Carolina Montgomery esperaba sentada en un café de moda de la avenida Reforma, se suponía que su... ¿novio? la vería ahí desde hace una hora, pero el imbécil no llegaba. Harta de esperarlo y dispuesta a romper lo que sea que fuera esa relación tóxica, pagó por su té y tomó su teléfono lista para irse.
De pie y con bolsa en mano, un trueno resonó haciendo temblar las ventanas del local. Entonces recordó tomar el paraguas que había dejado escurrir en la entrada, toda la semana había llovido, al grado que la sombrilla se había convertido en una extensión de su brazo. Los rayos se veían con más potencia que en pasadas tormentas, asustando a su corgi "Afrodita", quien dormía con ella a causa de los truenos que lo aterraban. ¡Vaya perrito guardián!
En ese momento, el celular vibró en su mano. Carolina se dejó caer nuevamente en la silla, esperando que fuera Javier, abrió los mensajes SMS para ver que le había llegado.
-UNO.TV- murmuró enojada.
Claro que Javier no le mandaría un mensaje, tenía tan pocas agallas para terminar con ella que simplemente la "dejaría pasar" hasta que dejaran de verse por completo. Frustrada, y sin ganas de manejar, Carolina abrió el mensaje del canal de noticias nacional.
"Vaquita marina, otro animal se suma a la lista en peligro de extinción/Dioses del trueno se enfrentan en CDMX para demostrar poderío/¿Cómo tener un trasero más grande?"
Abrió el enlace para leer la noticia sobre los dioses, pensando que tal vez era el nombre de algunos luchadores de lucha libre. Para su sorpresa, en serio hablaban de dioses reales. Como buena teóloga, leyó todo el artículo en menos de dos minutos, desmintiendo los datos erróneos que éste proporcionaba. Se quedó entonces con la siguiente información:
Los dioses del trueno Zeus, Thor, Júpiter y Raijin, se enfrentan en CDMX para demostrar cual es el más fuerte. Intentos de negociación fallan, pues los dioses nos ven como súbditos. Los pocos que han logrado estar en su presencia (todos hombres) terminan haciéndolos rabiar más.
¡Y se han chamuscado más de 500 aves debido a los rayos!
Olvidando su resentimiento hacia Javier, Carolina salió disparada al estacionamiento. Ya en su carro, manejó lo más rápido permitido directo a su oficina en la Universidad Autónoma de México (UNAM), donde los mejores maestros ya hablaban de la noticia y lo que podría pasar.
Estacionó en su cubículo designado, notando como la tormenta que la perseguía desde Reforma se disipaba abruptamente, dando paso al sol. Cuando salió del auto, se vio cegada por la cantidad de luz, no veía el sol (literalmente) desde hace tres días. Movió la manos disfrutando el calor. Un rayo impactó súbitamente un poste de luz cercano, sacándola de su momento de deleite personal, entonces huyó despavorida al edificio de oficinas. ¿De dónde salió eso?
***
En el bar Olimpo, un sitio exclusivo para dioses ubicado en la punta de la Torre Latinoamericana, los cuatro dioses disfrutaban un chupito y palomitas de pollo, mientras relajaban sus manos de tanto manipular rayos y truenos. Casi ningún mortal conocía el bar, por lo que no corrían riesgo de ser hostigados por ellos. Abrumados tras semanas de lucha sin tregua, los dioses querían un respiro, así que detuvieron la tormenta momentáneamente.
-¡¿Quién tomó la última palomita?!- exclamó Júpiter irritado, pequeños rayos salían de las esquinas de sus ojos.
-¡Oh! Fui yo.- dijo Thor masticándola.
Su barba repleta de migas llegaba hasta la mesa, estorbándole al mesero que traía otra ronda. En una esquina del bar, los dioses locales Quetzalcóatl y Tlaloc observaban curiosos a los extranjeros.
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Guerra de truenos
FantasiaGuerra entre dioses en CDMX lol. Concurso Ciudad de Dioses.