El ya dijo

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Y todo en un minuto,

En una nueva reunión con sus hermanos latinos (como nunca se atrevería a llamarlos en realidad) México, se dispuso a cocinar, puesto que en la ultima juntada lo había hecho Perú-y los demás decidieron que fuera así, una vez cocinaba Alejandro, otras veces Miguel, así no se pelearían por quién prepara las mejores delicias de América Latina, ambos aceptaron a regañadientes-.

Estaba muy concentrado en su trabajo, picando las verduras, hasta que sintió unas fuertes manos alrededor de su cuerpo...

Yo estaba en la cocina, me abrazo por la espalda,

Se sobresalto, hasta que se dio cuenta que aquellas manos blancas y grandes, no podían pertenecer a otro que no fuera Martin.

y me dijo al oído; que le encanta ir a la cama conmigo, pero no quiere nada más.

Luego de susurrarle aquello al joven moreno, se retiro al patio, donde estaban Bolivia y Perú.

Bolivia encendió un cigarro y lo miro a los ojos, algo que no era habitual en él, Perú, por su parte, con su carisma característico, abrocho la camisa del rubio y se la acomodo, haciendo que este le agradeciera con un ademan y se cruzara de piernas.

Y le encanta ir a la cama conmigo, pero no quiere nada mas.

"Él ya dijo", y yo dije, no eres mi amor.

Argentina, recordó que debía buscar algo en su habitación.

—Ya vuelvo —.Dijo con una sonrisa, y dirigió hacia allí, notando como todas las miradas giraban hacia él.

Luego del almuerzo, Colombia ya estaba preparando sus maletas para irse.

Ya eran las doce, debía irme de viaje...Después de todo, era uno de los países que mas de su música vendía en el exterior.

...que suerte con la gira, que luego iba a llamarme, le prometió Martín.

Porque le encanta ir a la cama conmigo, pero no quiere nada mas.

Disfrutaban del atardecer tomando mate, el rubio de ojos verdes noto que Paraguay estaba algo extraño, así que le propuso ir a dar una vuelta a caballo, como lo hacían en los viejos tiempos.

Me dijo yo te quiero, aquí esta mi cariño.

Ahora no me atrevo, es que, ya no somos niños.

¿A qué no se atrevían, Daniel, Martín?

Notaron que Sebastián los seguía, montado sobre un caballo, y los ojos miel con los verdes esmeralda chocaron.

Aunque le encanta ir a la cama conmigo, pero no quiero nada más.

"Él ya dijo", y yo dije, no eres mi amor

Entre risas y un cielo anaranjado que se torno azul oscuro, la reunión termino.

Todos los latinos se dirigieron hacia su país, todos excepto uno.

Ambos, fueron hacia la habitación y entre besos y caricias fugaces, se hicieron uno, nuevamente.

Durmiendo en su casa, con los jeanes en el suelo, mientras me abrazaba, me dijo sonriendo: Manuel, me encanta ir a la cama contigo, pero no quiero nada mas.

Sentenció Martin, mientras se acurrucaba en el pecho de Manuel.

"Él ya dijo, y yo dije, no eres mi amor".

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