Witch - Twilight | Jacob Black Ⓘ

39- Hospital

Vi una deslumbrante luz al abrir los ojos. Estaba en una habitación desconocida de paredes blancas. Unas persianas bajadas cubrían la pared que tenía al lado. Las luces brillantes que tenía encima de la cabeza me deslumbraban. Estaba recostada en una cama dura y desnivelada, una cama con barras. Las almohadas eran estrechas y llenas de bultos. Un molesto pitido sonaba desde algún lugar cercano.

-¿Me morí?- pregunté desorientada

-No- respondió alguien

-Demonios- murmuré

En cuanto dije mi comentario, alguien me golpeo el brazo. Asustada me senté para ver al culpable y cuando la vi... preferí seguir inconsciente.

-Auch- me queje

-¿Tienes idea de lo preocupada que estaba?- me regaño Rose mientras me dedicaba una mirada asesina

-En mi defensa, yo

-No lo intentes negar

Otra voz se hizo presente en la habitación, miré la puerta donde Luna estaba entrando con una bebida en su mano.

-¿Luna?- murmure. Comencé a observar a mi alrededor y la confusión se hizo aún mayor- ¿Dónde estoy?

-En el hospital de Phoenix- respondió con calma

-¿EN EL HOSPITAL?- pregunté sorprendida- Nunca he estado en un hospital

-Claro que no, antes no hacías estupideces- me reprocho Rose

-¿Qué estupideces?

-No sé, tal vez que no comiste ni dormiste bien durante dos días, sin contar la gran cantidad de magia que usaste en ese tiempo. Me sorprende que no te hubieras fatigado antes

Agache la mirada un poco cohibida por el regaño de este par. Mi mente me hizo recordar los sucesos de esos dos días. Claramente con lo poco que me cuide iban a existir consecuencias.

Mi autoregaño se vio interrumpido cuando recordé el estado crítico de Bella

-¿Dónde está Bella?

Rose soltó un bufido mientras se dejaba caer en uno de los sillones. Luna se acercó a mí y me ofreció la bebida

-Ella está bien- habló Luna- Pero tú necesitar beber esto, no te has recuperado al 100%

Mire el líquido que Luna me dio, el color azul de este me hizo recordar la bebida que mi madre me dio cuando experimente mi primera fatiga mágica. Sin chistar tome de un solo trago la poción y el asqueroso sabor a huevo podrido no tardó en hacerse presente.

El alivio y la fuerza comenzaron a regresar a mi mientras que la desorientación y el cansancio desaparecían por completo. En cuestión de minutos me encontraba recuperada.

-Te ves mucho mejor- dijo Luna mientras colocaba un mechón de cabello detrás de mi oreja

La miré enternecida por su gesto tan maternal... pero la ternura desapareció cuando ella tomó mi oreja y comenzó a jalarla

-Ahora que estás bien, va mi regaño

-Auh, Auh- me quejaba

-Alexandra Bauman. Me prometiste que no harías ninguna estupidez- me regaño Luna mientras jalaba mi oreja.

-Lo siento, Lo siento- repetí

Luna me soltó, y comencé a masajear mi oreja. Mire que Rose estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano para no reírse

-Esto es maltrato- las acuse- ¿Aun cuando estoy herida me regañan?- hice un puchero

Rose y Luna compartieron una mirada para luego decir: