Jimin era un pequeño niño cuando su hogar se incendio, perdio a su familia, y su pequeño rostro sufrio quemaduras, al buscar ayuda con los pobladores solo obtuvo insultos por su "desfigurado" rostro... Jimin escapo a las profundidades del bosque, añ...
La luz del atardecer iluminaba el rostro de dos pequeños niños, mientras jugaban en los limites del pueblo, casi a la entrada del bosque.
Las hojas estaban empezando a caer, el viento era suave y fresco a la vez.
Un chico de aproximadamente uno y sesenta de estatura, miraba con una macabra sonrisa a su hermano menor, luego de arrojarlo al piso.
—Si no entras al bosque eres un cobarde. —Acuso, observando a su bobo y torpe hermano menor.
—Todos dicen que si entras al bosque, la bestia te matará. —Respondió el menor de los dos, su piel pálida se erizo por completo al recordar todas las historias que había escuchado desde que tiene memoria.
"Una bestia vive en el bosque".
"Es un hombre con cabeza de oso".
"Come niños".
—Entonces tendrás que ser la excepción y volver con vida hermanito. —Mustio el mayor, algo divertido al ver a su hermano temblar de miedo.
El viento empezó a soplar mas fuerte, despeinando los cabellos de ambos.
—¡Pero Namjoon, no quiero ser devorado por la bestia! —Susurro, mientras intentaba ponerse de pie.
—Eres un bebé llorón.
Namjoon se dio media vuelta dejando a su hermano detrás, amaba hacerle ese tipo de bromas, era muy divertido para él ver temblar de miedo a su hermano.
Sin embargo ese día YoonGi no volvió a casa.
—Solo iré dentro cortare un girasol y regresare. —Murmuró bajito, mientras avanzaba a pasos torpes por el oscuro bosque.
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Jimin se encontraba al final del bosque, revisando sus trampas de cazar, buscando algún animal que esta vez seria su cena.
Entre mas se acercaba, mas podía escuchar leves gemidos de dolor, su cuerpo se estremeció antes tales sonidos, avanzo por entre los arboles, teniendo bastante cuidado de no caer en una trampa, hasta que le vio.
Un niño lloraba mientras su pie estaba atrapado en una de sus trampas.
Su pierna derecha estaba atada a una cuerda, mientras su cuerpo colgaba boca abajo.
Jimin dejo escapar una pequeña risa, al ver escena tan trágica y graciosa.
El pequeño en el árbol no se miraba tan grande, Jimin se atrevería a decir que era solo unos años menor que él.
Se escondió detrás de un arbusto, debatiéndose entre ayudar o salir huyendo como de costumbre.
No quería ser insultado otra vez.
No quería que le llamaran, bestia.
Su corazón se acelero demasiado ante aquellos feos recuerdos, cuatro años habían pasado desde que escapo al bosque.
Sus manos se aferraron fuertemente a su mascara que él mismo hizo, con hojas y sogas.
Se aseguro que estuviese bien puesta antes de avanzar.
—¡No me comas! —Un fuerte y ruidoso grito se escapo de los labios de Min, cuando vio a la bestia acercarse a él.
Sin embargo no era como sus amigos le habían contado.
"Es gigante, casi tres metros, tiene colmillos tan grandes como los de un elefante, y es gordo como un hipopótamo, es tan feo que podrías morir de solo verlo"
Jimin retrocedió, al escuchar aquellas tres palabras que hirieron su pequeño corazón.
—¡No soy un monstruo! —Grito, mientras se acorrucaba en un árbol, Jimin se inclino abrazando sus propias rodillas, meciendo su cuerpo de adelante hacia atrás un par de veces. —¡Yo también soy un niño! —Hablo en un grito ahogado.
Sin embargo no paso desapercibido por el pequeño colgado en el árbol.
—Entonces, ¿No comes niños? —Murmuro, manteniendo sus ojos cerrados, pues aun tenia miedo.
—No, yo como animales y frutas que encuentro. —Explicó Jimin, sintiendo su corazón acelerarse con aquella pregunta.
—¿Entonces por que tienes trampas? ¿No golpeas a los niños hasta morir? —YoonGi escucho un gruñido en respuesta, entonces y solo entonces se atrevió a abrir los ojos. —¿Me ayudas a bajar?
Jimin sonrió detrás de la máscara, parecía haber encontrado un amigo.
Sus fuertes y sucios brazos se aferraron a la cuerda que ataba el pie del contrario, tratando de deshacerse del nudo que lo mantenía sujeto.
—Vas a caer de cabeza. —Murmuro Jimin, antes de dejar caer al chico.
Jimin observo al niño frente a él, con los ojos cerrados y respiración calmada.
—Oye, oye. —llamó un par de veces, sin embargo YoonGi se había desmayado luego de que su cabeza chocara con el duro piso. —¡Ay no, lo mate! —Gritó tan fuerte que su grito pudo escucharse en todo el bosque.
