Parte 1

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Había una vez una hermosa mujer con ojos tan azules como el reflejo del cielo en el mar, ella nunca supo qué exactamente quería o cual era su razón para continuar viviendo. Pero sí sabía que algún día todo iba a estar bien, estaría tranquila y completamente en paz. Lo que no sabia era que para lograr llegar a eso que tanto anhelaba antes iba a tener que vivir por situaciones demasiado complicadas que le tomarían todos sus esfuerzos para superarlas una y cada de las veces.

Robo, traición, desamor, dolor, tristeza y M U E R T E...

Un vacío, ese sentimiento de no saber que te falta, pero buscar desesperadamente ese algo.

La mujer caminaba por la orilla del mar, con la mirada postada en la mezcla de colores que el atardecer provocaba. Podía sentir como las olas iban y venían chocando cada vez contra sus pies. Ella inhaló profundo mientras entrecerró los ojos y la brisa le causaba una sensación de relajación.

Siempre se le ha hecho muy fácil irse en sus pensamientos y quedarse atrapada en su pequeño mundo. A veces se le olvida que está en el presente, pero al acordarse es como si el tiempo se pausara y cae en su realidad. Cada día, cada momento lo pasa intentando escapar como sea. Leer, caminar, escuchar música y un pasatiempo que ha mantenido secreto por años.

Son las 4:34pm y se observa en el espejo, admirando que bien le ha quedado su transformación para el plan de esta noche. Lo que antes era un cabello marrón con las puntas teñidas rubias, ahora era una peluca color violeta. Traía puesta una camisa negra de manguillos con dragones rojos de diseño, unos pantalones cortos de mahón y unos Jordans Retro 1 color amarrillos.

Rebuscó debajo de su cama hasta encontrar una caja donde había un abrigo, entre el, una pistola dorada y un par de cigarrillos. La mujer agarro la pistola y guardo nuevamente la caja en su respectivo lugar. Se miró una ultima vez en el espejo y se fue de la casa que hasta hace poco compartía con su hermana.

Luego de guiar por aproximadamente 25min, estaba cerca de su próximo lugar de robo, una gasolinera. Dejó el auto a una distancia prudente y continuó el resto del camino a pie. Cuando llegó al lugar pudo notar como dos asaltantes con máscaras salían por la puerta principal riéndose y con un bulto que parecía lleno. Los asaltantes se quitaron las mascaras por un momento a darse un beso y luego se montaron en una van negra y huyeron a gran velocidad.


No lo podía creer, le acababan de robar el lugar donde ella iba a robar. 


Al haber sido testigo de lo sucedido decidió regresar a su auto y mejor irse de regreso a su casa. Pero justo cuando iba llegando a su auto unos hombres la agarraron y la esposaron. Nunca se iba imaginar que fueran policías encubiertos.

-"Sabemos que eres tú la que está detrás de este y de otros ataques que han sucedido en la ciudad.", dijo uno de los policías con firmeza mientras le quitaba la pistola de la cintura de sus pantalones.

La montaron en el auto en el cual la estaban observando y se fueron de allí.

-"Valeria S. Rivera Achaga, díganos ¿Pensabas que no te encontraríamos? ", dijo el director de la comisaría mientras entraba al salón de interrogación donde la habían traído.

-"Yo no he robado nada, solo iba a comprar unos chocolates en la gasolinera cuando vi a esos asaltantes huyendo.", dijo Valeria intentando de convencerlos.

El director sonrió sarcásticamente y le puso una computadora al frente con una colección de fotos que ella inmediatamente pudo reconocer, eran casi todos los robos que ella había cometido en el pasado mes, en cada foto parecía una mujer distinta con atuendos completamente distintos desde las pelucas a los zapatos que utilizaba, sabía que algún día iba a tener que dejar su pasatiempo.

Pero lo que la dejó desconcertada fue una foto de los asaltantes de la gasolinera de esta noche; cuando ellos se sacaron la mascara para besarse ella no pudo ver bien sus caras ni tampoco poder ver si eran hombre o mujer, pero delante tenía una foto acercada a sus caras en ese preciso momento y lo que vio no lo podía creer.

Era su hermana y su ex novio.

Se llamaba Saray, Valeria SarayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora