Gun.
7:44 pm.
Sala de juntas.
Tic tac. Tic tac. Tic tac.
Miraba el reloj colgado a lo alto de la pared mientras las personas a mi alrededor hablaban sin detenerse, los escuchaba sin prestar demasiada atención a sus palabras porque ya sabía el tema que trataban, mi nueva novela. La importancia de este nuevo material era clave importante en la junta de hoy. El subdirector de la editorial, el editor y algunos asesores de diseño y publicidad se encontraban en la sala discutiendo todos los detalles referentes a la esencia y trama de mi obra. No estaba acostumbrado a compartir abiertamente sobre las historias y sentimientos que quería escribir a pesar de vivir este proceso torturador cada vez que iniciaba alguna novela, tenía sentimientos protectores hacia mis ideas con todo el equipo editorial, en mi cabeza seguían siendo personas que verdaderamente no entendían lo importante que son mis obras para mí.
—Tu concepto ha llegado a ser muy repetitivo, Gun. —mencionó el subdirector, lo que hizo que volviera a centrar mi atención a las personas sentadas frente a mí. —¿No has llegado a tratar tramas que no siempre tengan un romance trágico y mártir? La juventud está tratando de leer cosas más fantásticas. —señaló.
Observé como los demás en la sala tomaban notas y murmuraban cosas que no lograba entender. Esta era la parte torturadora. El cuestionamiento directo era la pequeña batalla por la cual siempre tenía que pasar y normalmente no había un ganador, se establecía un tipo de tregua entre las partes y se concluía la guerra. El subdirector Somchai era el primero en tomar un turno en la ronda de preguntas y era el que más incomodidad me causaba, siempre encontraba un "pero" en mi trabajo.
—Trato de escribir lo que mi mente y corazón desean, señor. No me baso en tendencias juveniles que regularmente quedan en el olvido con el tiempo. —alcanzo la taza de café que me habían servido al entrar y tomo un sorbo, era amargo, justo como el ambiente actual.
El Sr. Somchai me miró con detenimiento para después dirigir su mirada a los papeles sobre la mesa, lo observé tomar su teléfono y teclear algo. El editor Amp que hasta ahora no había mencionado alguna palabra formó una ligera mueca en su rostro.
—Joven Atthaphan, usted sabe que no hacemos esto con el fin de ir en contra de sus deseos. Queremos establecer lo importante tanto para sus obras como para la editorial. —cruza sus dedos colocándolos debajo de su barbilla. —¿Acaso no es importante para usted que sus libros sean más conocidos?
—Mis libros ya lo son, no necesitan cambios. —los miro sintiendo como la seguridad emanaba por todos los poros de mi cuerpo.
Sabía el grado de importancia sobre crear nuevas historias que tuvieran más fantasía, más universos distópicos o utopías, más tecnología y más personajes heroicos, pero en mi cabeza nada de eso podía compararse a una historia que pudiera conectar con las personas a un nivel más íntimo; algo que los hiciera recordar momentos vividos o sentimientos escondidos dentro de su corazón. El llamar a mis novelas "romances trágicos y mártires" eran palabras desagradables y vacías, mis líneas trataban de plasmar lo real, pero al parecer lo de ahora era vivir en lo mágico y fuera de este mundo.
—Necesita considerarlo, joven Atthaphan. —dijo Amp. —Nos gusta su trabajo y por esa razón queremos demostrarle que su valor como autor va más allá de romances y lecciones de vida como los que hay en los cuentos. —cerró su carpeta y los demás copiaron su acción. Salieron de la sala en cuestión de minutos mientras el subdirector Somchai seguía en su sitio.
—Admiro tu confianza, Gun. —se levantó de su silla y caminó a paso lento a la puerta. —Sé que tienes muchos admiradores, piensa en ellos. También querrían saber de qué más cosas eres capaz.
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Anónimo | offgun
FanfictionLa autoría anónima en la literatura ya no era muy común, sin embargo, Gun Atthaphan ocultaba su identidad al mundo. Vivía una vida creando historias que planteaban sus más grandes sueños y anhelos, deseando que cada una de ellas pudieran ser leídas...