Quiero contarte nuestra historia, se que la sabes, pero quizás si la lees toda de golpe, puedas entender como me siento ahora mismo.
Nos conocimos en la red, ¿te acuerdas? no quiero decir el sitio, serían muchas pistas para ti. Pero fue un sitio al que llegué por maldad, al que llegué con el corazón oscuro, lleno de celos y resentimiento. Fue un lugar que me lo arrebató todo, pero que también me liberó. Mi vida era básica, lineal, y cuando todo se rompió, sufrí, pero ahí apareciste tú, para recordarme lo patética que era mi vida y que ahora tenía la oportunidad de empezarla de nuevo.
Y me diste fuerzas, y me enseñaste otro mundo, uno en el que siempre estabas. Hablábamos durante horas, durante días, no nos concentrábamos en nuestros trabajos porque seguíamos hablando incluso trabajando.
Y entonces lo descubrimos.
Era una conexión, una unión que nos hizo gemelos, como esa conexión que tienen que son capaces de sentirse sin estar cerca. Así eramos nosotros, así era lo que teníamos, así era lo que perdiste. Si yo sufría, una alarma se te encendía dentro que te hacía querer hablarme, y lo mismo al revés. Siempre aparecías antes de que mi sufrimiento llegara a niveles altos, y con tres palabras, las aguas se apaciguaban.
En esa época dormíamos poco, pero reíamos mucho. Hacíamos cosas que incluso nos unían más, a pesar de que no podíamos tocarnos, ni vernos, y oírnos poco. Aún me pongo el audio de "can't help falling in love" que una vez me cantaste como si fuese una nana, cierro los ojos y te veo, te veo sentado frente a mi, con tu guitarra, y mirándome a los ojos con cada palabra que parecías susurrarme.
Muchas veces entrabamos al chat a la vez, ¿te acuerdas?, era como si de repente los dos pensáramos lo mismo y nos decíamos las mismas cosas... esos tres puntos que tanto te gustaban.
Estuviste conmigo apenas un año en mis más de treinta, dicho así parece insignificante, una persona a la que nunca he visto y que me acompañó en mi bolsillo durante un año. Pero ahora, cuatro años después de tu despedida, te sigo echando de menos, te sigo esperando en mis momentos difíciles, y siento, que cada vez que pienso en ti con ansiedad, es que me necesitas.
Lo nuestro fue un amor para ser recordado, para ser plasmado. Nuestras personalidades encajaban, nuestros gustos, nuestros corazones.
Te echo de menos y esto me ayuda a recordarte.
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Recuerdos de un amor invisible
RomanceEsto es para ti, para que lo leas, para que te acuerdes, para que me entiendas. Porque lo nuestro no acabó, lo nuestro perdura constantemente en mi mente, y siempre tengo algo que me gustaría contarte.