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Sentía como una gota resbalaba lentamente por mi cuello, tenía que pensar en algo rápido o las balas pronto estarían en cada parte de mi cuerpo.

—¿Quién demonios eres y qué haces aquí?

Aquella mujer con una sonrisa en su rostro habló con voz fuerte sin bajar su arma en ningún momento. Todos los que estaban presentes no dejan de mirarme atentamente, suspiré algo estresada y comencé a caminar de forma lenta.

Las armas seguían cada uno de mis movimientos, todos me miraban algo confundidos y atentos por si tenían que disparar, menos Sanemi, Obanai y Rengoku.

Me senté en las piernas de Rengoku ante la mirada confundida de todos, podía ver como Sanemi se reía en silencio, divertido por todo lo que está sucediendo.

—Soy su mujer— Hablé después de algunos segundos con voz suave, pero firme.

La mayoría de los presentes miraron a Rengoku, aquella mujer de cabellos negros con morado en las puntas golpeó con fuerza la mesa, pero aquella sonrisa no desaparecía por nada del mundo.

Una chica de cabellos rosados no dejaba de murmurar cosas relacionadas con el amor, se podía ver claramente que se encontraba más que emocionada.

—Es necesario una explicación.

—Bueno, bueno.... Es lo que ella digo, Amane es mi mujer, se los iba a explicar más adelante.

—¿Y por qué una estudiante? No es muy extravagante.

Fruncí el ceño molesta al escuchar eso, iba a decir algo pero la mano de Rengoku al colocarse en mi cintura hizo que me distrajera por completo.

—Puede ser que ahora Amane es solo una estudiante, pero es una mujer que se esfuerza día a día en sus estudios y en su trabajo, por lo cual será una magnífica mujer en la cual podré apoyarme.

Todos los presentes guardaron silencio, se miraron entre si y bajaron las armas después de algunos segundos.  Mi corazón de forma lenta fue disminuyendo su latido hasta llegar a la velocidad normal, el perfume de Rengoku y que haya dicho eso me tranquiliza bastante.

Continuaron con la reunión a pesar de estar presente, Sanemi de vez en cuando dirigía su mirada hacia mi, pero Rengoku ocultaba mi rostro en su pecho, sentir sus latidos provocaban que me diera algo de sueño, no había notado antes lo cansada que estoy.

No se si pueda quedarme despierta por mucho tiempo más.

★★★★★★

Abrí de forma lenta mis ojos, me sentía más relajada y una mano me acariciaba con ternura. Me acomode un poco mejor y me percaté de que estaba encima de algo.... Mejor dicho de alguien.

—Que bueno que ya hayas despertado, pensé que tendría que hacerlo con un beso.

—¿Y por qué no lo hiciste?— me reí ligeramente viendo su rostro—¿O acaso debo tener una maldición que tiene que romperse con un beso?

Con cuidado Rengoku  me levantó y me colocó en la mesa, acomodó su cuerpo entre mis piernas, con su mano izquierda acarició mi muslo de forma lenta y con su otra mano mi rostro.

—Hoy si que estuviste atrevida al decir eso.

—¿Y qué más quieres que diga? Me estaban apuntando con varias armas, mi vida estaba en riesgo.

Se rió ligeramente por lo que dije, iba a golpearlo pero con su mano sujetó mi muñeca para que no la moviera, podía ver en sus ojos una pequeña llama, la cual es totalmente hipnotizante.... Con la cual me gustaría quemarme.

Nos besamos de forma lenta, pero era totalmente distinto a los demás besos que nos hemos dado, con este beso provocaba una extraña sensación por todo mi cuerpo, sentía como si me quemará, pero no deseaba alejarme de Rengoku, más bien.... Deseaba tenerlo más cerca.

Utilicé mis piernas para atraerlo un poco más a mi cuerpo, necesitaba sentir su calor, su aroma.... Todo lo que proviene de él, necesito memorizar cada parte de él..... Porque siento que en cualquier momento se va a desvanecer.

Y eso me asusta.

Mordió mi cuello con la fuerza necesaria para dejarme una pequeña marca, pasó su lengua en la zona afectada y no pude evitar que se me escapara un ligero gemido, logre escuchar la risa suave de Rengoku luego de escuchar mi voz... Me sentía avergonzada pero él a los pocos segundos me hacía olvidar aquello.

—Aquí.... Aquí no Rengoku.... Podría entrar cualquier persona...

—Bien, pero ahora en adelante.... Tendrás que llamarme por mi nombre.

Me tomó en brazos con cuidado, abrió la puerta con facilidad y caminó hasta la habitación, aproveche ese momento para calmar un poco mi corazón que no dejaba de latir con fuerza y a una gran velocidad.... Estoy más que segura que Rengoku..... Kyojuro es capaz de escuchar los latidos de mi corazón.

Una vez que llegamos a la habitación, me dejó con cuidado en la cama, cerró la puerta con llave y se subió encima para apoderarse una vez más de mis labios.

La temperatura de nuestros cuerpos subía a cada segundo que pasaba, nuestros besos se volvían más demandantes. La boca de Kyojuro pasaba por cada parte de mi cuerpo, de forma lenta me desnudaba, probablemente con la intención de memorizar todo mi cuerpo y poder besarlo.

Intenté ocultar mi cuerpo, pero él me lo impidió gentilmente, algunas veces me susurraba palabras tiernas para luego besar una vez más mis labios.

Sentí como una de sus manos iba hasta mi zona íntima, de forma lenta fue estimulando mi clítoris, se sentía totalmente distinto a diferencia de cuando me toco yo misma.

No podía evitar suspirar por su tacto, intenté cerrar las piernas, pero Kyojuro evitó que hiciera eso. Introdujo sus dedos para que me acostumbrara un poco a lo que iba a venir a continuación.

Mi celular comenzó a vibrar de forma insistente, pero no iba a contestar, la persona que me está llamando tendrá que esperar a que pueda contestar, ahora mismo no deseo que nada nos distraiga.

Kyojuro se alejó un poco para quitarse la ropa y permitir que viera todo su cuerpo, mordí mi labio una vez que él se encontraba desnudo, su cuerpo se encuentra bastante trabajado y posee unas cuantas cicatrices en el que le proporcionaban un toque más sensual.

Con delicadeza introdujo su pene en mi interior, me abracé a él con un poco de fuerza, era algo incómodo, pero gracias a que Kyojuro me estimuló bastante no dolía casi nada. Aproveché ese momento para besar su cuello, morderlo de vez en cuando, deseaba dejar mi marca de la misma forma en la que él lo hizo en mi cuerpo, que todos sepan que Kyojuro ahora posee una mujer en su vida.

Las embestidas a medida que pasaban los segundos se volvían más fuertes, nuestras lenguas exploraban cada rincón de la boca del otro, para ambos era imposible silenciar nuestros gemidos. Kyojuro no dejaba de repetir mi nombre de una manera ronca y sensual, me estaba volviendo loca, adicta a este hombre que al principio rechazaba al ser unos cuantos años mayor que yo.

¿Pero que importaba eso?

De ahora en adelante me iba a entregar en cuerpo y alma a Kyojuro, quién desde el principio buscó protegerme de las otras mafias.

Una vez que estábamos cerca del clímax, Kyojuro disminuyó bastante las embestidas, provocando que mi excitación aumentará aún más y deseaba con desesperación llegar al orgasmo.

—Kyojuro....

Me era difícil concentrarme, mi mente no podía pensar con claridad, el placer me mantiene cegada.

—Adoro como gimes mi nombre.

Me besó de forma demandante y aumento una última vez las embestidas para que ambos llegáramos al tan esperado orgasmo.

Sé que ahora me volver adicta a cada parte de él.

Instagram: desiree_shio

Twitter: BlacknessLady

Les pido que lean condenada carta y seductora amenaza.

Eres mía. [Rengoku X Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora