#3.El...chico

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La clase de baloncesto terminó y yo fui al casa andando porque mi madre tubo que recoger al idiota del colegio.

Mientras yo iba a casa andando me encontré con el chico que me tiró las cosas en el pasillo y me paré para decirle un par de cosas. El se paró enfrente mio también y yo no supe que decirle. El me dijo hola y yo le conteste igual.

El me miró al los ojos y yo también a él. Se fue acercando a mi y yo hacia él. El me escribio su número de teléfono en el brazo y yo el mío en el suyo y me dijo que le llamara y nos fuimos cada uno por un lado.

Llegué a casa mire el móvil y tenía un mensaje de un grupo. ¿Quienes abrían echo un grupo con migo siendo la nueva? Entré en los contactos y vi que... ¡Eran las del equipo de baloncesto ¡Me querian más que una simple jugadora! Pero también tenía otro mensaje que no sabia de quien era.

Me miré el brazo y los dos números coincidían, ¡Era el chico del pasillo! Me había mandado un corazón. ¿Por que lo había echo? ¿Queria algo con migo? Yo seguí leyendo lo que escribió y después de eso me dijo haber que tal estaba. También me escribió si quería quedar con él algun día pero yo le puse un ¡no! enorme porque si conozco a un chico no quiero que me pase como con el ex que tuve en París. Después de que le dijera que no deje el móvil encima de la cama para que se cargara y empecé a dibijar un dibujo para regalarselo. Le hice un retrato y le puse una dedicatoria para que siempre se acordara de mi. En la nota ponia esto: Idiota como me vuelvas a decir algo te corto la cabeza y no es una broma. Pero entre paréntesis puse que le iba a gastar una broma dentro de poco por tirarme las cosas, porque yo era muy vengativa. Me fui a la cama y no puede parar de pensar en qué éramos nosotros dos porque yo no lo sabía pero el quizas si.

Más tarde preparé la broma que le tenía que gastar a mi hermano por pasar el tiempo. Encima de la puerta puse un cubo de agua para que callera encima de su cabeza y debajo de la alfombra puse una escoba para que le diera donde más le duele. Yo le llamé a mi hermano para que entrara en mi habitación y el como es tan bobo vino. Yo preparé la cámara de fotos para hacerle unas cuantas y subirlas a la red. El se puso debajo de la puerta y la broma salió a la perfección pero mi madre entro después y me gritó por gastarla. Ella cogió mi teléfono de la cama y se lo llevo. En eso momento supe que ya no podría hablar mas con las del equipo o el del pasillo, pero por lo menos había una cosa que no me podía quitar y era el amor que tengo por el baloncesto, y me fui al entrenamiento.

Un mal partidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora