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Ambos entraron al edificio,la entrada era un largo pasillo y al final habían 2 ascensores, el de la izquierda llevaba a los pisos impares y el de la derecha a los pisos pares, venían buscando al señor Leonardo, el dueño del edificio, el cual se encargaba de los apartamos y quería echar al señor Cristián y su familia

–Es en el piso 12,el último, allí está la casa del hombre
–Maldito frío que está haciendo —dijo Daniel mientras se frotaba las manos contra los brazos y soplaba las palmas de sus manos para calentarse—
–Yo no tengo tanto frío —dijo Víctor riéndose de su hermano menor—
–Bro,estás enfermo

Ambos hermanos caminaron hasta los ascensores,y luego de revisar cual de ambos llevaba al piso que ellos querían, entraron al ascensor de la derecha,al entrar Daniel presionó el botón del último piso y se puso debajo de la calefacción,la cual tenía la función de calentar un poco el ascensor. Ambos se quedaron callados todo el trayecto, Víctor estaba pensando a detalle las palabras que usaría para convencer a aquel hombre psra reconsiderara su desición de echar a la calle a aquella familia que no estaba tan bien económicamente y solamente tenían para lo necesario,y muchas veces hasta no comían alguna de las 3 comidas diarias. Daniel por otro lado estaba concentrado en no morir congelado y no le estaba prestando atención en lo más mínimo a su hermano. Luego de unos minutos, el ascensor emitió una especie de pitido anunciando que habían llegado a su destino, ambos hermanos entraron en razón de nuevo, se miraron mutuamente y luego bajaron del ascensor. Sólo habían dos puertas en aquel piso, una conducía al cuarto de electricidad de todo el edificio y también de los apartamentos, así cuando alguna familia estaba retrasada con el pago, el señor Leonardo podía dejarlos sin servicio de luz muy fácilmente, la otra puerta era de la casa del señor,la cual fue fácil distinguir por la descripción que dio el señor Cristián en su momento,además que la puerta abajo tenía un tapete que dictaba en el: "Bienvenidos"

Miro la botella que ya casi estaba terminada,y froto la punta de mi nariz con mi dedo anular y pulgar

–Espero que tengas más

dije riendo y me levante de nuevo,esta vez tambaleándome de tanto alcohol que había ingerido yo solo,prácticamente me había bebido la botella yo solo

-Jefe—dice Ramón e intenta darme estabilidad con sus brazos—
-No Ramón no me toques —recupero el equilibrio y me repongo—
-Ha bebido mucho, señor
-¡Estoy bebiendo para olvidar por un pequeño momento las ganas que tengo de matar a ese maldito!

Lanzo la botella vacía contra la pared fuertemente la cuál se rompió con la pared haciendo saltar varios pedacitos de vidrio por todo el piso 

–Me las vas a pagar todas,malnacido

Me acerco a él y con mi mano agarro su cabello moviéndo su cabeza para que me mire fijamente

–Todo,todo me lo pagarás,¡¿Me oyes?!

Le doy un manotazo tan fuerte a la mesa de vidrio que le abrí una pequeña grieta a la mesa,y mi mano rápidamente se pone roja por el fuerte golpe

-... —doy un largo suspiro— Lo siento,lo siento,solo fue un arranque de ira —saco un fajo de billetes y se lo doy a Samuel— Por favor,Samu, comprame 2 botellas más
–Enseguida jefe—toma el fajo y sale de la casa—
–Bueno... sigamos

Me siento de nuevo en la silla y miro el terror de sus ojos

–Lo siento,¿Vale? Me dejé llevar —sonrío— ahora,bien

Víctor tocó el timbre y a los pocos segundos salió Leonardo,un hombre de 1.75,piel blanca y cabello rubio

–¿Si? ¿Que necesitan?—dijo Leonardo y miró con cara de confusión a ambos—
–Hola,buenas tardes, caballero, mi nombre es Víctor y el es mi hermano Daniel—Daniel saludó con la mano— Venimos de parte de Don Santana

El As de PicasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora