☆Capítulo 1

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- Levántate ya nena- escucho la voz de Dixie, mi mejor amiga probablemente desde que tengo memoria.

Suelto un gruñido demostrando mis inexistentes  ganas de despegar un ojo. Mi querida amiga se lanza sobre mí y comienza a saltar en la cama.

-Para un poco Dix- digo protestando, medio adormilada.
- Es el último día de vacaciones  Sky. Tenemos que festejar que  entramos a último año- Me comenta totalmente eufórica.

Realmente no puedo creer la energía que tiene un domingo a las 8:00 A.M. Mucho menos sabiendo que en solo un año terminamos la escuela, lo que quiere decir que tengo exactamente un año para decidir que quiero hacer de mi vida. Puedo decir porque lo estoy experimentando que no saber que es lo que quiero me genera una angustia inexplicable. No por el que dirán mis padres sino porque siempre fui una persona muy imperativa. Necesito hacer algo por mí. Para mí.

- Está bien, está bien- digo sabiendo que no podré rechazar cada una de las propuestas que vaya a hacer.- ¿Cuales son los planes para hoy entonces?

- Primero tenemos que ir a buscar a Key- Dice algo que claramente ya sabía, somos un grupo de tres, mejores amigas desde siempre. - Después pasamos el día en la playa con los chicos y a la noche salimos a bailar.

-¡Eh! ¿Chicos?¿qué chicos?- Pregunto exaltada y espero ansiosa su respuesta.

- Dylan y sus amigos.

Ahí está, escuchar esa respuesta, aunque estaba segura de que sería esa, me cayó como un balde de agua fría. Dylan. El chico del que estoy enamorada desde que tengo 9 años. El hermano de mi mejor amiga. Supongo que lo que sentia a esa edad era un amor ingenuo, de esos que siempre recordas con ternura. Cada vez que iba a jugar con Dix ahí estaba él. Ese hermoso chico de 11 años. Con ojos azules capaz de hipnotizar  a cualquiera. Aún recuerdo como cada vez que me saludaba mis nervios eran incontrolables y mis mejillas se coloreaban al instante, como cada vez que sus suaves y pecosas manos rozaban por accidente las mías mi corazón de repente se paralizaba. Sin embargo crecimos, a los 14 años podía darme cuenta de que ese amor ingenuo  ya no era lo mismo, cada vez se volvía más fuerte. En lo que sentía por Dylan ya no quedaba nada de inocencia, y además de amarlo lo deseaba. Cada vez que sentía que mi mundo se caía a pedazos, que estaba estancada en un oscuro agujero del que no podría salir, ahí siempre estuvo él, alegrando mi vida, siendo el arcoíris en mis días de tormenta, y siendo la luz que mi alma rota y oscura necesitaba. No puedo creer que las cosas hayan cambiado tanto desde ese día. No entiendo por qué la verdad. Así como nos volvímos más grandes y mis sentimientos se hicieron cada vez más fuertes pude percatarme de como aquel chico tierno, de pelo tan negro como la noche, el mismo que solía llamarme pecas, por la gran cantidad de estas que adornaban todo mi cuerpo creció y junto a esto se volvió una persona hasta ese entonces desconocida para mi. Tuve que ver como esa persona a la que consideraba el amor de mi vida se acostaba cada semana con chicas diferentes. Y dolió, claro que dolió. Pero no iba a dejar que eso que sentía rompiera mi amistad con Dix !Ni loca!
Creo que se dio cuenta de la pequeña mueca de disgusto que hice e interrumpió mis pensamientos.

- Amiga Dios! Esos chicos están de la puta madre. -  Dix me da una mirada perversa,- que mejor que terminar el verano con un chico como ellos.

Lo pienso, encerio lo pienso. Una parte de mi queria que por un momento, aunque sea una vez en la vida Dylan sintiera lo que yo sentí por tanto tiempo. Aunque fuera imposible porque sus sentimientos por mí eran tan inexistentes como mi buen humor a la mañana. La parte racional de mi cabeza me decía que no porque tenía mi corazón roto podría romper el de alguien más, eso solo me haría sentir peor.
Pero acepté. Un poco de diversión no puede lastimar a nadie, o eso pensaba.

El celular de Dix comienza a sonar, toma la llamada y  pone en altavoz a Keylah.

- Hey Bicho- saluda con ese tono meloso  que solemos usar entre nosotras,- cuando me pasan a buscar?

- Hola beba,- responde Dix con el mismo tono- todavía nos tenemos que cambiar, pero danos 10 minutos que Dyl nos lleva y de ahí vamos todos a buscar a Cam y a Eithan.

Okey si, no me esperaba eso.

- dale amiga, los espero- oigo que contestan del otro lado de la llamada.

Miro los trajes de baño que me ofrece Dix, y me pruebo uno de dos partes rojo, en la parte superior dos tiras pasan por mi pecho cruzadas y termino atandolo en mi espalda. La parte interior es pequeña y hace que me sienta sexy. No voy a mentir, no tengo el autoestima más alto del mundo pero amo mi cuerpo, aunque hayan cosas que me gustaría cambiar. Trato, sin embargo no puedo evitar pensar en que pasaria por la cabeza de Dylan cuando me viera. ¿Acaso sentiría una mínima parte de lo que siento yo cada vez que lo veo? Con todas estas dudas en la cabeza y una vez que Dixie terminó de cambiarse también salimos de su habitación.

Dylan!- grita mi amiga en busca de su hermano- ya estamos listas, salgamos!

¿Vieron esas típicas películas en las que los personajes principales entran corriendo en cámara súper lenta de una manera tan sexy que volvería loca a cualquier persona? Bueno, senti que exactamente eso estaba pasando en el momento en el que Dylan cruzó la puerta para llegar al jardín, donde nos encontrábamos nosotras. Su traje de baño azul marino se ajustaba perfectamente a sus ejercitadas piernas, en ese momento me percaté de que no llevaba remera puesta y todo dentro de mi se revolucionó.

- ¿Vamos? - dice ignorando completamente mi presencia.

Y eso fue suficiente, podré estar muy loca por el pero eso? Que ni siquiera pueda verme a los ojos y decirme: "hola Sky, todo bien?" Así que dejando todo sentimiento de lado añadí molesta

- ¿Perdón? ¿Hola no?- añado con un tono sarcástico muy notable.

- Ah hola pecas- dijo revolviendome el pelo. Y así logró que ese lindo sobrenombre al que recordaba como algo tierno ahora me molestara.

-Soy Skyler, no pecas.- Seguido de eso agarre a Dix de la mano y nos subimos juntas al auto.

- Y a esta qué le pasa- escuché que Dylan susurraba molesto.

¿Que qué me pasa? ¿Es en serio? Lo que me pasa es que el chico en el que más confiaba y al que más quería cambió de repente, de un día al otro.

En realidad, desde ese día, nada volvió a ser igual.

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⏰ Última actualización: Aug 04, 2020 ⏰

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