-¡Si Amane sale lastimada, te voy hacer picadillos! No me importa si eres de la mafia o no!.
Rengoku asintió con la cabeza levemente, mientras pasaba su mano por mi cintura para hacerme caminar. Antes de irme, saqué de mi bolso el dinero de la parte que me correspondía, no iba a dejar que Inosuke corriera con todos los gastos.
Salimos de la cafetería en silenció, sin poner ninguna clase de resistencia me subí al auto, Rengoku no tardó en subirse también y comenzar a manejar.
El silencio era incómodo.
-¿Por qué le prestaste dinero a mi papá? La mafia no le presta dinero a cualquiera.... Me gustaría saberlo.
Vi como Rengoku apretaba con un poco más de fuerza el volante y su semblante cambiaba ligeramente, como si estuviese pensando si decírmelo o no.
Después de algunos segundos suspiro pesadamente y asintió, después de eso no nos volvimos a mirar durante todo el trayecto que quedaba.
Busque mi celular en mi bolso durante unos minutos, quería comunicarme con Koemi, pero después recordé que se había destruido por completo... Y que había perdido toda la información.
Rengoku me miró por algunos segundos algo confuso, pero no me pregunto, se concentró en estacionar el auto. Él fue el primero en bajar, me abrió la puerta del auto y extendió su mano para ayudarme a bajar.... Este comportamiento era algo nuevo y me estaba asustando un poco, ¿No sé supone que estaba enojado conmigo?
Una vez que me baje, entrelazó nuestros dedos y caminamos hasta la casa, al parecer Senjuro estaba ya durmiendo, todo el personal nos recibió con una sonrisa.
Nos dirigimos directamente a la habitación en la cual estoy durmiendo, ninguno de los dos dijo absolutamente nada, me sentía algo confundida y nerviosa. Una vez que llegamos a la habitación fue el primero en sentarse en la cama, le dio unos suaves palmadas a la cama para que yo me acercara y me sentará también en ella.
Nos mantuvimos en silenció durante varios minutos, lo cual era bastante incómodo para mi, no podía apartar mi mirada de sus ojos, los que siempre me han parecido bastante hipnotizantes.
-Entonces quieres saber la razón por la cual le preste dinero a tu padre.
-Si, me gustaría saberlo... De seguro antes de pedirte dinero, estaba endeudado.
-Obviamente investigue antes de prestarle dinero, no es llegar y darle dinero a cualquiera así de fácil... Y si, tu padre estaba endeudado con otras mafias y lugares de apuesta, me pidió el dinero para pagar la mayor parte.
-¿Crees que lo hizo?- abrace mi propio cuerpo
-algo, la otra parte del dinero la utilizo para escapar del país, lo más lejos posible.... Yo fui quién propuso que en caso de no pagar....
-Te pertenecería a ti... ¿Verdad?
-Si, sabía que tu padre le debía dinero a otras mafias, igual de peligrosas o más... Sabía que tu padre se iba a escapar, lo pude ver en sus ojos aquel día en el cual le entregué personalmente el dinero.
-¿Por qué me pediste a mi?
-Para así protegerte- suspiro cansado- se lo que es ser abandonado por tu propio padre... Él solo se dedicó a entrenarme para ser el siguiente líder desde temprana edad, una vez que lo aprendí se alejó de mi, comenzó a beber, hacer apuestas y lo mataron al poco tiempo después.
Verlo así provocaba un ligero dolor en mi corazón, no pude evitarlo y me acerque a él para abrazarlo con fuerza, todos tenemos nuestros propios problemas, pero aún así él ha sido bueno conmigo y me ha estado protegiendo de los demás.
-Quise que todo esto pareciera un secuestro, porque si te decía la verdad desde el comienzo.... Sabía que no ibas aceptar mi ayuda, por ser el líder de la mafia y sobre todo porque no te gusta aceptar ayuda.
-Si que me conoces en verdad... Pero agradezco no estar sola y sobre todo... Que aguantes a una mujer tan terca como yo.
Rengoku no tardó en reírse por lo que había dicho, me alegraba volver a ver sus típicas sonrisas, las que en verdad son de verdad y demuestran que está feliz.
Me tomo con delicadeza el mentón, deslizó su mano por mi cintura para acercarme aún más a su cuerpo, sabía lo que él iba hacer en este momento y no se lo iba a impedir.
Nos besamos durante varios minutos, una vez que nos separamos Rengoku dijo que lo mejor era dormir, mañana no me dejaría ir a clases para disfrutar un día juntos y comprarme un celular nuevo... No importó cuántas veces le dijera que no, que yo podía comprar mi propio celular. Iba a continuar negandome por varios minutos, pero me silencio con un beso, para luego acomodarse en la cama y abrazarme para que así estuviese lo más cerca de su cuerpo.
Podía sentir como mis mejillas comenzaban a arder bastante.
Rengoku me despertó para que desayunaremos afuera, fuimos a una cafetería cercana y nos tomamos el tiempo necesario para disfrutar de nuestra comida, de vez en cuando charlábamos de cualquier cosa. Una vez que terminamos nos fuimos directamente a la tienda para comprar el celular, me recomendó los de última tecnología, pero los rechace, deseaba el mismo modelo que tenía antes, me había acostumbrado por completo a ese celular y quizás no me acomodaría uno diferente.
Iba a pasarle mi tarjeta a la chica que nos estaba atendiendo, pero Rengoku me la quito de las manos para luego pasar la suya, lo mire molesta pero él solo se limitó a sacarme la lengua, la chica nos miró divertida mientras efectuaba el pago y nos entregaba el celular.
Volvimos a la casa para poder configurar el celular más tranquilos, deseaba dejarlo exactamente igual a como lo tenía antes, pero... Había perdido las fotos... Todas las fotos que tenía con mi hermana y mi mamá...
Me tomo de la mano para que lo mirará, me hizo levantarme de la cama para ir al despacho en el cual de vez en cuando se encierra por largas horas, me hizo sentarme en sus piernas, encendió el Notebook de su escritorio, esperamos un poco para que esté terminara de encenderse por completo. Abrió algunas carpetas, cuando abrió la última algunas lágrimas comenzaron a brotar... Quería llorar de felicidad.
-Hace unas semanas encontramos el celular de tu padre, estaba destrozado, pero logramos recuperar todas las imágenes de ustedes... De tu hermana, de tu mamá.
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Eres mía. [Rengoku X Oc]
FanfictionPor culpa de una deuda que tiene tu querido padre, ahora me perteneces, ¿pensaste que esto podría acabar así? No puedes escapar, tú propia voluntad me pertenece Hisakawa Amane. Eres complemente mía. . Portada realizada por mi pequeña @_maler_ ¡Mucha...