CAP.1

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Desperté a las 5:30 AM.

Tengo una costumbre de llegar tarde a todos lados, un retraso más en el Colegio y me suspenden.

Después de portar aquel uniforme ridículo, el cual consistía de una camisa blanca con el logo del colegio en mi pecho de lado derecho, pantalón deportivo azul, zapatos deportivos y una banda en el cabello color azul, el de las mujeres es distinto.

Al entrar a el colegio saludé al encargado de la puerta eléctrica. Al seguir caminando y observando a las personas de mi alrededor. No veía por ningún lado a mis amigos.

Mi ojos se encontraron con los de alguien más y mi corazón bombeo más rápido.

Sí, es mi "crush", cabello castaño, ojos miel, piel de porcelana y era bastante alto. Él me sonrió, mi mirada se hizo más profunda y pasó lo que me temía.

Tropecé en el escalón del patio central, unos me miraron y rieron entre ellos, otros ni siquiera me miraban pero, una mano se posó frente a mí. Al alzar la mirada vi esos ojos miel, mis ojos viajaron por su cara hasta llegar a sus labios; esos labios delgados y de un rosa pálido.

-¿Estás bien?

No podía responder, nada salía de mi garganta.

Pero el momento fue arruinado, Enrique Johnson apareció, tomó mi brazo y me levantó, podía ser bajo pero su fuerza era sorprendente.

-Ten cuidado para la próxima James -dijo Johnson mirándome con esa seriedad de siempre.

Desde que terminé con él se volvió muy distante con todos.

El era mi pareja, duramos 2 años, ambos éramos muy distantes, nunca le di un beso y nunca nos tomamos de la mano, nos conformamos con el silencio cómodo entre nosotros.

Pero después del tiempo me ignoró y preferí terminar con él. Recuerdo a la perfección como fue.

-Debemos terminar.

-¿Qué?

-Como lo escuchas

-No me puedes dejar Alan, recuerdas el 'juntos para siempre' lo prometimos

-Sí, pero consistía en siempre estar juntos. Sólo me buscas cuando estás triste o cuando te dicen que hablo con alguien que no son mis amigos.

-Lo siento, pero no me puedes dejar

-Ya lo hice Enrique, por favor seamos sólo amigos.

-NO, si me dejas te juro que me muero.

-Estás enfermo, pero no más que yo. Sabes que si te suicidas no me importaría y saldría con alguien más.

-Jodete James

-Ya estoy jodido Johnson.


Caminé a el aula ignorandolos.

Al entrar sólo me dirigí a mi lugar, miré por la ventana la cual daba a la cancha de baloncesto. Todos se veían tan animados, una tristeza inundó mi ser, ¿por qué no puedo ser feliz?

Miré la pizarra y comencé a hacer mis apuntes de la clase.

Quité mi libreta de la mesa, miré las cosas que me anotaban los alumnos de aquí.

'Rarito' 'Enfermo' 'Monstruo'

Sonreí. Que hermosos cumplidos.

Al salir al receso pude observar a mis amigos.

Issac Morfin y Han Stabbington, los conozco desde escuela.

-Vamos a una casa abandonada, llevemos a alguien de aquí. -dijo Han

-¿Para qué? -preguntó Issac.

-Compré unas cosas de la edad media y necesito una víctima.

-¿Qué tal Oskar Garret? -dijo en broma Issac.

-Una cosa es que me guste y otra es que me preocupe, por mí dañenlo todo lo que puedan, sólo dejenlo vivo. -dije serio

-¡Yuju! Nueva víctima.

-¿vendrás Alan? -dijo Issac.

-No.

Miré a Oskar y analicé cada detalle, me acerqué a él a paso lento.

Pasé por su lado susurrando.

-adiós a tu belleza bonito.

Él me miró raro y yo sonreí maliciosamente.

En la salida pude ver como mis amigos se llevaban a Oskar.

Comencé a temblar y las voces comenzaron a gritar.

¡Salvalo! ¡Salvalo! ¡Salvalo!

-¡NO! -grité con fuerza y tomé mi cabello con fuerza.

Mi cuerpo comenzó a temblar y comencé a golpear una pared cercana.

Después de un tiempo mi crisis pasó.

Caminé a casa a paso lento, deseando nunca llegar.

Escuché un bebé llorar y gritar a su madre.

-¡Mamá! ¡Llévame contigo!

-No puedo amor, trataré de regresar temprano del trabajo.

Si tan sólo mi madre me ubiera tratado así.

-¡Mamá! ¡no me dejes!

-Ve con tus tías Alan

-¡No mamá! ¡quiero ir contigo! -corrí tras ella lo más rápido que podía.

-¡No Alan! ¡Ve a casa!

Mis lágrimas resbalaban por mis mejillas.

-Los hombres no lloran, no seas maricon y lárgate a casa.

-Jodete mamá.

El deseo de la muerte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora