Roman Bridger: El Verdadero Villano de la Trilogía de Scream

Capítulo 2: La Hermana.

Han transcurrido algunos días desde que Billy y Roman planearon el asesinato de Sidney. Tenían todo listo, incluso ya tenían secuestrado al mismo padre de Sidney para después culparlo de todo tras unir las pruebas. Concluyendo en que Neil Prescott acabara "suicidándose" tras asesinar a su hija. Todo este teatro fue sugerido por Stu para darle más dramatismo a la escena del crimen.

Sin embargo, los planes empezaron a tambalearse, debido a que una noche la policía arrestó a Billy Loomis por ser aparente sospechoso en el ataque a su novia. Por suerte para Roman y Stu, al día siguiente decidieron liberarlo. Por lo que lograrían seguir con el plan.

En la escuela de Woodsboro, Billy se encontró con Roman, y este último estaba enojado con él por casi echar a perder todo el plan.

Billy se disculpó y prometió ser más cauteloso. Roman se calmó y le recordó que esa era la gran noche; pero luego le dijo que desgraciadamente no podría participar, ya que justo esa noche se iría de viajes a Hollywood para realizar algunos proyectos de cine. Pero aún así, le comentó a Billy que confiaba en él y en Stu para lograr el plan.

Tras dichas palabras, estaba a punto de irse del instituto, pero antes de hacerlo le pidió a Billy un último favor: matar al director de la escuela.

Billy cuestionó aquello, pues el señor Himbry no tenía nada que ver en todo esto; aunque Roman le insistió y hasta le dió una idea de qué hacer con el cuerpo del director más adelante ese día. Fue así como su joven compañero asesino terminó aceptando.

Luego de eso, Roman se dispuso a irse, pero a lo lejos vió a Sidney, y un sentimiento de ira se apoderó de él. No aguantaba sus ansias y decidió meterse al baño de mujeres a esperar a Sidney.

Tras unos minutos, la chica entró al baño y se quedó triste al oír a otras alumnas hablar mal de su difunta madre.

En ese silencio, Roman procedió a ponerse el disfraz de Ghostface; sin embargo, su víctima pudo sentirlo, por lo que empezaría a correr hasta la puerta del baño, pero en eso, se abrió la puerta de uno de los retretes y salió Ghostface a intentar atraparla, pero su víctima se deslizó por el suelo y logró salir de aquel baño.

Roman se quedó ahí solo, maldiciendo y rompiendo de un puñetazo el espejo. Acto seguido, decidió salirse por la ventana del baño.

Más tarde ese día, avisaron al pueblo de Woodsboro que si tenían necesidad de salir, conseguir algo o por cualquier otra necesidad, que lo hicieran lo más temprano posible, ya que pondrían toque de queda por los asesinatos.

Escondido entre árboles y arbustos, Roman observaba a lo lejos a Sidney y a su amiga Tatum platicando. En eso, recibió una llamada de Billy, la cual procedió a atender.

—Lo del director está hecho —informó el adolescente. Roman le agradeció y colgó.

Pasaron unos minutos, y logró ver al joven policía Dewey llevando a Sid y a Tatum a hacer las compras para la fiesta en casa de Stu. Roman se movilizó a su auto y empezó a seguir a sus víctimas cuidadosamente.

La patrulla de Dewey aparcó en el estacionamiento, y las dos chicas salieron al supermercado mientras el oficial se fue a hablar con el alguacil de la policía.

Sid y Tatum fueron agarrando las cosas que iban a comprar, mientras eran observadas en los pasillos por Roman disfrazado de Ghostface. Pero éste después se puso a reflexionar sobre lo que estaba haciendo ahí, portando el disfraz ahora prohibido, y arriesgándose a que lo atraparan y arruinara el plan. Por lo que decidió ir a un baño cercano y quitárselo rápidamente, para después salir del supermercado

Por lo que sí. En este punto Sidney y Tatum no fueron acosadas por Billy ni Stu, ya que ellos estaban en el Video Club con Randy. Roman fue el que toda aquella tarde estuvo observando a Sidney para querer acabar con ella, pero al final se calmó y decidió esperar a que esa noche Billy le diera la buena noticia de que ella ya murió.

Roman estaba tan distraído con lo de acosar a su hermana que olvidó su viaje a Los Ángeles, por lo que enseguida se metió al auto y pisó fondo para salir del pueblo e ir rápidamente al aeropuerto.

Al día siguiente, Roman ya se encontraba en una casa en Hollywood, Los Angeles. Pero se sentía muy extrañado de que ni Billy ni Stu lo llamaran para informarle cómo les fue.

Pero todo se vino abajo para él cuando encendió la televisión y vió en el noticiero que sus dos compañeros fueron asesinados a manos de Sidney.

Al ver esa noticia, Roman se llenó de un fuerte estrés al ver que esos dos tarados le fallaron.

No solamente eso, sino que también su media hermana se ganó la fama de ser la heroína que salvó el día, cosa que lo frustró más, haciendo su enojo más grande al no tener todo lo que su hermana sí. Pero después de varios minutos, a Roman le llegó un idea que podría servirle...