Capítulo 3.

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Sábado, 5 julio>>>>> 

Los veranos en Londres son bastante calurosos para lo que estamos acostumbrados, bueno, es que a mí 10 grados ya me parece frío, soy muy friolera. El caso es que adoro la ropa de invierno, pero no me gusta el frío. Hoy el Sol está tapado un poco por las nubes, pero aún así hace calor. Voy a la escuela de tenis de verano, a la cuál todos los años me apunto con Jess. 

Va a ser la primera clase de este año, y bueno para mí, de las últimas porque estaré en España. Llego y veo a Jess hablando con otro chico, me acerco y doy dos besos a mi amiga.

-Este es Zayn, ¡él también se ha apuntado!-dice mi amiga con ilusión.

-Encanta, soy Abigail pero me puedes llamar Aby-me presento.

Zayn es un morenazo, con ojos marrones, y una sonrisa bastante bonita con los dientes perfectamente alineados, es un poco más alto que yo y tiene buena figura, todo hay que decirlo.

En este turno de la escuela de tenis somos 6 personas, hoy tan solo nos presentamos y el entrenador observa como jugamos. Se me da bastante bien jugar al tenis, no es por presumir, pero llevo desde los 6 años jugando y me gusta, además cuando tienes un mal día, golpeando a la pelota te olvidas de todo y sacas la rabia que llevas dentro.

Cuando salimos, nos despedimos de todos y Jess, Zayn y yo nos vamos a casa. Por lo que nos ha dicho, Zayn vive algo cerca de Jess, pero vamos que yo ni le había visto por su barrrio.

Hablamos de la música que nos gusta, y Jess y Zayn comparten algunos gustos. Nunca he visto a mi amiga con esa ilusión que expresan sus ojos. Zayn se para en su casa y nosotras seguimos con nuestro camino.

-Te tendrías que ver la cara Jess, ¡Disimula un poco chica!

-Que va, es majo, no tengo que disimular nada, tan solo me cae bien.

-Sí, majo y está bueno eh-la digo dándola con el codo en el brazo.

-No te lo niego.-nos reimos.

Jess se mete en casa y minutos después yo llego a la mía. Esta noche hemos quedado para ir a alguna discoteca, para despedirme, ya que dentro de dos días me voy a España, el caso es buscar una excusa para salir.

Son las seis de la tarde y no hay nadie en mi casa, mi hermano estará fuera como siempre y mi madre y su novio por ahí y Emma ni idea, pero tampoco me importa.

Me doy una ducha para relajar mis músculos tensos debido al esfuerzo, me lavo el pelo mientras pienso en cortármelo, me gusta el pelo largo pero es un tanto incómodo, llevo tiempo pensando cortármelo a lo chico, pero todavía lo tengo que decidir. La puerta del baño se abre y entra Emma. ¿Qué? ¿Esta tia de qué va?

-¿Pero qué coño haces entrando? ¿No ves que me estoy duchando?-digo cerrando el grifo y poniéndome una toalla para cubrir mi cuerpo.

-Sí, pero el otro baño me pillaba muy lejos y me da igual que estés desnuda, no veré algo que no haya visto ya, tranquila-y como que no quiere la cosa, se baja los pantalones y las braguitas y se pone a hacer sus necesidades. ¿Os he dicho ya que esta tia da asco? Sí, creo que bastantes. Salgo asqueada del baño, menos mal que ya había acabado y la ducha está cubierta con cortinas de baño, y no me ha podido ver nada.

Louis me pasa a recoger a las diez y media para ir juntos a la discoteca, yo me pongo un short y una blusa de tirantes metida por dentro, de zapato llevo unas manoletinas, no me complico mucho la vida.

-No vamos a ir a la discoteca, ya he avisado a Jess, te voy a llevar a un sitio muy especial para mí.-dice mientras entralaza nuestras manos. Yo tan solo asiento. Me hubiera gustado beber un poco, pero bueno, sobreviviré.

Caminamos durante un buen rato, mientras se nota fresco, ya es de noche y la oscuridad invade las calles de Londres, las farolas iluminan nuestro camino. Que poética estoy hecha.

Me lleva a un pequeño parque que da bastante miedo de noche. Hay unos columpios hechos con ruedas y un simple tobogán.

Nos sentamos en los columpios y nos balanceamos lentamente.

-Aquí venía yo cuando tenía 14 años y mis padres discutían en casa, se veían 2 horas a la semana y encima se gritaban. No lo soportaba. Era como que les daba igual que yo lo pasara mal. Esta era mi manera de escapar de la realidad, y bueno como sabes la otra es componer canciones. Aún sigo viniendo aquí, para relajarme y pensar, que a veces no viene mal. -dice Lou mirando fijamente al árbol a la vez que me explica por qué es su lugar favorito. Me sorprendo, no me lo esperaba. Me quedo sin palabras,ni siquiera consigo articular una. Pensaba que iba a emborracharme y a pasarlo bien pero me está contando esto y no sé que decir.

-Bueno y te preguntarás por qué te estoy contando todo este rollo- sigue contando Lou al ver que yo no respondo- Por una simple razón, hoy va a ser la última noche que pasemos juntos hasta dentro de 1 mes, entonces, esta misma tarde he estado pensando. ¿te acuerdas cómo fue la primera?- Claro que me acuerdo.
*Flashback*

Era una tarde en la que se me olvidó el archivador en clase y tuve que ir a las cinco a recogerlo ya que por la tarde abrían a esa hora. Al salir, en frente del insti hay un edificio enorme que corresponde a una empresa, vi a alguien arriba, sentado, a punto de tirarse, si me daba prisa podría evitar que hiciera alguna locura, entré a la empresa diciendo que mi madre trabajaba allí y que tenía que buscarla (no sé como coló, porque ni me preguntaron el nombre de mi madre, pero el caso es que conseguí entrar). Subí en el ascensor y me dirigí hacia la planta más alta.

Ya no estaba sentado, estaba de pie, fui corriendo y le aparte del borde. Me perdí en sus ojos azules llorosos llenos de rabia, sentía odio en éstos.

Le grité un par de cosas del tipo de "Eres tonto o qué" "Sabes la de cosas que te perderías" y al final le dije que fueramos a hablar a otro sitio.

Fuimos al parque de al lado de su casa.

Le "regañé" y nos empezamos a conocer, también me dijo por qué quería suicidarse. Me acompañó a casa en contra de mi voluntad y entró sin yo invitarle.

-¿Tienes una botella de algo?- preguntó.

-Sí, de agua- le respondí haciéndome la tonta.

-Me refiero a algo de alcohol, lo necesito.- A pesar de no querer saqué una botella de vodka de la cocina, donde mi madre guarda algunas y empezamos a bebérnosla. Yo accedí ya que yo tampoco había tenido un buen día. Nos la bebimos entera, y saqué otra, nos la acabamos también y el alcohol empezaba a hacer efecto. Tanto, que me besó, yo le correspodí y todo se volvió más apasionado, subimos sin separarnos a la habitación de mi madre y sí, lo hice con una persona a la cual había conocido hace varias horas.
*Fin del flashback*

-Pues quiero terminarla igual-termina de decirme Lou.

       

High Hopes //PARADA//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora