensó el Vampiro mirando a la espalda del Uzumaki. Fue en ese momento que sus ojos captaron cómo lentamente los brazos extras de Naruto crecían de sus hombros.
Esmeralda no se sentia comoda, el sudor resbalaba por su ser mojando su pelaje. Siendo ella el receptor de este… este instinto asesino, una sensación de muerte cruda y sin adulterar, miro a todos lados nerviosa, incapaz de mantener el contacto visual con los helados ojos del 'Humano'.
Repentinamente; el cabello rubio se transformó en blancas hebras indomables, las pupilas azules desaparecieron en un infinito y nauseabundo blanco, la camisa que usaba hasta hace poco explotó en una lluvia de trizas; mostrando su cuerpo que adquirió un tono levemente rojo mientras sus tatuajes parecían cobrar vida con lo brillantes que relucieron.
"¡Inaceptable!" rugió con voz demoníaca Naruto. Los cuatro apéndices extras explotaron de sus hombros, llamaradas de fuego rodearon su cuerpo, volviendo aún más terribles sus facciones de ojos blancos y gruesos bigotes, sumado a los recientemente formados caninos en su boca; dio la apariencia de un verdadero ser salido del averno.
"...".
"...".
¡Prruuuuifff!
Seguido de la pequeña pero audible flatulencia, la rata cayó desmayada al suelo con las patas arriba. Todo su pelaje adquirió un tono blanco resultado del susto.
"Demasiado fácil" dijo Naruto tras desterrar nuevamente todos los brazos y regresar a su usual color rubio, trono sus dedos tras ponerse una nueva camisa recién salida de un sello en su abdomen. Miro al molesto Cuasimodo con una sonrisa "¿Satisfecho?".
"¡NO!" gritó Cuasimodo, nunca aceptaría que un humano lograse infundir tanto miedo, a su vez, los humanos no son otra cosa que bolsas de carne listos para ser degustados. "Se que eres un humano, apestas a uno" gritó, columpiándose de cadena en cadena proliferando sus acusaciones a viva voz.
"¡Un humano!" gritó haciendo a Naruto ponerse nervioso porque alguien -Mavis- escuchara, el Jorobado continuo columpiándose, tomando un cuchillo de una mesa cuando pasó por encima, sin inmutarse por su jefe se columpio con dirección al rubio "Humano ¡Monsieur Drácula ha traído a un humano al…!".
Sin embargo sus gritos fueron rápidamente silenciados al momento que Drácula lanzó sus poderes al enano entrante, congelando al Jorobado en el aire que sin el control de su cuerpo cayó al suelo como un montón de ladrillos.
Una vez arreglado el problema, Drácula camino a la puerta indicando al rubio que lo acompañara. Naruto estaba apunto de salir, cuando miro al jorobado consciente pero inmóvil, una sonrisa apareció en su cara. El Uzumaki camino al congelado Cuasimodo mientras en una bocanada de humo aparecía algo que puso a sudar al jorobado.
[Pasillo]
"Lamento la demora" dijo Naruto una vez salió de la cocina y se acercó a Drácula. Se tardó unos minutos pero nunca podría dejar pasar la oportunidad de bromear a alguien. Mientras caminaban por el pasillo; el rubio noto que el Conde se encontraba inusualmente callado, algo que le inquieto desde que antes de su accidente, el pelinegro parecía una persona completamente diferente.
"Hey...mmm...gracias por salvarme-ttebayo" rascándose la parte posterior de la cabeza con una sonrisa el Uzumaki trató de aminorar la seriedad del ambiente "Por un momento creí que Kurama realmente me iba a dejar rostizar".
El vampiro no respondió de inmediato. Miró al rostro sonriente de Naruto, antes de suspirar por lo que sabía tenía que hacer "Hay algo que necesito mostrarte".
Aún preocupado por la lúgubre actitud, siguió a Drácula, navegando por los pasillos hasta llegar a una habitación en específico; al entrar, la oscuridad los recibió inundando la habitacion. Tenuemente iluminada con velas y con una pobre decoración. Pero lo que llamó la atención de Naruto fue el gran ataúd en medio del cuarto seguida de una pintura medio cubierta por una tela que no logro identificar por la oscuridad.
Problema solucionado por el Conde cuando se acercó lo suficiente para que la pintura fuera iluminada con la antorcha en su mano "Wow" dijo Naruto, la pintura mostraba a una linda mujer pelinegra de la edad de Drácula… o al menos la que aparentaba el vampiro "Es muy hermosa" dijo, por alguna razón algunos de los rasgos de la mujer le parecían familiares.
"Sí. Ella lo fue" dijo Drácula con una pequeña sonrisa, confundiendo a Naruto al ver la melancolía reflejada en sus ojos "Existe una imagen similar en un lugar llamado las runas de Lubov".
"¿Ruinas de Lubov?" murmuró el rubio, un interruptor se encendió en su cerebro, los ojos de Naruto se ampliaron "Claro" dijo con una sonrisa "Ya lo recuerdo, ella es Lady Lubov".
"¿La conoces?" pregunto Drácula honestamente sorprendido.
Naruto sin embargo negó, "No tanto como quisiera" le dijo al vampiro mientras caminaba más cerca de la pintura para una mejor inspección "Me quede en esas ruinas el primer mes que llegué a esta dimensión" dijo sin notar la sorpresa en la cara de Drácula.
"Después de hacer algo de dinero y aprender el idioma me fui. Pero debo admitir, incluso siendo solo ruinas; el lugar brinda un aura de amor y serenidad" dijo Naruto, él había escuchado algunas historias del lugar mientras sus clones recolectaban información y libros. Fue un duro mes para aprender pero nada que un abuso de los clones de sombras no solucionara.
Durante su corta estancia miro la misma pintura en una de las habitaciones. Pero a diferencia de ésta, la de las ruinas se encontraba en condiciones deplorables, un vestigio de un antiguo accidente, pensó; por las diversas marcas de fuego que estropearon tan hermosa muestra de arte.
Los ojos de Naruto se ampliaron como platos. Mirando al ataúd y luego a la pintura, los engranajes en su cabeza giraron tiempo extra. Una serpiente de miedo subió por su espalda, sus ojos se posaron en el vampiro, que se mantuvo en silencio.
"Existe una leyenda" dijo Drácula, "Una noche de luna llena; Lady Lubov se encontró con un solitario Conde por casualidad. Se dice que en el mundo no existían dos almas que se querían tanto. Finalmente se casaron y se establecieron en el castillo Lubov. Tuvieron un hijo. Pero entonces, ocurrió una horrible tragedia. Un incendio comenzó misteriosamente y mató a los dos".
"La leyenda está mal" La cortina que cubría el resto de la pintura fue removida por Drácula en un rápido movimiento; confirmando las sospechas de Naruto "Solo la esposa murio" la imagen completa fue la de una familia. Drácula, su esposa y su recién nacida bebé; cada pincelada captando el amor de los padres por el pequeño bulto en manos de la mujer.
"Y no fue un misterioso incendio lo que la mató" Drácula se giró a Naruto, sus ojos brillando de furia y dolor; pesar por el ser amado perdido. "Fue asesinada por los de tu clase ¡Ellos son los verdaderos monstruos!".
Ninguna palabra fue dicha en un corto tiempo, fue Drácula el que rompió el silencio "Construí este lugar para mi amada, para proteger a su hija. Como padre haces todo lo posible para mantener a tu familia a salvo. Incluso si tienes que romper su confianza".
El Uzumaki recordó al viejo Sandaime Hokage ¿Cuantas veces le pregunto al viejo por sus padres? Solo para recibir la misma mentira de que el viejo nunca los conoció. Fue en su pelea contra Nagato que Naruto se enteró que el viejo le mentía; solo para protegerlo de los enemigos que su padre ganó con los años.
"Y ahora, Mavis tiene sentimientos por ti".
"¿Eh?" parpadeando un par de veces como un búho, Naruto salió de su pasado para escuchar lo que el vampiro dijo "Espera ¿Yo? ¿Por qué lo haría? No soy nada especial" en su mente Mavis fue sin duda la mujer más hermosa y divertida que ha conocido. Claro, en las naciones elementales vivió unas pocas experiencias con varias mujeres que eran el sueño de cualquier hombre. Pero con cada una de ellas sintió siempre que no terminaba de encajar, de hacer click.
"No, está bien" dijo Drácula sonriendo ligeramente al nervioso niño "Eres un buen chico. Si el mundo fuera diferente, tal vez hubiera sido posible" dijo frunciendo el ceño.
Sabiendo a lo que se refería, Naruto trato de plantear su punto de vista "No es tan malo, quizás no se como era el mundo hace 100 años, pero he conocido a muchas personas alrededor del mundo" recordó la primera vez que uso chakra en público, en vez de miedo por lo desconocido, las personas se sintieron atraídas y emocionadas "Los humanos no son completamente malos, solo tienen miedo".
Drácula miro la honestidad en los ojos del rubio, una confianza inquebrantable que hacía al vampiro querer confiar. Pero el amor a su esposa e hija le hizo dudar "¿Estás seguro que sí salimos a la luz, todos nos aceptaran? ¿Todos?" enfatizó.
MONSTRUO!".
"¡Demonio!".
"¿Por qué no nos haces un favor y te mueres maldito mocoso?".
La confianza de Naruto flaqueo, cientos de voces inundaron su mente con mensajes de odio y muerte. El rencor del pueblo fue mayor a sus esfuerzos, casi todos le dieron la espalda solo dejó de ser útil; un puñado de personas fueron los únicos rayos de luz en su oscura estancia en Konoha, un limitado número de personas que le ayudaron y apoyaron en su búsqueda de la felicidad.
"No" dijo. No podría perdonarse exponer a Mavis a tal dolor. Verla llorar por querer agradar a personas demasiado arraigadas a su odio. Obligarla a dormir con un ojo abierto por miedo a que alguien trate entrar otra vez a tu casa y acabar lo que el Cuarto Hokage no pudo.
"No importa cuánto lo intentes, nunca te aceptarán" sí tenía que ser odiado por Mavis que así sea, pero no la dejaría experimentar el estar rodeada de personas y sentir la soledad.
"Será mejor que me vaya" dijo Naruto dándole la espalda a Drácula "Yo… Gracias por todo Drácula y no te preocupes; mantendré el hotel en secreto" dijo listo para irse sin que Mavis lo viera; no creía ser capaz de despedirse de la pelinegra.
"No, no, no, no, no" dijo Drácula poniendo una mano en el hombro de Naruto, sin saberlo evitando usará el jutsu firma de su padre para salir del hotel "No quiero arruinar su fiesta de cumpleaños. Te irás en silencio cuando todo acabe".
"Lo siento" dijo mirando a Drácula con una triste sonrisa "Lo último que quería era herir a Mavis".
El hombre de cabellera negra devolvió la sonrisa, pasando su brazo fraternalmente por los hombros del rubio "Para un Demonio de Ira como los Asuras, sí que puedes ser muy suave".
"Oh, cállate" dijo Naruto. Ambos comenzaron a reír, bromeando un poco mientras salían de la habitación. Naruto miro al ataúd que dejaban atrás, frunció el ceño contemplando la idea en su cabeza. Tendría que preguntarle a Kurama por los detalles, pero sí podía hacerlo quizás la vida de Mavis en el hotel podía ser más amena.
[Más tarde; habitación de Mavis]
Si existiera una máquina capaz de medir la emoción; habría explotado en cientos de pedazos al tratar de leer los niveles de la hija de Drácula. Mavis se encontraba en la novena nube; tras una corta, pero divertida estadía en el Spa del hotel junto a Naruto, la pelinegra se alistaba para la gran noche, hoy sería su fiesta de cumpleaños.
Mavis río, cayendo de espaldas a su cama. Junto a ella estaba la ropa que usaría para la fiesta; su conjunto usual, tal vez. Pero que mejoró al añadirle una capa negra con el interior morado oscuro.
Nunca se sintió más emocionada en su vida; como mariposas salvajes revoloteando en su estómago.
Se levantó; saltando del colchón a la mesa junto a su cama dónde dejó el presente de Naruto. La bufanda negra fue perfectamente doblada encima de la mesa. Mavis tomó la prenda entre sus manos, sonriendo ligeramente mientras acariciaba el murciélago bordado. Suspiro de manera soñadora al abrazarla contra su pecho; giró en sus talones, soñando despierta con diversos escenarios que su mente fabricaba de ella y Naruto teniendo una verdadera cita.
O por lo menos lo hizo hasta que al detenerse frente a su espejo de cuerpo completo vio su alegre reflejo.
Espera ¿su reflejo?
"Whaaa" gritó la pelinegra dando un paso atrás de sorpresa, esto provocó que tropezara y posteriormente cayera de trasero al suelo. Sobando su ligeramente magullada retaguardia, Mavis levantó su vista solo para notar que su reflejo había desaparecido misteriosamente. Parpadeo confundida incapaz de comprender lo que ocurrió.
"Mi bufanda" se dijo Mavis, la prenda había volado de sus manos terminando por quedar colgando en el espejo.
Negando con la cabeza se levanto, camino a tomar la querida prenda, pero grande fue su sorpresa que al tocar la tela su reflejo nuevamente apareció en el espejo.
Mavis no pudo evitar dar un paso preventivo hacia atrás, retirando su mano de la tela. Como por arte de magia su reflejo desapareció.
"¿Como?" intrigada, Mavis comenzó a jugar con la bufanda, apareciendo y desapareciendo. No podía concebir la idea de ver su propio reflejo. Conocía su propia apariencia por retratos y pinturas. Fue después de todo la maldición de los vampiros; junto a no ser capaces de caminar en el día. Fue la cruz que los de su familia les tocó cargar.
En ese momento la cabeza de Mavis recordó su tiempo con Naruto en el Spa. Fue breve, pero su querido amigo -enamorado secreto- le pidió prestada su bufanda por un momento, algo extraño pero no le presto importancia, por lo que sin dudarlo cumplio con la solicitud.
"¿Será otro de sus podere?" se preguntó en voz alta. Tendría sentido considerando las diversas sorpresas que Naruto ya había mostrado.
Con una sonrisa, escribió una nota mental para agradecerle esta nueva experiencia… y hacerle una broma por no haber avisado. Pero por el momento se tenía que preparar, alistarse para lo que sería la mejor fiesta de cumpleaños de su vida.
[Medianoche; Fiesta de cumpleaños de Mavis]
La música retumbaba en el gran salón de fiestas; luces de colores iluminaron el cuarto. Monstruos de todos tipos y tamaños bailaban al son de la música de los amigos de Drácula; quienes tocaban una versión mejorada de su canción original.
Alegría, emoción y diversión. Cada buena vibra rodeaba a los monstruos que festejaban el día de nacimiento de Mavis.
Un poco lejos del escenario, Naruto se quedo de pie con una sonrisa plasmada en su rostro. El Uzumaki dejó atrás su ropa casual en pos de usar algo más formal, pantalones y saco negros con una camisa de manga larga de color blanco; un par de botones desabotonados que dejaba al descubierto ligeramente su torso tatuado.
Se sentía un poco débil. bueno, muy débil. Tras la divertida cita de amigos que tuvo con Mavis habló con el zorro de nueve colas. Le planteó su plan para darle un último regalo de despedida a Mavis y a Drácula, está de más decir que el zorro gigante le pareció un plan por demás arriesgado. Tal acción pondría en peligro la vida de su contenedor.
Pero sabiendo que Naruto es el tipo de persona terca, incapaz de pensar en sí antes que en los demás, el zorro terminó por ayudarle.
Ahora Naruto se arrepiente un poco de lo que hizo, no mucho realmente. Sabía que con el nuevo regalo; Mavis lograría tener lo que él siempre deseó, una familia.
'No puedo creer que sea tan agotador' pensó Naruto.
"Considerando que fue tu primera vez utilizando un jutsu de tal magnitud, me sorprende que estés de pie. Incluso sacrificando cuatro de mis colas de chakra, la presión ejercida en el usuario es fatal" indicó el Biju, bostezando sonoramente al final.
'Gracias de nuevo, Kurama. Sin ti probablemente habría perdido la mitad de mi tiempo de vida'
"¡Bostezo! Lo se, soy increible. Por cierto. ¿Realmente piensas dejar a la mocosa? Es decir, realmente parece que le gustas, y por lo que veo a ti también te gusta".
La conversación se quedo estancada, Naruto incapaz de responder a la pregunta de su amigo de tanto tiempo y el zorro impaciente por la respuesta. Durante su vida encerrado, al nueve colas le podría haber importado poco la vida de alguno de sus contenedores. Pero el rubio de bigotes fue el primero en ganarse su respeto, por lo que viendo a Naruto dispuesto a renunciar a alguien que lo hacía verdaderamente feliz no pudo evitar cuestionar su decisión.
'Es lo mejor, Kurama. Ella es un vampiro y yo un simple humano' pensó el rubio sin notar como el zorro rodaba los ojos. Si claro, 'Normal' '¿Que pasara si se llega a enterar? ¿Como reaccionaria si sabe que le mentí?' sin mencionar ser parte de la raza que le quitó la oportunidad de vivir feliz con su madre.
"Te lo tomas muy apecho..." la voz del zorro salió agotada, casi entrecortada "...Maldita sea, me estoy oxidando" como podía ser posible que el perder cuatro colas de chakra, él, el bijuu más poderoso de todos se sintiera tan agotado. Culpaba a Naruto por no tener una buena pelea. no importaba cuanto entrenaba y dominaba los secretos del rinnegan.
'Quizas deberias descansar, Kurama'.
"Olvidalo, alguien tiene que cuidarte para que no lo arruines".
'Vamos, sí es por lo de la piscina, admito me distraje por un segundo. Pero no volverá a pasar' dijo Naruto, desde que ocurrió el incidente de casi dejar caer su ilusión sobre su cuerpo, el zorro de nueve colas se encargó de mantenerla arriba.
"¡Suspiro! Está bien, pero no lo arruines mocoso. Y recuerda; pelea por esa hembra, secuestrarla si es necesario. Te toca ser feliz, maldita sea".
Naruto de inmediato sintió la ilusión caer por un breve segundo, demasiado rápido como para ser notado con las luces altas y música fuerte se envolvió en su genjutsu. Ahora solo era cuestión de tiempo para que la pelinegra apareciera, bailar un par de canciones y luego desaparecer entre la multitud. Con suerte y Mavis se olvidaría de él.
No le gustaba para nada el plan. Se sintió mal, incorrecto. Pero su corazón no soportaría otra traición, y si llegase a ver esa mirada de odio que casi todo el mundo en Konoha le daba en el rostro de Mavis. Naruto no podría enfrentarlo.
Sus pensamientos, sin embargo; pasaron al olvido al notar una niebla azul acercándose, viajando entre el gentío con la única misión de llegar al rubio estático. Quien al ver la neblina no pudo evitar sonreír.
Y en un movimiento, el cuerpo de Mavis se presentó en todo su esplendor. Sus grandes ojos azules brillando de emoción, su tersa y pálida piel adquiriendo un brillo coqueto que con el maquillaje ligero y el delineador, le hacía parecer aún más hermosa en opinión de Naruto.
"Whoa" dijo Naruto mirando de arriba a abajo a la pelinegra, deteniéndose un momento al notar su bufanda en la estrecha cintura de Mavis siendo usada como un cinturón, "Te ves hermosa-ttebayo".
Dando una risita en un fallido intento para ocultar el sonrojo provocado por el cumplido, Mavis se pasó un mechón de cabello por detrás de la oreja "Gracias" dijo mirando al rubio vestido tan elegante "Y gracias por la fiesta".
"De nada" respondió Naruto antes de recordar algo "Oh, es verdad" aplaudiendo un par de veces al aire, el rubio invocó una serie de luces similares a luciérnagas de diversos colores, pero en realidad eran parte de un genjutsu que solo Mavis era capaz de ver.
La pelinegra miró a su alrededor, sus ojos adquiriendo un brillo de curiosidad al notar cómo el mundo a su alrededor se oscurecía. Se volteo a ver a Naruto pero no lo encontró; haciendo que sintiera un poco de miedo de estar sola. Sin embargo, el mundo a su alrededor se distorciono en diversos paisajes que aparecieron a su alrededor, viajes que no duraban más que segundos, de grandes llanuras de arena y pirámides a lo que se podría llamar una jungla de concreto, pero fue la playa con el sol del atardecer besando las olas lo que se llevó las palmas.
Al final, el mundo de Mavis volvió a explotar en cientos de fuegos artificiales, miles de colores brillaron frente a la pelinegra que sin poder decir palabra alguna se quedo maravillada del espectáculo de luces.
"Es… increíble" murmuró Mavis una vez regresó al mundo real, encontrándose que no se movió de su lugar de pie.
La pelinegra salió de su ensueño al sacudir su cabeza, su amigo nuevamente sin saberlo la inspiró a querer explorar el mundo. Incluso si el espectáculo que Naruto fabricó le dio una buena idea del mundo de afuera del hotel, ella quería explorarlo por ella misma… con Naruto a su lado.
Una sonrisa apareció en su rostro, mirando a su espalda noto a Naruto con sus manos metidas en los bolsillos y una siempre presente sonrisa en su rostro. Queriendo vengarse de la sorpresa de su bufanda; Mavis cruzó en x los brazos frente a su pecho, dejándose caer de espaldas. La acción alarmó a Naruto, quien se puso justo detrás de Mavis para atraparla.
Grande fue su sorpresa cuando la vampira explotó en niebla en sus brazos con excepción de su capa. Aunque confundido, Naruto no tuvo tiempo de pensarlo mucho; la niebla de alguna forma tomó un par de puntas de la capa y lo jalo rumbo a la pista de baile. Mavis reapareció con su capa puesta antes de comenzar a bailar con Naruto dando su mejor esfuerzo en alegrar a la Vampira.
Bailaron no saben por cuánto tiempo, el mundo a su alrededor no existía para el par de amigos, Naruto trataba de imitar los pasos de una película que miro hace meses. Mavis solo se guiaba por instinto, dejando a la música tomar su cuerpo.
Naruto dejó de bailar un segundo después de notar la mirada penetrante de Mavis, los ojos azules relucían con un brillo que Naruto jamás había visto antes "¿Mavis?" pregunto sin obtener respuesta verbal. La hija de Drácula dio un paso al frente, y luego otro, acercándose de manera lenta al bigotudo rubio.
Sin previo aviso, Mavis reclamo los labios de Naruto, siendo ella un poco más baja que él, se vio en la necesidad de ponerse de puntillas, pero eso no importo cuando ambos sintieron una corriente eléctrica recorrer sus cuerpos. Fue similar a recorrer un desierto durante días y por fin tener un trago de preciada agua, sentir que encontraste esa parte de de ti que no sabías que faltaba.
Ambos, Naruto y Mavis cerraron sus ojos, instintivamente el rubio llevo sus manos a las caderas de la pelinegra acercandola a su ser, fue una sensación de otro mundo, brotaron chispas se podría decir. Fue un beso casto, lento y suave, sin intentos de invadir la boca del otro. Pero como cualquier depredador, sintieron hambre, una necesidad de más, pero cualquier intento de ir más lejos fue cortada por Drácula que apareció entre ambos en una explosión de niebla; empujando a Naruto lejos de su hija.
"¿Como pudistes?" cuestionó el vampiro, su rostro uno de traición y furia "Después de que compartir mi dolor contigo".
"¡Drácula! Perdon, yo no quería..." trato de decir Naruto pero fue repentinamente interrumpido por Mavis.
"Ya, papá. Fue solo un beso" dijo desde atrás del sobreprotector padre. Drácula podría ser demasiado exagerado con algunas cosas.
"¡No tienes permiso de besar a nadie!" le reprendió Drácula a su hija, Mavis sin encambio se sintió ofendida por tal afirmación.
"Oye, no necesito tu permiso, ya no tengo 83 años. Puedo elegir quien me gusta y salir a explorar el mundo" debatió Mavis, un poco enojada por el maltrato de su padre al chico que le gusta.
"¿Qué?" gritó Drácula "¡Pero sí ya lo vistes! Y no te gusto".
"Bueno, tal vez deba darle otra oportunidad" dijo Mavis, con Naruto junto a ella se sentía bien en tratar una segunda incursión al mundo humano "Ir otra vez al pueblo, solo necesito aprender, ya sabes, viajar como Naru".
Naruto quedo confundido, el Conde se desesperaba más y más por evitar el pueblo; él mismo no quería regresar a ese lugar lleno de caníbales… sí es que quedaba algo.
"¡No! No puedes volver a esa aldea" Drácula trató de disuadir a su hija pero Mavis parecía ganar una voluntad férrea.
"Quizá pueda hacerles ver que podemos ser amigos".
"¡No, eso es imposible!" gritó Drácula trayendo lentamente la atención a la acalorada discusión.
"No puedes estar seguro, todo está en cómo te presentes".
"¡No hará ninguna diferencia!".
"¿Cómo lo sabes?" preguntó Mavis mientras comenzaba a enojarse por los argumentos de su padre.
"Porque simplemente no lo hará".
"¿Por qué no?".
Incapaz de soportar más la presión, de sentir culpa y miedo por la seguridad de su hija; el Conde explotó en un gritó más fuerte que la música. "¡Porque la aldea en realidad no existe!".
Los amigos de Drácula pararon la música, cada monstruo en el salon se quedo estático en su lugar, Naruto se sorprendió de lo dicho; seguro que existía porque fue donde conoció a Mavis. Parecía ser que había más de lo que se miraba a simple vista.
"¿Qué?" murmuró Mavis "¿Que quieres decir conque 'no existe'?" preguntó mientras entornaba los ojos a su padre.
Uno a uno, los amigos de Drácula llegaron a con el trío queriendo una explicación, pero fue Frankenstein quien formuló la pregunta "¿Que hiciste?".
Dándoles la espalda, Drácula se cruzó de brazos "Hice lo que tenía que hacer" dijo tratando de alejarse.
Pero Mavis no permitiría tal acción "¿Que hicistes?" exigió saber "¿Qué es lo que tenías que hacer?" al no ver respuesta de su padre, se comenzó a impacientar "¡DIME!" gritó, sintiendo una mano en su hombro, miró al dueño para ver qué se trataba de Naruto. Aunque pequeño el gesto, logró apaciguar ligeramente su creciente furia.
Sabiendo que no se librará, Drácula dio un largo suspiro; aún sin tener el valor de ver a su hija confesó "Yo… yo construí el pueblo, el personal lo armo" varios jadeos se escuchaban pero al vampiro mayor no le importo "Los zombies se disfrazaron de pueblerinos" Drácula vio cómo su hija se alejaba de él con una mirada perdida, su cerebro tratando de comprender la traición.
"Por favor, mi niña" le rogó Drácula, caminando detrás de Mavis "Sí realmente salieras y llegarás a lastimarte, no podría vivir conmigo mismo".
"¿Pero sí puedes vivir con esto?" le exigió a su padre mientras sus ojos reflejaban nada más que dolor, "¿Mintiendome? ¿Engañandome? Teniéndome aquí para siempre sabiendo mi sueño era salir".
"Mavis" dijo Naruto poniendo sus manos en los hombros de Mavis, obligándola a mirarlo "Se que lo que hizo Drácula fue malo" el rubio le dio una mirada al vampiro, pero solo un segundo antes de volver a la pelinegra "Pero sé que él no tenía malas intenciones".
"¿Tu lo sabías?" preguntó Mavis.
"¡No! Claro que no" le dijo el rubio, pero ahora comprendía porque los zombies trataban de evitarlo a todo momento.
"¡Huano!".
Pero cualquier comentario que Naruto podría haber dicho para defender al pelinegro fue cortado por la repentina aparición de Cuasimodo, el jorobado era empujado por un carro de comida.
Varias risas salieron de los monstruos alrededor, El jorobado estaba vestido con un traje de princesa de color rosa muy grande para su tamaño, con tiara incluida, y maquillaje, sin mencionar que tenía uno de sus dedos de la mano derecha hurgandose su gran nariz .
Naruto silvo inocentemente al recibir la mirada de Drácula, pero rayos, no podían ver una perfecta oportunidad para bromear a alguien y desaprovecharla. Su tiempo de diversión sin embargo fue corto, cuando el jorobado se sobrepuso a la humillación.
"¡HUANO!" gritó mirando a Naruto.
"¿Guano?" preguntó Murray en un intento de descubrir lo que musitaba el cocinero.
Suspirando de alivio, Naruto estaba apunto de lanzar fuera de la fiesta al congelado monstruo, pero fue detenido por una mosca humanoide que se posó junto al jorobado "Esperen, hablo congelates" la mosca prestó atención a lo que Cuasimodo gritaba, y con calma se giró al público "Dice que Drácula ha traído a un humano al hotel".
Los monstruos jadearon de miedo, una pareja casada de gremlins se abrazó con miedo, temerosos de los humanos que los condenaron a la oscuridad. Naruto trago saliva, mirando a Mavis parecer perturbada de tal afirmación.
Cuasimodo musito una frases más, antes de que con calma nuevamente la mosca lo transmitiese "Él dice 'El rubio es un humano' con un acento francés muy marcado" habló señalando al Uzumaki.
"Je, Naruto no es un humano" defendió Frankenstein, "Es un Asura" muchos de los presentes asintieron de acuerdo, el gigante construido de varios hombres se volvió a Cuasimodo "Él nos miente".
"Sí" gritó de acuerdo Griffin "¿Y porque está hurgándose la nariz?" la momia quería preguntar el ¿por que estaba vestido de princesa? Fue una duda que plagó la mente de muchos, sin embargo nadie quería atreverse a cuestionar los gustos de cada quien.
Nuevamente con muy dificiles gestos faciales Cuasimodo contestó "Él dice 'Es una larga historia'".
Ya cansado de esto, Naruto no quería hacer nada más que romperle la nariz al jorobado, pero sus sensibles oídos captaron un sonido procedente por encima de su cabeza, Confundido, miró al techo solo para ampliar los ojos en horror al ver como la rata de Cuasimodo roia el último eslabón de la cuerda que sostenía la esfera disco.
El tiempo parecía detenerse, en un rápido movimiento el rubio empujo lejos a Mavis y Drácula que eran los más cercanos al impacto, al caer, ambos voltearon a su atacante solo para verlo siendo aplastado por la esfera brillante.
"NARUTO" gritó Mavis horrorizada, lista para lanzarse al rescate de su enamoramiento.
Pero no fue necesario cuando la esfera se partió en dos, revelando al Uzumaki completamente ileso, solo por su camisa blanca que al moverse para partir la esfera entrante, dejó expuesto su torso.
"'He aquí al humano' él dice" tradujo la mosca.
Naruto no comprendió de inmediato, los monstruos comenzaron a gritar y señalar al Uzumaki, confundido, miró abajo para notar que su camisa estaba rota, mostrando su verdadera piel llena de cicatrices, su ilusión completamente expuesta.
Pánico y miedo fueron los sentimientos que predominaban la sala, los gritos le recordaban a Naruto su antigua casa, el como sin pensarlo dos veces la gente lo comenzaba a juzgar. Entre todas las personas corriendo, Naruto pudo vislumbrar a la única que realmente le importaba caminando tortuosamente lento a él.
"¿Es verdad?" preguntó Mavis, mirando a los ojos a Naruto, casi suplicando una respuesta "¿Eres un humano?".
Sintió que su corazón se detenía, suspirando,"Si" Naruto dijo, bajó la mirada al suelo, incapaz de cumplir con los acusadores ojos de Mavis "Lo siento".
Pero Naruto abrió los ojos al sentir un par de delgados brazos envolviendo su torso. Miro abajo y su corazón comenzó a latir de nuevo "No me importa" dijo Mavis lo abrazo más fuerte, enterrando su rostro en su pecho semidesnudo "Aún así quiero estar contigo".
No había palabras que lograsen expresar lo que Naruto experimentaba actualmente, frente a él, justo al alcance de sus brazos. Fue la primera mujer que realmente no le importo lo que los demás dijesen, que fue su decisión estar con él. Dándole la espalda a todo con tal de no dejarlo ir.
'Asi que asi se siente' pensó. Ahora comprendía el amor incondicional. Sus brazos lentamente comenzaron a cerrarse alrededor de ella, dispuesto a aceptar este regalo, abrazar esta confesión con todos los sentimientos que podía juntar. Besarla, abrazarla, simplemente amarla con desesperación; ese fue su plan, se lo merecía, se dijo.
Pero cometió el gran error de mirar arriba, sus ojos captaron a Drácula, el señor de la noche le se veía derrotado. Ahora podía entender lo que a Drácula más le temía. Perder a su hija, perder a la hija de la mujer que llegó a amar con todo su corazón.
'Lo siento' pensó, respirando una última vez el suave aroma de Mavis antes de hacer algo que estaba seguro se arrepentiría por el resto de su vida.
"¿En serio?" Mavis parpadeo confundida al sentir el tono frío de Naruto, al lograr contacto visual se asustó un poco pues los hermosos y cálidos ojos azules se habían convertido en témpanos de hielo.
"¿Naru?" pregunto, pero en vez de honrarla con una respuesta, fue empujada fuera.
"Alejate de mi, monstruo" los ojos de Mavis se llenaron de incredulidad, Naruto metió sus manos en los bolsillos, dándole una desagradable sonrisa de superioridad.
"¿Qué ocurre?" preguntó Mavis. No podía comprender el repentino cambio de su enamoramiento, viéndolo reír cruelmente mientras le daba la espalda.
"Solo... es gracioso" dijo sin dignarse a ver la cara confundida de Mavis "¿Piensas realmente que un humano como yo podría enamorarse de un monstruo? Ja, por favor".
"P..pero yo creí. Pense que habiamos hecho-" trato de explicar Mavis; decirle el sentimiento que ella creía tener por él, pero Naruto no se lo permitió, la interrumpió con una cruel risa mientras comenzó a caminar lejos de ella.
"Eras solo un juego para mi" el corazón de la vampírica chica se entrujo, "Y tengo que admitir, ya me aburrió" sin decir otra palabra se dirigió a la puerta. Cada monstruo que se le cruzaba se alejaba con miedo del humano, incapaces de ver el esfuerzo en sus sombríos ojos para detener las lágrimas.
Drácula se acercó a su hija, el miedo se calmó ligeramente al ver al humano salir del salon. Tentativamente el pelinegro puso una mano en el hombro de su hija para reconfortarla, pero no esperaba que Mavis golpeara la mano en su hombro mientras se giraba con pequeñas lágrimas en las comisuras de sus ojos.
"¡Todo esto es tu culpa!".
No quería, estar en el salon, la pelinegra se transformó en un murciélago antes de volar lejos de la fiesta. Uno a uno, los monstruos comenzaron a dejar el salon de fiestas, gritando su molestia y la promesa de no volver nunca. No importaba para nada en el vampiro, quien sin nadie a su alrededor se quedo completamente solo.
[En una cierta habitación]
Oscuridad.
Sombras fue lo único que pudo ver al abrir sus ojos desde sabe cuánto tiempo. Se sentía cansada, agotada de hecho. Cada músculo en su cuerpo protestaba en dolor, su cabeza no dejaba de dar vueltas, su sangre quemaba sus venas como… ¡Como el fuego!
"¡MAVIS!" gritó la mujer alarmada, con esfuerzo tratando de levantarse fuera del ataúd que sin saberlo fue su lugar de descanso por más de cien años. Sin embargo su cuerpo estaba débil, incapaz de moverse demasiado rápido para comprobar a su amada hija
Ella respiró pesadamente, los recuerdos la invadieron de repente, su última visión antes de que la oscuridad la reclamase fue la de su hogar en llamas, asaltada por humanos asustados. Había muerto, de eso estaba segura, no sabía cómo pero antes de cerrar sus ojos y soltar su último suspiro de vida sintió un agonizante dolor en su corazón.
Pero eso no importaba, ella tenía que levantarse, asegurarse que su hija, su primogénita, el resultado del amor de su amado y ella estuviera a salvo. Antes de lograr moverse sin embargo, noto una pequeña mesa de noche junto al ataúd en el que estaba.
Sus ojos brillaron al notar una copa de líquido rojo hasta el borde descansando en la mesa. Junto a la copa se encontraba una hoja doblada por la mitad. Ella no quería, pero sabía necesitaba la sangre, la garganta le ardía, por mucho tiempo se negó a beber la sangre de un ser humano, ella no quería ser como los monstruos de antaño, aquellos que ganaron con creces el miedo y odio de los humanos.
Temblorosa como se encontraba, sus manos rodearon la base de la copa teniendo cuidado de no derramar ni una sola gota; el aroma de lejos era seductor, pero teniendo la copa a escasos centímetros fue embriagante. No quería, pero lo necesitaba, por Mavis.
Echó la cabeza atrás dejando que el vital líquido entrara por su boca, la tibia sangre viajó por su garganta como un mar que calma un incendio. La textura, el sabor, cada pequeño detalle fue registrado en su memoria, en su vida probó tan exquisita sangre: al terminar su copa en increíbles 10 segundos, la mujer la lanzó al suelo rompiendo el cristal mientras se levantaba.
Se sentía tan viva, quien quiera fuera el dueño de la sangre fue por mucho un espécimen saludable, perfectamente alimentado y que mantenía su cuerpo como un templo. Su lengua alcanzó una pequeña gota en la comisura de su boca, delicioso.
Sacudió sin embargo su cabeza, no era tiempo de perderse en sus impulsos primarios. Como una Condesa, una mujer perteneciente a la más alta estirpe de las familias nobles vampiricas, ella tenía el control suficiente para no caer en un frenesí de sed.
La luna atravesando la ventana le llamó la atención, el astro rey de la noche iluminaba tenuemente la habitación, permitiéndole ver más allá del ataúd en que despertó; cortinas roídas, polvo y muy poca decoración. Se preguntó ¿Dónde estaba? ¿Como llego? y lo más importante ¿Como es posible que siga viva?
La atención de la mujer fue nuevamente ganada por la mesa de noche, con su renovada fuerza no fue problema saltar fuera del ataúd y caer de pie. Tomó la nota; inspeccionando el papel, lo único que encontró en el exterior fue un pequeño remolino rojo usado como sello, curiosa, abrió el papel por la mitad; leyendo con calma su contenido.
Estimada señora Drácula Martha.
Necesito mantenga la calma por lo que en esta carta está escrito… Usted murió. Hace aproximadamente más de 100 años, las cosas han cambiado desde entonces, y puede que se encuentre confundida-ttebayo.
Actualmente está en transilvania, en un hotel construidos para monstruos, o como Drácula prefiere llamarlo su 'santuario'. Construido bajo las órdenes de Drácula para mantener a salvo a su hija Mavis. En este hotel se encuentra su hija y su marido.
Usando poderes más allá de la comprensión he logrado regresarle la vida. No se pregunte como, ni yo mismo lo se. Kurama Un amigo mio me dijo que era demasiado cabezotas para comprender la complejidad de lo que hice, me duele admitir que tiene un poco de razón.
El día de hoy es el cumpleaños número 118 de su hija… en realidad la fiesta. Creo que cumplio años ayer, Pero estoy divagando. Antes de tener que irme para siempre le pido solo un favor. Haga feliz a Mavis.
Se que es su madre y no debería estar pidiendo esto. Pero ella es realmente especial para mi. Ella es tierna, fuerte, graciosa, divertida. Creo que lo heredó de usted porque Drácula es todo lo contrario.
Mavis es como nadie que he conocido, es única. Y me preocupa tanto, que me veo obligado a dejarla. Por su seguridad y la de su familia, es egoísta de mi parte; pero sí eso la mantiene a salvo no me arrepiento.
Ps. Destruya la carta una vez termine de leerla.
Martha miró el papel en sus manos, casi podía percibir los sentimientos en cada palabra. Fue la carta de alguien enamorado. Ella no había vivido -y luego renacido- por tanto tiempo por nada. Fue un hombre sin duda, y uno que estaba dispuesto a todo por su hija.
"Mi bebé" susurró la mujer, antes de hacer lo contrario a lo que estipulaba la carta y guardarla. Miro a la ventana, la luna comenzaba a ocultarse, pronto amanecería. Desterrando a la mujer a las sombras e incapaz de salir del castillo en que se encontraba.
Drácula camino por los pasillos de su hotel, su semblante triste e impotente. Su hija, su amada hija ahora más que probablemente lo odiaba. Y tenía razón de hacerlo. Sus mentiras y engaños solo trajeron dolor y pena, traicionó la confianza de su hija; por miedo a perderla al igual que lo hizo con su madre.
Paro frente a una puerta en específico, se llenó de valor y golpeó la puerta un par de veces "Mavis, cariño ¿estás ahí?" preguntó, pero el silencio le respondió, tocó nuevamente ahora rogando por su hija, pero nadie le contestó.
Giro la perilla y entro, mirando la vacía habitación, varias cosas estaban tiradas; ropa, peluches, parecía un torbellino arrasó con el cuarto, pero lo que le provocó miedo, fue ver el espejo de cuerpo entero de su hija roto, telas de araña se extendieron desde un punto en específico, dando a entender que la chica lo golpeó, algunas gotas de sangre había caído sobre una bufanda negra tirada.
"¡¿Mavis?!" gritó el padre con urgencia, busco en el baño, bajo la cama, por todo el cuarto hasta que una brisa le sopló en la nuca, dando la vuelta vio la ventana abierta de par en par con el amanecer golpeando las altas montañas de transilvania
El miedo inundó su ser, en una rápida transformación salió por la ventana convertido en un murciélago, gritando el nombre de su hija a todo pulmón. "¡Mavis! ¿Dónde estás, Mavis?" desesperadamente miró a su alrededor. Sin embargo, su miedo pronto se convirtió en alivio al ver a su hija sentada en el techo del hotel, sus piernas abrazadas contra su pecho, con su cabeza descansando en sus rodillas.
Drácula voló junto a su hija, transformándose en humano y caer de pie junto a su hija, los oídos del vampiro recogieron los sollozos de su hija. Se sentó junto a ella en un incómodo silencio que era solo llenado por el lamento de Mavis.
"Papá" fue Mavis quien rompió el silencio aún sin levantar su cabeza "¿Puedo pedirte un favor?".
"Sí, claro mi ratoncita, cualquier cosa" dijo Drácula en un intento de dar el primer pasó a ganar el perdón de su hija.
Mavis levantó su cabeza, lágrimas secas y nuevas adornaban sus mejillas. Sus ojos azules hinchados y rojos de tanto llorar miraron al frente con el brillo natural de la mujer muerto "¿Puedes ¡Sniff! Puedes borrar mis recuerdos?" preguntó aún sin querer ver a su padre.
La solicitud alarmó a Drácula, su rostro reflejando sorpresa, pero rápidamente negó con la cabeza "No, no, no, no, no haré eso. Hay muchas cosas que quiero que recuerdes".
Lágrimas comenzaron a resbalar de los ojos de Mavis y dejó caer la cabeza sobre sus rodillas nuevamente "Tenías razón, papá" Drácula miró a su hija, notando los dientes apretados en un intento de no dejar salir los jadeos de dolor que su roto corazón deseaba expresar "Los humanos nos odian".
"Cariño, hay muchos monstruos que serían un buen partido" trato de consolar Drácula "Aún eres joven, tienes muchas cosas por..." pero su discurso se interrumpió una vez noto el libro sostenido en las manos de su hija.
"¿Qué es eso? ¿Qué estás leyendo?" preguntó Drácula, obteniendo el libro entregado por su hija, sus ojos se abrieron al notar la caligrafía de la única mujer que amo en el mundo.
"El verdadero amor, por Mamá.
Para tu cumpleaños número 118.
Dos murciélagos una noche de fulgor.
Sintieron un click. A primera vista el amor.
Supieron entonces que serían marido y mujer.
Pues el click solo ocurre en la vida una vez.
Tu click llegara, mi amor.
Atesoralo.
Con amor, mamá"
"Pensé haberlo sentido".
Drácula miró sorprendido a su hija "¿Tu y Naruto?".
Mavis se acurruco en una temblorosa bola a la mención del rubio, amargas lágrimas descendieron de sus ojos "Supongo que era solo yo" dijo, mirando al próximo amanecer sin ningún tipo de alegría "Pero deverias estar feliz, papá" dijo atrayendo otra vez la atención del consternado hombre "Ya no hay razón para que me vaya. No tengo sueños. Ahora...ahora soy como tu".
Dando un último vistazo al horizonte, Mavis se levantó, transformándose en murciélago antes de salir volando a su habitación. Sin notar como un pedazo de plastico se le habia caido.
Algo que noto Drácula, el pelinegro miró el objeto y sus ojos se fijaron en el plástico que con el viento comenzó a ser arrastrado al borde del techo. Drácula se adelantó, tomando la postal en su mano. Al verla más de cerca, noto que fue era la misma postal que su hija sacó de su baúl de recuerdos.
"Martha ¿Que he hecho?" preguntó al cielo, estaba tan concentrado en su pena que no escucho el como alguien estornudo justo del otro lado del techo.
[Vestíbulo]
Caos, asi se podia definir el vestíbulo del prestigioso hotel. Una conglomeración de monstruos de todo tipo y tamaño, cada uno gritando por pagar sus cuestas, entregar sus llaves y nunca más regresar, entre ellos se encontraban el hombre lobo y su esposa, así como el hombre invisible. "¡Disculpe!" Pero de entre todos los monstruos, uno se abrió pasó entre el gentío con dos enormes cajas de cartón; fue Murray quien al llegar azotó el par de cajas en el mostrador.
"Tengo un par de monstruos para envio expres" dijo ya todos sabiendo que los que estaban en la caja se trataban de Frankenstein y su esposa.
Pero antes de que los zombies lograsen tratar de calmar a los monstruos un murciélago muy conocido voló por el lobby hasta la recepción, flotando detrás de la barra "Por favor, amigos. Deténganse".
"¡Muy tarde, rata de dos alas!" gritó la momia señalando al vampiro transformado. Ganando muchos gritos de afirmación.
Dejando caer su transformación al aterrizar detrás de la barra; Drácula se enfrentó a sus amigos "Por favor, se los ruego ¡Necesito que me ayuden a encontrar a Naruto!".
"¿Al humano?" gritó Wayne realmente asustado "Él pudo Matarnos".
"¡Toco mi guitarra!" gritó la momia.
Las quejas no solo vinieron de los amigos de Drácula; uno a uno, los monstruos reunidos gritaron sus protestas, como los humanos son malos, listos para asesinarlos a la menor provocación; en ese instante Drácula se dio cuenta que él fue quien realmente había sembrado las dudas. Pidiendo silencio, los monstruos acallaron sus gritos.
"Se que mentí" dijo con su rostro lleno de arrepentimiento "Me equivoqué. Pero deben admitir; Naruto no era un mal chico" luego miró al suelo, recordando los alegres momentos que compartió con el rubio de bigotes, "La verdad es que ya no se si los humanos son malos" la declaración ganó varios jadeos de sorpresa.
Sabiendo que su amigo estaba en la caja encima de la barra, Drácula se acercó "Franky, mi hermano. Por favor háblame" le rogó a la caja.
"No va a hablar contigo" la amortiguada voz de Eunice le interrumpió desde la otra caja "Primero dices que los humanos son malos, ahora son bueno. ¿Qué sigue?" preguntó retóricamente "¿Arriba es abajo? ¿El frío es caliente? ¿Los Gremlins no apestan?" dijo la esposa de Frankenstein sin notar como un gremlin se en verdad se ofendió.
Repentinamente la caja de Franky se abrió; echando fuera al cachorro de lobo sentado encima. Usando su brazo levantó su cabeza de entre la espuma.
"En realidad me agrada Naruto" hablo con honestidad "Monstruo o no, cuenta las mejores historias".
Drácula dio un suspiro "Creo que hicieron Click" dijo refiriéndose al rubio de bigotes y su hija.
"¡¿Hicieron Click?!" preguntaron sorprendidos Wayne y su esposa.
"Pero yo interferir" Drácula dijo con una mirada abatida.
Frankenstein parecía apunto de llorar "Tú haces Click una vez en la vida" no pudo controlarse más; derramando varoniles lágrimas. Las cuales provocó una capa de electricidad rodeara su cabeza.
"Y ahora haces cortocircuito" reprendió Eunice al salir de su caja.
"¡No me importa!" lloró el gigante.
Griffin también conocido como el hombre invisible miró a sus amigos "Bueno, ¿Que estamos esperando? Vamos a buscar a Naruto" la afirmación ganó los asentimientos de los amigos de Drácula; dicho vampiro no pudo evitar sonreír de felicidad, agradeciendo sus amigos emprendieran esta búsqueda con él m
Ni un segundo más tarde; Drácula, Wayne, Murray, Griffin y Franky saltaron por encima del gentío de monstruos; corriendo y en caso de Frankenstein; saltando en su torso a tomar la carroza más rápida. Sin notar como una hermosa mujer de cabello negro estaba recargada en la oscuridad contra uno de los pilares que dejaron atrás al pasar tan rápido.
Martha miró la espalda en retirada de su marido; la luz del día no tardaba en salir, y aún así su amado fue a por lo que él sabía a Mavis le faltaba.
'Así que Naruto' pensó Martha. Tenía pensado ir directo a con su hija, después de todo este humano de nombre extranjero fue tan amable de escribir el número de habitación.
Pero al escuchar los gritos de su esposo clamando por el nombre de su hija, Martha decidió seguirlo.
'No puedo dejar a Dracky todo el trabajo' fue el pensamiento de la pelinegra, su ser explotó en niebla que rápidamente salió a buscar una habitación en específico. Debía ponerse al día con alguien muy especial para ella.
[Caminos de Transilvania]
Rugía el motor, la carroza elegida fue capaz de llevar a todos los monstruos cómodamente; Griffin tras el volante conducía lo más rápido posible siguiendo las huellas de Naruto según el plan de Drácula.
Se adentraron al bosque, no fue difícil de seguir desde que algunos de los árboles alrededor parecían haber sido arrancados de golpe y otros cortados por la mitad. La suerte no les sonrió para siempre; el rastro se acabó abruptamente. Causando a Griffin a frenar.
"Muy bien, debe haberse caído algo de él por alguna parte, busca" dijo Drácula.
La señorita fortuna parecía sonreírles; Drácula encontró por pura suerte los restos tirados de la camisa que Naruto usó la noche anterior, parecía el Uzumaki tras desahogarse con la naturaleza se cambió de ropa.
Tomando la camisa rasgada Drácula sonrió "Muy bien, Wayne. Haz tu magia" dijo el Vampiro presentando la prenda frente a su amigo peludo.
"¿Que? ¿Yo?" pregunto incrédulo el hombre lobo "¿Quieres que rastree su olor?" pregunto antes de sacudir su cabeza "No, mis días de rastreador se terminaron. ¿Sabes cuántos pañales ha cambiado? ¿Cuantos número 2 han destruido esto?" preguntó nuevamente señalando su nariz con tristeza.
"Pero…" dijo Wayne antes de regresar de ánimo con una sonrisa. Usando dos dedos silvo en silencio. Al principio confundió a los monstruos, pero su fe fue recompensada al escuchar aullidos. A lo lejos miraron a los hijos del hombre lobo correr a ellos. Siendo los niños que son ignoraron las órdenes de su padre mientras se dedicaban a pelear entre sí y vandalizar la carroza.
"¡Sentados!" ordenó Wayne so para que ninguno de los cachorros le hicieran caso. El hombre lobo tomó la camisa presentando a sus hijos. "Huelan" pero nuevamente ninguno le escucho. Un par de sus cachorros se alejaron del grupo, corriendo a la espalda de su padre antes de olfatear el trasero "¡No a mi! La camiseta".
"¿Alguno de tus hijos aún te respeta?" pregunto Drácula, no impresionado del salvaje desplante de los cachorros.
"Dame un segundo" dijo Wayne, tomando una pose meditativa antes de chasquear los dedos "Oh, cierto. ¡Winnie! Al frente y al centro".
Como por arte de magia los revoltosos cachorros se congelaron en su lugar, dando espacio suficiente para que la única hija de Wayne caminara entre ellos; cuando la niña estuvo lo suficientemente lejos reanudaron su pelea.
Winnie camino a la camisa, escupiendo de su boca el chupete antes de dar una larga inhalación a la prenda "Se fue por la carretera antes de que una mujer le ofreciera llevarlo" olisqueo la prenda nuevamente "Mustang del 86. La bujía del tercer cilindro necesita ser reemplazada pero por lo demás está bien" olio otra vez la prenda "Condujo por la ciudad hasta el aeropuerto. Vuelo 497, sale a las 8 de la mañana".
"¡Eso es en 15 minutos!" gritó el Vampiro con urgencia.
"Asiento 23A" informó Winnie al olfatear de nuevo la camisa "Pidió Ramen para la cena, pero no tenían; así que no tomo nada".
El señor de la noche se inclinó a la pequeña loba para darle unas tiernas palmaditas a su cabeza peluda "Muchas gracias, linda" le dijo antes de que el pelinegro se girara a ver a los revoltosos cachorros con una mirada severa "Ahora todos ustedes ¡Vuelvan con su madre!".
Drácula y Wayne se subieron otra vez a la carroza, Griffin siguiendo al pie de la letra las indicaciones de Drácula; tenían poco tiempo antes que el rubio se fuera para siempre.
[Aeropuerto. 7:47 am]
Como cualquier día; el aeropuerto estaba lleno de personas yendo y viniendo, abordando aviones o saliendo de ellos. Otros se detuvieron a comprar comida o recuerdos para algún familiar. Este no fue el caso para Naruto Uzumaki quien con su cabeza gacha miraba al suelo con un par de orbes casi muertos.
Sentado en el área de abordaje, el Uzumaki rubio se quedo en silencio, imperturbable por los gritos de niños o estruendosos anuncios.
"Cometistes un error"
"Cállate" murmuró Naruto.
"Di lo que quieras; pero sabes que es verdad" reprendió el Biju.
"Te dije que te callaras" dijo más fuerte, sin notar cómo atraía la atención de algunos transeúntes.
"Eres un cobarde" cuando su contenedor no lo digno con una respuesta, Kurama continuo "Siempre haces lo mismo. Huyes de tus problemas. Cuando casi toda esa maldita aldea se volvió contra ti; escapastes. Y ahora que encuentras un buen lugar, a una buena mujer, corres" el Biju gruño azotando sus colas contra el suelo del paisaje mental del rubio; intencionalmente provocando un dolor de cabeza.
'¿Y qué quieres que haga?' preguntó mentalmente Naruto mientras alzaba su cabeza. Gruesas lágrimas rodaban por sus mejillas marcadas, la última vez que sintió tanta tristeza en su vida fue cuando se enteró de la muerte de Jiraiya 'Ella tiene una vida, ese hotel es su mundo, estará a salvo. Y con el tiempo podrá ser feliz con su familia; no tengo nada que ver con ellos'.
"Estar encadenado a un solo lugar no es una vida"
'¿Y tú qué sabes de eso?' pregunto Naruto. Antes de abrir los ojos en realización. Entendiendo a que se refiere el zorro 'Kurama perdón no quería decirlo'.
"...".
"¿Kurama?" preguntó en voz alta pero el zorro no le respondió. Golpeando su rostro contra las palmas de sus manos Naruto se quedo sentado en solitario, ¿Como no pudo comprender a su más fiel amigo? El zorro seguro entendía a Mavis. Pero en su caso fue peor; estuvo solo, siendo usado como una simple batería por sus anteriores carceleros hasta que se hicieron amigos.
"Pasajeros del vuelo 497 con destino a italia, favor de abordar por la puerta 9" la voz a través del megáfono informo. Naruto revisó su boleto notando que era su vuelo.
Con un suspiro se levantó. No tenía caso seguir en Transilvania; este lugar le trajo mucha diversión y amor. Pero también fue el lugar que lo perdió. Casi arrastrando los pies se fue a abordar su vuelo.
[Ciudad]
Drácula y su grupo por fin arribaron a la ciudad de Transilvania. Después de un movido viaje que incluye barrancos, caídas y muchas ovejas; los monstruos por fin avistaron la entrada a la ciudad "Miren, un humano" dijo Griffin descendiendo ligeramente la velocidad cuando notaron a dicho humano caminar a un costado del camino.
El hombre se giró a los recién llegados; revelando tener orejas puntiagudas falsas junto a una igualmente falsa barba y capa barata en sus hombros, el hombre les sonrió nomas notar su vestimenta "¡Bienvenidos a Transilvania!" justo al término de su frase el hombre aulló al cielo imitando a un hombre lobo.
Los cinco se volvieron a ver al camino; dejando atrás al hombre "Eso fue raro" fue Frankenstein quien rompió el silencio.
A metros de entrar a la ciudad los monstruos fueron nuevamente sorprendidos por una pancarta colgada en la entrada "¿Festival de monstruos?" leyó Wayne muy confundido "¿Que es un festival de monstruos?".
Los carteles no se detuvieron en la entrada, por toda la ciudad las pancartas daban su apoyo y amor por los monstruos con mensajes de 'Quiero a mi momia' y 'Drácula para presidente' "¿Sabían que vendríamos?" pregunto el confundido Murray. Repentinamente se vieron en la necesidad de frenar por la cantidad de humanos vestidos de monstruos bloqueando el camino.
Un niño humano les saludo en los brazos de su madre, una mujer vestida de momia camino cercas del carruaje, al ver a Murray le sonrió y guiñó un ojo; emocionando a la momia. El resto de los presentes miraron a una enorme sombra; notando el gran globo diseñado en Frankenstein.
"¿Ellos nos quieren?" preguntó el gigante mirando a su globo "¿De verdad?"
Drácula bajo la ventanilla del copiloto al notar a un hombre vestido como él caminando a su lado "Disculpe ¿Conoce la ruta más rápida al aeropuerto?" preguntó deteniendo al falso Drácula.
"Si, compañero Drácula" respondió el hombre con un falso acento marcado "Solo hay un camino Bla,bla-bla" señaló a una calle bloqueada por el gentío.
"Pero el camino está bloqueado" respondió Drácula "Nunca llegaremos a tiempo".
"Debieron salir una hora antes. Bla, bla-bla" les dijo el desconocido antes de irse.
Drácula sacó la cabeza de la ventanilla con una mirada entre ofendida y enojada "Yo no digo 'Bla, bla-bla'" gritó agitando el puño, regreso un segundo después a su asiento para dar un largo suspiro "Iremos a pie".
Así lo hicieron, salieron de la carroza con dirección al gentío. Caminaron por un poco trayecto hasta notar un montón de humo saliendo de Drácula. Al verlo Franky inspeccionó a su alrededor, noto una tienda junto a ellos y no tardó en ver lo que buscaba.
Drácula se sorprendió levemente al sentir algo aterrizar en su cabeza, alzó su mirada para notar un gran sombrero cubriendo su persona del sol "Esto te protegerá" dijo Frankenstein a su lado.
"Bla, bla-bla" escupió Drácula, el vampiro estaba ya de por sí molesto y la humillación parecía no acabar.
El grupo continuó caminando demasiado lento para el agrado de Drácula, siendo mayormente confundidos por otros turistas "Imagínese si ese tipo supiera que habló con el verdadero Drácula" dijo Franky "Hubiera salido corriendo despavorido".
Murray ganó una mirada de sorpresa, teniendo una idea por el comentario de su amigo "¡Esperen un momento! Eso es" dijo deteniéndose frente al resto de sus amigos "Tenemos que asustarlos, pero para hacerlo necesitamos mostrarles que somos reales".
"Eso podría funcionar" aportó Drácula. El miedo podría lograr hacer a los humanos correr y despejar el paso lo suficiente para usar su carroza.
Frankenstein parecía confundido "¿Hablas de asustarlos?" preguntó el monstruo "No hemos asustado a nadie durante siglos, no se siquiera si aún puedo" intento rugir, pero lo único que salía fueron lamentables intentos, después de intentarlo otra vez se dio por vencido "No, no tengo nada".
Griffin suspiro, sacando de sabe dónde una caja de fósforos "Vamos a acelerar el proceso' dijo antes de dar vida al fuego, poniendo la llama frente al rostro de su amigo más grande.
El efecto fue inmediato, los ojos de Frankenstein reflejaron el fuego, ensanchandose como platos. Un rugido de terror salió de su boca llamando la atención de los locales. Golpeó con su pie el suelo, rompiendo el hormigón fácilmente mientras rugía a los humanos "¡Fuego! ¡Fuego!" gritó mientras con sus grandes manos escalaba el globo diseñado a su imagen ganando la total atención de los humanos, El gigante se detuvo una vez llego al hombro del globo, rugió como nunca antes provocando que todos se cubrieran los oídos.
Los monstruos esperaban muchas cosas, varios escenarios cruzaron sus mentes, unos mejores que otros. Pero jamás se esperaron que luego del pequeño silencio; los humanos comenzaran a vitorear y animar a su amigo, aplaudiendo como fanáticos a una celebridad.
El amor y aprecio de los humanos confundió a Franky "¿Que no ven que trato de asustarlos? ¡El verdadero Frankenstein!" les gritó.
"¡Lo sabemos! ¡Te amamos!" gritó un desconocido entre la gente, trayendo una nueva serie de aplausos.
"¿Me firmarias mi antorcha?" una mujer gritó alzando el objeto.
La sorpresa fue escrita en el rostro de Franky. Estos humanos no les temían, todo lo contrario, sus miradas llenas de admiración y aprecio. El hombre compuesto por varios cadáveres negó, tenía que concentrarse "Antes que nada. Entre ustedes está el verdadero Drácula".
Un hombre que bebía de una taza parado junto al vampiro lo miró sospechosamente "Pruébalo" ni un momento después los ojos de Drácula brillaron en rojo; hipnotizando al hombre para romper su taza contra la cabeza "Continúa" dijo el hombre satisfecho con su respuesta.
"¡La hija de Drácula está enamorada!" gritó Frankenstein llamando la atención nuevamente "Tiene que llegar al aeropuerto ¡Pero no puede atravesar el gentío".
"¿Por qué no vuela?" preguntó un extraño antes de recibir una palmada en su nuca.
"El sol, Idiota" dijo el que lo golpeó "Es un vampiro".
Frankenstein señaló al agresor con una sonrisa "Así es. Gracias, monstruo nerd" miró a su alrededor, contemplando a los humanos "Gente, sí realmente son nuestros amigos, por favor abran espacio".
El extraño vestido de Drácula con quien hablaron antes hablo "Ya escucharon, todos los Drácula alineados. Bla, bla-bla" dijo, la multitud se dividió con los humanos vestidos del señor de la noche alineados hombro con hombro por todo el camino al aeropuerto "Todos los demás; levanten las capas. Protegan al hermano. Bla, bla-bla".
Cada persona de pie detrás de un Drácula tomó la capa de su compañero, alzando la tela; bloqueando el sol y formando un largo camino de sombras.
Drácula quedo conmovido, estos humanos no estaban llenos de odio a como fueron en el pasado, se quedo quieto mirando esta obra, este gesto de amistad. Salió de sus pensamientos sin embargo, al sentir la mano de su amigo Frankenstein tocando su hombro "Todo es por ti, amigo".
Los humanos comenzaron a animar al vampiro, gritando sus buenos deseos a Drácula. Asintiendo a sus amigos, sus ojos se llenaron de una determinación férrea. El señor de la noche despegó como un cohete, corriendo bajo las sombras proveídas por las capas, corriendo como si no hubiera un mañana. Sus oídos capaces de escuchar los gritos de aliento, la sonrisa en su rostro creciendo con cada rostro que se topaba; mostrando nada más que respeto y admiración.
Fue un corto circuito por la ciudad; llegando al borde del pueblo dónde se incursionó en los frondosos bosques. Después de atravesar la oscuridad natural de los árboles; salió a la luz, notando un único avión a punto de despegar, uso su mejor vista en un intento de localizar a Naruto. Pero en cada ventanilla no podía ver al muchacho.
"No hay otra opción" se dijo, probablemente el Uzumaki estaba en un asiento del otro lado o en el pasillo. Tragando sus dudas el vampiro corrió bajo la implacable luz solar; de inmediato aullando de dolor por quemaduras en su piel. Justo cuando se acercaba a la valla que separaba el aeropuerto se convirtió en murciélago; volando tras el avión. Fue duro, y muy doloroso; dejando detrás de él una estela de cenizas. Pero se obligó a soportarlo, por su hija lo hizo, su esfuerzo se vio recompensado al lograr posicionarse bajo la sombra de la aeronave.
Se transformó nuevamente, sosteniéndose con todas sus fuerzas de la base de la rueda del avión. "Auch, auch, auch" gimió de dolor, abrazando el metal con su cuerpo mostrando diversas quemaduras menores "Tengo que hacerlo" se animó el vampiro, antes de que repentinamente el mecanismo del avión comenzara a guardar la rueda al superar el límite de altura.
La acción obligó a Drácula a soltarse, retomó su forma de murciélago en el aire, volando lo más fuerte y rápido que pudo, Drácula se acercó a las ventanillas, recordando el asiento que la hija menor de su amigo peludo le indico. Al llegar sus ojos se ampliaron de miedo al notar la etiqueta del asiento 23A. Le trajo miedo al ver la etiqueta desde que el asiento estaba vacío.
"No puede ser" se dijo Drácula, ¿Se había equivocado de vuelo? Sus esfuerzos y los de sus amigos fueron en vano, su cabeza chocó contra la ventana. Nunca se perdonaría, su hija jamas lo perdonaria. El amor de su vida probablemente se avergonzaría de él.
"¡¿QUE DIABLOS HACES AQUÍ-TTEBAYO?!".
Los ojos de Drácula se ampliaron, su cabeza se levantó y fue recompensado por la vista de un rubio de bigotes completamente de pie horizontalmente en el avion, las fuertes rafagas de viento revolvian sus ya rebeldes cabellos.
"Naruto, muchacho ¿Qué haces aquí?" preguntó el vampiro sorprendido, pero no por eso menos alegre.
Naruto tuvo la decencia de parecer avergonzado "Bueno… me gusta viajar así" dijo cruzándose de brazos. Pero los ojos entrecerrados de Drácula le decía que no le creía nada "Está bien, lo admito. No aborde el avión" gritó alzando los brazos exasperadamente.
"¿Como? ¿Por qué?" preguntó Drácula.
Naruto bajó los brazos con un suspiro, mirando al vampiro con una mezcla de culpa y vergüenza "Lo siento. Realmente lo siento. Pero no puedo dejar a Mavis" los ojos de Drácula se iluminaron "Se que dije que lo haría, te respeto Drácula. Pero no voy a dejarla" gritó suficientemente fuerte para vencer el ruido del viento.
"Naruto. Yo-".
"No, espera" dijo Naruto callando a Drácula "Durante toda mi vida estuve solo, odiado y dejado de lado como una paria. Muy pocas personas realmente se preocuparon por mi. Y cuando fue demasiado, cuando el odio del pueblo me superó: escape. Escape porque no quería ver ese odio, vivir una vida llena de desprecio dónde las pocas personas preciadas para mi eran odiados por simplemente ser mis amigos." gritó Naruto.
"Pero no más" sus ojos mostraron determinación, una que había muerto hace mucho tiempo; renacida de las cenizas por el fuego llamado Mavis "Yo voy a cuidar a Mavis, no me importa quien o que se interponga, peleare con toda mi fuerza y sí tengo que conquistar el mundo lo haré para que ella esté a salvo y feliz".
"...".
"...".
"...".
"...Kami, me escucho como Obito" dijo Naruto con una mirada preocupada una vez registró lo que dijo. La emoción le ganó.
Una verdadera sonrisa apareció en el rostro del murcielago "Mi querido muchacho, cometí un terrible error" dijo sorprendiendo a Naruto, el vampiro se arrastró como pudo hasta estar perfectamente bajo la sombra del rubio. Quien se dio cuenta de las cenizas, por lo que acunó al murciélago herido cerca de él
"Trataba de mantener a mi bebé, porque sabía que siempre la protegería. Pero ahora me doy cuenta de que los niños necesitan descubrir cosas por sí mismos" Naruto trato de interrumpir, pero Drácula le ganó "Deben tropezar y caer, reír y llorar. Pero así es la vida".
Naruto sonrió, incapaz de interrumpir al murciélago "La verdad es que tú y Mavis son el uno para el otro, hicieron Click. Si ella tiene que confiar en alguien más, estoy agradecido de que seas tú, Naruto".
"...".
"...".
"Para un vampiro de cientos de años, aún puedes ser muy blando".
"¡Oh! Cállate" dijo el vampiro, pero no tardó mucho en unirse en reír con el rubio "Por cierto ¿Cómo llegastes aquí?" preguntó Drácula, ya de por sí fue raro encontrarse hablando encima de un avión en movimiento.
Naruto se rasco la mejilla, "Bueno, luego de no abordar el avión salí a caminar fuera del aeropuerto" riendo Naruto miro a otro lado "Fue por pura casualidad que te vi volando tras el avión".
Sacudiendo su cabeza ante el hecho de que podría haber muerto por nada, el vampiro miró al rubio "Muy bien, no importa. Es hora de que te lleve con Mavis" dijo el murciélago saliendo del dominio del rubio.
"No, Drácula yo puedo-" pero antes de poder sugerir lanzar un kunai al bosque y usar el jutsu firma de su padre, Drácula lo tomó por el cuello de su camisa, gruño un poco por el sol; pero se dijo el dolor lo valía.
"No, no, no. Yo los separe y seré yo quien los junte" advirtió antes de jalar a Naruto fuera del avión. El Uzumaki gritó al aire mientras Drácula volaba con su cuerpo desprendiendo ceniza detrás, el vampiro también tenía que hacer una parada al pueblo antes de regresar a su hogar a comprar el complemento perfecto para el regalo de cumpleañosd de su hija.
[Habitación de mavis]
El cuarto de la hija de Drácula estaba extrañamente limpia. Dicha joven estaba apacible, sentada en el borde de la cama mientras sus manos sostenían la bufanda que Naruto le había regalado.
Lágrimas rodaban por sus mejillas; pero contrario a lo que todos creían, estas fueron lágrimas de felicidad, su boca formaba una sonrisa de amor.
¿Que había pasado? ¿Como de una espiral de dolor? La hija de Drácula sonreía con tristeza al mundo. Fácil, fue por la otra mujer que actualmente se quedo sentada junto a ella. Abrazando a la niña con la ternura que solo una madre puede dar.
"Él hizo todo esto por mí" murmuró acariciando tiernamente la suave tela "Entonces… ¿porque se fue?" preguntó Mavis a la mujer que la abrazaba.
Martha sostuvo a su hija más cerca de ella, queriendo nada más que estar para siempre con su hija. Pero como madre tenía que dar su consejo tan necesario "Amor, Mavis. Lo hizo por amor".
Justo después que Drácula se fuera, Martha fue a ver a su hija. La pelinegra adulta estaba nerviosa. No podía moverse de la puerta ¿Y quien no? Estaba a punto de reencontrarse con su hija después de estar muerta por más de 100 años.
Ella se había perdido gran parte de la vida de su hija; su primer colmillito, los primeros pasos, el primer vuelo. Tantos cumpleaños y fiestas. No dudaba de Drácula para educarla, pero existen cosas que solo una madre puede hacer.
Cuando se armó de valor suficiente, sacudió sus dudas. Este chico Naruto le dio una segunda oportunidad para estar con su familia, de ser la mare que Mavis merecía. Abrió la puerta, entrando con paso firme, lo primero que vio fue el desastre que llenaba la habitación. Como madre no pudo evitar comenzar a limpiar, entre dientes regañando a Drácula por esto. Pero siempre sonriendo; antes de morir, Mavis fue tan solo un bebé. Su único desastre consistiendo en sus pañales sucios, pero al verse siendo capaz de levantar el desorden de su hija como una madre, le llenó de un sentimiento agradable en su pecho… claro, estaba usando sus poderes, poniendo cada objeto en su lugar, pero el sentimiento fue el mismo.
Fue cuando pasó. Una niña. No, una mujer de corto cabello negro y maquillaje corrido de tanto llorar salió del baño con la intención de echar fuera a la mujer de la limpieza. Ella no estaba de humor para nada, pero sus gritos se atragantaron al ver a una hermosa mujer tomar el papel de las usuales brujas de limpieza.
Se quedaron en silencio. Mirando a la otra con sentimientos encontrados; incredulidad por parte de Mavis, desde que se pellizco varias veces en un intento de salir de este hermoso sueño; porque frente a ella, de pie su madre que solo conocía por fotos la miraba con unos ojos llenos de lágrimas.
Martha no lo soporto, se abalanzó a su hija en un fuerte abrazo. Llorando de felicidad en su hombro; Mavis no aguanto mucho, lloro. Lloro fuerte, abrazo con fuerza a la mujer que le dio la vida, rogando para que este no fuera un cruel sueño.
No saben por cuánto tiempo estuvieron abrazadas, y a Mavis no le importó; incluso cuando la mujer la guió a sentarse en la cama, ambas; madre e hija se abrazaron por lo que parecía una eternidad
Mavis se quedo sin lágrimas para llorar. Gimoteando en el seno de su madre por consuelo. Martha le comprendía, perder a la persona que decidistes amar fue casi como enterrar una parte de tu corazón, no podía imaginar el dolor que su marido pasó tras su prematura muerte.
"¿Amor?" preguntó Mavis, levantando sus ojos de la bufanda a su madre.
Martha le sonrió, dejando de abrazar a su hija en pos de rebuscar en uno de sus bolsillos, al presentar la carta que alguna vez le dio la bienvenida nuevamente a la vida. Mavis agarro el objeto ofrecido; leyó cada párrafo ahí escrito.
"Él te ama, hija" arrullo su madre "Te ama tanto que prefirió irse a sabiendas que te quedarías a salvo en el hotel. Él vio por tu seguridad" Mavis la miró sorprendida, sí Naruto no la hubiese abandonado probablemente se iría al mundo exterior. Pero ¿Quién le aseguraba los demás humanos eran bueno? Claro, ella tenía la fe de ser aceptada, pero en el caso de no serlo.
Pero aún así no tenía el derecho. Ella debía tener la última palabra, ser la que decida salir o no del hotel. Mavis se enamoró, y perdidamente del Uzumaki. Pero sus hirientes palabras le lastimaron a tal grado que su confianza había disminuido. Ahora que conocía la verdad; que Naruto no la dejo por odio o un simple juego, y realmente la amaba tanto como ella a él, se encontró terriblemente sola con un vacío que incluso su madre no podía llenar.
Martha beso la frente de su hija, sacándola de sus pensamientos con el dulce beso. Se levantó, acariciando la mejilla de su hija sin dejar caer su maternal sonrisa, "Iré por un poco de té" Martha no quería decirle a su primogénita que su padre fue a por el rubio. No deseaba ilusionarla con promesas que quizás su amado no podía cumplir.
Mavis se sintió recia a dejar a su madre salir, por primera vez en su vida -que ella recuerda- tenía la oportunidad de pasar tiempo de madre e hija. Pero su tristeza y melancolía le impidieron ver lo que tenía al frente "No, mamá..." se sintió raro pero al mismo tiempo tan bien pronunciar esa palabra "... No es necesario".
Martha sin embargo, negó "Claro que lo es, mi hija pasa por un momento difícil y como madre te voy a apoyar" la pelinegra mayor limpio una solitaria lágrima de su mejilla "Volveré".
Apretando la mano de su madre por última vez, Mavis la dejo ir. Martha camino a la puerta con paso elegante, volteando a ver a su hija con una sonrisa antes de entrar por el pasillo a la puerta de salida. Desde la cama, la hija de Drácula escucho la puerta abrirse y cerrarse, dejándola sola en la habitación.
Mavis miro al suelo, uno pensaría estaría más feliz de tener a su madre. Lo estaba, realmente se sentía eufórica, pero el fragmento que su madre lleno en su corazón fue pequeño a comparación del que dejo el Uzumaki. Se sintió mal, pero tenía que admitirlo, quizás con el tiempo podría olvidarlo, dejar a Naruto atrás como un mal sueño.
"¿A quien trato de engañar?" se preguntó hundiendo su cara en las manos.
Se sentía tan confundida ¿Que se supone debe de hacer?.
El corto silencio en su habitación fue repentinamente interrumpido por un repentino objeto atravesando la ventana abierta de su habitación, volando hasta estrellarse contra su tocador. Mavis se levantó de su cama, espantando un poco de polvo alzado por el choque repentino con su mano, fue capaz de ver la silueta de su padre alzándose entre el desastre.
"¿Papá?" preguntó antes de toser un par de veces.
"Estoy bien" respondió Drácula, el humo y polvo comenzó a calmarse, revelando al vampiro con algunas quemaduras en su cuerpo y ropa "Solo me broncee un poco" aún sintiendo el ardor en su cuerpo, se sobrepuso para caminar a su hija. La tomó de las manos, mirando a sus ojos azules "Cariño, Siempre pensé que lo peor que podria pasar seria verte partir. Pero lo peor es verte infeliz".
"Mavis. Quiero que vivas tu vida".
Fue sorprendida, su padre le daba su bendición para salir del hotel. Vivir su vida, pero ya era demasiado tarde. Suspiro, apartando la vista de su padre mientras se cruzaba de brazos "No se como podre hacerlo" murmuró.
Drácula sonrió misteriosamente, jugando a tomar una pose de pensamiento miró a su hija "Sabes, mami ya te dio su regalo de cumpleaños" los ojos de Mavis se ampliaron, estaba apunto de decirle a su padre sobre el regreso de su esposa, pero Drácula la interrumpió "¿Me dejas darte el mio?".
Antes de poder hablar, Drácula se movió a los restos del tocador. Hurgando entre el desastre levantó una gran mochila rosa con negro, el bolso literalmente tenía el tamaño de una persona.
"¿Para qué necesito eso?" preguntó confundida.
Drácula sonrió aún más amplio "Oh, pero viene con un buen accesorio" dijo dándole la vuelta a la mochila, esperando el jadeo de su hija, el Conde cerró los ojos.
"Oh… es linda" respondió Mavis, mirando a todos lados por el accesorio extra.
"¿Qué?" preguntó el vampiro abriendo los ojos, notando que sostenía una simple mochila vacía. lanzó el artículo de viaje a la cama y se volvió a los restos destruidos de su choque anterior, con desesperación sacando tabla tras tabla de madera.
"¿Que ocurre papá?" preguntó Mavis.
Drácula comenzó a hiperventilar, quito cada resto de basura y no encontró al rubio por ninguna parte, Estuvo apunto de salir volando por la ventana a buscarlo cuando repentinamente la atención de padre e hija fue llamada a la ventana por la que entró el vampiro.
"Yo te llevo...decias" dando un gemido de dolor, Naruto se asomo por la ventana sorprendiendo a Mavis y a su padre "No te pasara nada, decias" un río de sangre comenzó a brotar de la frente de Naruto, quien miraba a Drácula con ojos llenos de furia, fue por puro reflejo que endureció su cabeza con Chakra o no dudaba hubiera caído inconsciente por tercera vez.
"¿Naruto?" preguntó Mavis, caminando más cerca del Uzumaki, Naruto detuvo a Mavis de avanzar más al alzar una mano, ella aceptó desde que estaba demasiado cerca de la luz solar. El rubio saltó dentro del cuarto, limpio la sangre de su frente ya que su factor curativo dado por su amigo Kyubi remendó su herida.
"¿Por qué has vuelto?" preguntó la pelinegra una vez Naruto se acercó a las sombras. el rubio miró con ternura a los grandes ojos de Mavis, tentativamente tomo sus manos, Mavis se crispó, pero no hizo un intento de alejarse.
"Porque" dijo Naruto "Tu eres mi Click".
Los ojos de Mavis se llenaron de sorpresa "¿Soy tu Click?" preguntó aún impactada "Pero creí...tu dijistes que solo era un juego" dijo mirando al suelo con algunas lágrimas amenazando con salir.
"Se que suena egoísta, pero no quería que te lastimaran" la pelinegra alzó su mirada pues Naruto dejo una de sus manos libres para con el pulgar y el dedo índice alzar su barbilla, haciéndole ver sus ojos azules "Durante toda mi vida, han existido personas importantes para mi. Pero tú, sí algo te llegara a pasar, no creo que podría seguir viviendo".
Las mejillas de Mavis se tiñeron de un saludable rosa, "Además temía que tu padre me chupara la sangre si no me iba" dijo rápidamente Naruto, una pequeña mentira desde que fue lo suficientemente fuerte como para vencer a cada shinobi en su casa.
Mavis se giró a ver a su padre con una mirada acusadora "¡Papá!"
Drácula se rió nerviosamente, acariciando paternalmente los hombros de Naruto "Jejeje, yo nunca- bueno sí lo habría hecho" confesó antes de soltar al rubio e ir con su hija, quien le recibió con otro gritó "Me equivoque" dijo en su defensa. Poniéndose de pie frente a su única hija, metió la mano al interior de su bolsillos, sacó la postal de antes, y se la entregó.
"¿Lo dices en serio, papá?" preguntó Mavis esperanzada.
Drácula le sonrió a su hija, orgulloso de la mujer en la que se convirtió, como padre no podía enseñarle más a su niña, fue tiempo para que ella extendiera las alas y dejará el nido "Ve a buscar tu propio paraíso".
Mavis no pudo hacer otra cosa que abrazar a su padre, sonriendo con pequeñas lágrimas de felicidad rodando por sus mejillas, Naruto a un lado sonrió a la escena, a sabiendas que no solo cambió su vida, sino la de Drácula y Mavis.
Aunque Naruto no podía quitarse la sensación de estar olvidaba algo.
El sonido de la puerta abriéndose alertó al trío de vampiros y humano. Los tres se giraron al pasillo donde una mujer con cabello negro y rasgos delicados entraba sosteniendo una bandeja con una tetera y un par de tazas encima "Mavis, hija. Ya regrese" dijo Martha, pero quedo estática al ver al nuevo par de personas en la habitación de su hija.
"..." Mavis miró entre su padre y madre, sonriendo por lo bajo por la expresión de sorpresa en la cara de Drácula.
"..." la mandíbula del señor de la noche se abría y cerraba en un intento de articular palabras.
"...Ah, ya me acorde" se dijo Naruto "¡Feliz cumpleaños!" gritó Naruto alegremente mientras se ponía frente a Drácula, sacando de sabe donde un puñado de confeti que lanzó al aire al tiempo de que presentaba teatralmente a Martha, la mujer se rió un poco pero no dijo nada.
El vampiro no hizo seña de responder, incluso cuando el Uzumaki hizo un par de veces más la presentación "Vamos, di algo Drácula. Se me acaba el confeti" dijo Naruto realmente preocupado.
"...M-Martha" Drácula susurro, alegrando a los presentes de que el padre de Mavis saliera del shock. Alegría que acabó rápidamente cuando dicho vampiro cayó de espaldas al suelo. Los tres se acercaron rápidamente con Martha dejando la bandeja de té en la cama de su hija. Cuando llegaron vieron que el vampiro había caído inconsciente, pero parecía feliz sí la enorme sonrisa en su rostro acompañada de un par de lágrimas fuera algún indicio.
"Bueno, no esperaba esto" dijo honestamente Naruto.
"Drácula no soporta muy bien las emociones fuertes" comentó Martha acariciando la mejilla de su marido con una sonrisa "Recuerdo que casi se desmayó la primera vez que lo bese".
"Je, es bueno saberlo" comentó Naruto, sí la mujer decía que era normal, entonces confiaria en ella "Oh, por cierto. Soy Naruto. Uzumaki Naruto" dijo presentando su mano a la madre de la chica que se enamoró.
Martha se levantó del suelo junto a su marido, sonriéndole al Uzumaki quien se vio sorprendido cuando la mujer golpeó fuera su mano "A los amigos les estrechamos la mano" extendió sus brazos invitando a dar un abrazo.
"A la familia se le abraza".
'Familia' pensó Naruto, mirando entre Mavis, Drácula -aún inconsciente- y Martha. Sonrió, sabiendo que había encontrado un lugar que podría llamar hogar.
"Mucho gusto" dijo antes de abrazar educadamente a la mujer, pero fue sorprendido y casi suelta un grito ahogado pues la mujer lo acercó con un atronador abrazo rompe huesos.
"No. Gracias a ti" susurro Martha al oído de Naruto, pequeñas lágrimas asomando en sus ojos cerrados "Por favor, cuida a mi hija" por el tono Naruto podría casi jurar que no fue una petición, más una orden. Y lo confirmo cuando ella lo dejó libre y le dio una mirada, esa mirada que decía que hablaba en serio y por su seguridad era mejor cumplir la promesa.
Libre de cualquier atadura, Naruto se giro a Mavis, la pelinegra le regreso la mirada, expectante, alegre pero anciosa. El rubio se puso frente a ella, siendo más baja, tuvo que alzar su vista para verlo a los ojos "Eh...Mavis" dijo un poco nervioso Naruto, rascando su mejilla derecha con un sonrojo "¿Quisieras intentar ese beso otra vez?".
Mavis igualó en calor el sonrojo de Naruto, pero no pudo evitar reír nerviosa, pasando un mechón de su cabello por detrás de la oreja "Creo que podríamos" afirmó Mavis.
Lentamente, ambos. Hombre -ninja/interdimensional- y mujer -Monstruo/vampiro- se inclinaron a los labios del otro, cerrando sus ojos al ritmo del otro, sus alientos capaces de ser percibidos por su respectivo amante, Martha miraba la escena entre ellos con su corazón latiendo de alegría.
Pero justo cuando estaban a escasos centímetros, los instintos maternales de Martha se hicieron cargo de su cuerpo en automático, sus ojos se pusieron rojos como la sangre mientras les gritó a ambos. El escándalo duró apenas un par de segundos antes de que Martha retomara el control de su cuerpo, se avergonzo a la vista del par de shockeados adolescentes quienes le miraban con una mezcla de sorpresa y en caso del rubio de gracia.
"P-perdón, es solo. Soy su madre y me exalte" se rió Martha, miró a su esposo aún inconsciente y fue a recogerlo, sin problemas poniéndolo por encima de su hombro, "Ustedes continúen" les insto mientras salía de la habitación, dándole una mirada al rubio antes de entrar por el pasillo que conecta la salida, la intención fue clara, y Naruto supo lo que quería decir.
Mi hija llega pura al altar.
El cómo lo supo Naruto, fue un misterio. Algo en esos ojos le decía que no jugaba y no quería tentar su suerte con la mujer. Con Martha y Drácula fuera de la habitación, Naruto y Mavis se tomaron de las manos, se inclinó y Mavis se estiró alcanzando los labios del otro.
[Esa misma noche]
La noche cayo en el hotel transilvania, la manta de oscuridad cubría cada montaña con solo la luna y las estrellas iluminando el cielo. En la piscina del gran hotel, se había montado rápidamente una nueva fiesta de cumpleaños para Mavis. Dicha joven estaba sentada junto a Naruto en el techo del hotel mientras los monstruos huéspedes del Hotel disfrutaban la improvisada fiesta en la piscina.
Mavis miraba desde su posición con una sonrisa presente en su rostro; como su madre interactuaba con sus diversos tíos, fue una sorpresa para todo el mundo ver a Martha viva. La esposa del Conde y madre de Mavis no podía estar más feliz de estar viva nuevamente, rodeada de su familia y amigos, festejando el cumpleaños de su primogénita.
"Entonces…¿Eres un ninja? ¿Vistes de negro y lanzas bolas de humo?".
"Sí a la primera, usualmente uso naranja y ahora que lo pienso, se me acabaron las bolas de humo" dijo Naruto sentado en las tejas junto a Mavis.
El rubio le había contado toda su vida a Mavis, desde el primer recuerdo hasta su razón para huir de su casa, incluso le presentó al zorro gigante sellado en su interior al arrastrar la conciencia de Mavis a su paisaje mental para una mejor comprensión de su vida. No esperaba la chica pelinegra se llevara tan bien con el zorro, lo que le sorprendió aún más a él y a su amigo peludo fue ver a Mavis agradeciendo a Kurama el estar con Naruto y haberlo protegido.
"¿El naranja no es un color muy vistoso?" preguntó Mavis inclinando su cabeza ligeramente, si los ninjas del mundo de Naruto se parecen en algo a los que había leído de su mundo, preferirían usar colores más oscuros para camuflarse en la oscuridad.
"Quizás, pero a ti te queda bien" dijo levantando el cuello de su chaqueta que actualmente Mavis usaba por el frío junto a la bufanda, era la misma que Ero-sennin le regaló al término de su entrenamiento, a está edad le quedaba pequeña considerando que dio un estirón final, pero a la pelinegra le quedaba perfecto.
"Gracias" dijo Mavis con un sonrojo espolvoreando sus mejillas. La chica dio un pequeño salto más cerca de Naruto, para que hombros estuvieran juntos mientras contemplaban la luna.
"¿Y has decidido ya?".
La pregunta de Naruto confundió a Mavis, la pelinegra miro al rubio, "¿Decidir?" preguntó interrogante, recibiendo un asentimiento del joven.
"A dónde quieres ir primero" dijo sorprendiendo a Mavis, "El mundo es muy grande" pero al ver la mirada cabizbaja de Mavis, Naruto se preocupo de haber dicho algo incorrecto "¿Mavis?".
"Es solo…¿Que pasa con mi mamá?" la niña se sentía culpable de irse a explorar el mundo y dejar atrás a su madre, aún sí es su sueño, la idea de abandonar el hogar ahora que estaba por fin completo le resultaba egoísta.
Una cálida sensación en su mano la sacó de sus pensamientos, mirando a su miembro derecho vio a Naruto entrelazar sus dedos con los suyos, al alzar la los ojos vio la misma sonrisa confiada y ojos llenos de afecto que la había hipnotizado la primera vez que los vio.
"Te entiendo" dijo Naruto "Tener a tu madre de vuelta debe ser todo un giro" Mavis vio un poco de dolor reflejado en los ojos de Naruto, ella ya conocía la historia del rubio, como quedo huérfano el mismo dia que nacio, asesinados por el zorro sellado en su interior "Así que no importa lo que decidas, quedarte o ir por el mundo, yo estaré a tu lado en cada paso".
Una sonrisa llegó al rostro de Mavis, sorprendió a Naruto, robando un tierno beso de sus labios "Lo pensaré, gracias".
Naruto le regreso la sonrisa, rascándose la parte posterior de su cabeza nerviosamente "No hay problema, ademas..." mirando abajo a la fiesta, el último Uzumaki se rió entre dientes con Mavis "Creo que puedo pedir un trabajo de medio tiempo en este hotel".
Por toda la pisina, al menos dos docenas de clones de sombras atendían a los clientes, desde meseros, cocineros y masajistas. En ese preciso momento cada clon en la piscina se volvió a ver al original sentado junto a Mavis con sus ojos llenos de furia.
'Jefe suertudo' pensaron al unísono, sólo podían rezar para que su tortura no se prolongará demasiado, pero con el regreso de la madre de Mavis, solo el tiempo lo diria.
Fin del capitulo 3.

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