Todo comienza

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Aclaraciones del autor:  Esto es un AU osea un alternative universe y esta historia no tiene nada que ver con el juego. La historia tiene algunos toques de Omegaverse habrá alfas y omegas pero este fic NO es omegaverse (osea, no es un universo de esa clase y nadie está conciente de su posición). Cada humano en esta historia tiene su propia "especie" por cosas de genes auntiguos pero ha desaparecido con el tiempo dejando solo algunos rasgos e instintos.

Espero lo disfruten:

....

Capitulo 1.

        Abrió los ojos con lentitud, no recordaba siquiera donde estaba. Sus sentidos fueron despertando lentamente, ahora podía verlo. Había personas corriendo, luces de ambulancia, y alguien frente suyo, por lo visto estaba hablándole. No podía escucharle, sus oídos sumaban, vibraban, como si estuvieran totalmente bloqueados.  A duras penas comprendió algo de lo que estaba  diciendo. “¿Estas bien?” parecía que trataban de preguntarle. Con lentitud asintió.

        Estaba cansado, cerró los ojos y dejó que todo fluyera, solo esperaba que pudiese volver a despertar.

        —Ren, Ren… ¿estás bien? ¿Puedes oírme? —una voz parecía llamarle, sonaba tan…

Pero, no podía ver nada aun, ni siquiera sabía dónde estaba.

        Aun no estoy despierto… no puedo moverme o hablar. Es frustrante… ¿estoy vivo? Creo que sí.

Su cuerpo estaba sumergido en la oscuridad, o al menos así se sentía, tenía la sensación de estar siendo envuelto en aguas heladas y oscuras.  De repente, cayó en la cuenta de que sí estaba vivo, lentamente la claridad fue envolviéndole, y comenzó a despertar, o al menos su mente estaba despertando. Comenzó a forcejear consigo mismo, y entonces se hiso la luz. Logró abrir los ojos pero no vio nada, solo blanco puro.

        —¿Ren? ¿Ren? ¡Oh cielos santo!

La voz pareció alterarse. Ren escuchó pasos acelerados, y entonces sus ojos fueron acostumbrándose a la luz, todo fue aclarándose. Estaba en un cuarto de hospital. Toda la habitación era blanca y luminosa. La ventana estaba abierta, y los suaves rayos de luz traspasaban las transparentes cortinas.

        ¿Por qué estoy aquí? ¿Qué paso? No recuerdo nada…

        —Ah, veo que ha despertado —dijo el doctor al entrar.

        —Sí, abrió los ojos de repente, estaba preocupado…

        —No hay que temer, Aoba-san.

        ¿Aoba? ¿Aoba está aquí?...

Con dificultad giró su cabeza, la imagen se volvió clara, Aoba, su amigo, estaba frente a él, su mirada parecía derrochar consternación, definitivamente algo grave había pasado, pero Ren se hallaba incapaz de recordar lo que había pasado. Todo estaba borroso en su mente, y no había arreglo.

        —A-Aoba… —su garganta se movió y logró soltar ese llamado cual suspiro.

        —¡Ren! No hables, tranquilo, el doctor dijo que estarás bien.

Ren asintió sin decir nada más, su cuerpo y mente aún estaban exhaustos y adormecidos, posiblemente por la anestesia. Aoba era el hermano mayor Ren, o bueno, así se comportaba pues los dos tenían la misma edad, vivían solos, desde hace tiempo que habían aprendido a cuidarse por sí mismo, ambos iban a la universidad, tenían 19 años, ósea que era su primer año en la universidad para ambos. Si Aoba decía que todo estaría bien, entonces Ren podía estar tranquilo, le quería y confiaba lo suficiente en él.

Tiene que ser él.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora