CROSS TIME | Tomron.

IV.

"He visto tu corazón y es mío."  Tom estaba seguro de jamás olvidar eso, había sido extraño la forma en la que el Boggart de Granger se había convertido en aquel ser. Lo había visto abrir los ojos como platos mientras su respiración se detenía. 

Ronald Granger.

Desde que lo vio por primera vez, no había hecho nada más que causarle problemas. Había algo raro en el, y el hecho de que el Boggart lo llamara Ronald Weasley... era extraño.

( . . . )

Para cuando amaneció, Ron ya estaba despierto, a pesar de estar sumamente cansado, había soñado con la muerte de Sirius a manos de la loca de Bellatrix y le había sentado mal, tomando en cuenta que ahora eran amigos. La sala de Gryffindor estaba vacía, él estaba sentado frente a la chimenea y con una tabla de ajedrez frente a él.

Próximamente todos comenzaron a despertar y salir listos para desayunar, es cuando Ron guarda las piezas y va a su habitación para ponerse el uniforme e ir al Gran Comedor. Ese día no tenía apetito, por lo que simplemente había comido un poco mientras jugueteaba con su comida y escuchaba a los Merodeadores hablar.

Va a la clase de DCAO junto a los Merodeadores. Estaba demasiado callado y soltaba comentarios de vez en cuando, los cuatro parecían haberlo notado y después de recibir una mirada preocupada por parte de Remus, entran al salon.

Se había sentado en una de las mesas del medio, donde normalmente los Merodeadores se sentaban, con Sirius de compañeros, a pesar de que Remus había dicho que se sentaría con el, Peter le había pedido que se sentara con el y Ron no tenía problemas con ser compañero de Sirius. Probablemente Harry habría matado  por estar en su lugar, él no tenía ninguna relación con los Merodeadores, Harry tenía a su padre y padrino allí.

Estaba Peter quien había sido su rata por al menos seis años, solo pensar en el hecho de que un hombre estuvo viviendo junto a el todo el tiempo, lo hacía sentir sucio. Oh, no debía olvidar a Percy, quien había tenido a Scabbers primero y por más tiempo, asco.

— Oye, amigo. ¿Estas bien?.— pregunta Sirius, viendolo. Ron era pálido lo que provocaba que sus ojeras se marcaran mucho mas. 

Ron recarga su cabeza en la mesa, con el rostro ladeado y su mejilla derecha en la mesa.

— Tuve una pesadilla y ya no pude dormir.— dice.— En cualquier caso recurriría a mis hermanos. — A Harry más bien dicho.

— Si necesitas hablar sobre algo, estoy aquí para escuchar. Siempre eres bienvenido a nuestro dormitorio.

 — Gracias.— Ron cierra los ojos, y sintiendo a Sirius a su lado. No debía preocuparse, Sirius aún estaba vivo. 

Cuando Tom sale de su oficina, de entre todas las cabezas, un cabello pelirrojo sobresale del resto a lo que Tom bufa mientras camina hasta su escritorio.

— Black.— Sirius levantó la vista del rostro dormido de Ron.— Ya que su compañero no está interesado en la clase, lleveselo a la enfermería.

Sirius encuentra esa orden un tanto extraña pero asiente y mira a Ron, escuchandolo roncar levemente.

— Apresúrese y regrese.