Rescate.

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Black se tenso, sabía que ella se sentiría atraída por él en algún momento, pero no tan pronto, realmente esto sería un fastidio, el le soltó la mano y Ana habló.

—Eres un mutado...— Soltó en un pequeño hilo de voz.

Ahora fue el turno de Black para verla impresionado, ¿Que acaba de decir? Eso era claro, y el entendió en ese momento, por eso la expresión de ella cuando el se puso de pie, no fue por miedo, si no de confusión.

—¡¿Acaso pensabas que era un jodido humano?!—. El le siseo enseñando sus colmillos, eso era una ofensa para el.

—Mierda que si, pensé que eras de esos hombres super altos y fuertes, es solo que me habían dicho que ustedes no tenían ojos "normales" y como los tuyos son... Completamente negros, es por eso que yo pensé que...—Pero Black la callo con un fuerte rugido.

Ana saltó por el tremendo sonido que el hizo, y bajo la mirada metiendo sus manos detrás de su espalda, eso calmo a Black, y lo hizo sentirse dominante, Joder, su postura y olor de sumisión lo excito, sus instintos estaban a flor de piel.

—Maldita pelirroja.—Y se giro echándose a carrera, necesitaba alejarse de semejante problema.

Habían pasado 5 días desde la última vez que vio a Black, y ella estaba agradecida al cielo que así fuera, ellos realmente no se caían bien, y él definitivamente tenía un problema con ella, ¿Cuál?, Ana realmente no lo sabía, sólo quería que él estuviera lejos de ella.

Escucho como Lowe saludaba a alguien, ella estaba en su consultorio, así que no escuchaba bien quien era, en este tiempo conoció a Catus, un macho especie muy raro, hasta hace poco sólo era el en su tipo, pero resultó que habían rescatado a otro más como el, la estructura de ellos era muy diferentes a los felinos y caninos, después conoció a Flinck, un agradable y alegre macho, hasta conoció a uno de la zona este, un macho llamado Sun, era un canino de pelo negro canoso, se veía que su ADN era de algún tipo de lobo, el tenía unos ojos celestes preciosos y una melena envidiable, a pesar de su aspecto y su forma de hablar tan abrupta, ella estaba encantada con él, era gracioso y muy alegre, solía jugar por el río con unos cuantos lobos grises que tenían su territorio cerca de ahí, se veía que a él lo consideraban el macho alfa, a pesar de su lado juguetón, eso alegraba a Ana, por donde quieras que miraras podías ver libertad y felicidad, era hermoso.

Lowe dejó de hablar y escucho sus pasos y los del invitado acercarse.

—Ana, ¿Tienes un momento?.—

Lowe entro y seguido de él entró un hombre que le volcó el corazón y revolvió el estómago, se sintió flechado, ese hombre de melena negra y ojos felinos la miró y le sonrió, por dios, esa sonrisa no la opaco ni por poco esos colmillos enormes, Joder, era la perfección.

—Claro, ¿Que pasa?—. Disimulo bajando la mirada y fingiendo revisar unos papeles, sabía que si miraba de nuevo al macho se sonrojara de sobre manera.

—Te quería presentar a Glass, el es el otro macho que se encarga de el manejo de lo que los libres e inestables necesitan, aunque últimamente a ayudado a Elis a manejar a los machos de la construcción de la zona de casas de las hembras.— le explico.

Ana se armo de valor y subió la mirada Glass le extendió la mano.

—Es un gusto señorita Ana, me temo que me tendrá aquí por unos días ya que además de encargarme de los machos de aquí, también manejo la transportación de los animales que van llegando a la Isla en la zona este.— Ana tomó su mano y le sonrió.

—Es un gusto Glass y será un placer trabajar contigo.— Se soltaron las manos.

Glass miró a Lowe y se dirigió a la salida.

BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora