Epílogo

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Taehyung estaba tratando, con toda su voluntad, no morderse las uñas por los nervios y ansiedad mientras esperaba a Jungkook, sentía su corazón acelerarse y no podía evitar mover su pie derecho reiteradas veces en la espera del chico.

Sus nervios aumentaron en cuanto lo vio a lo lejos, llevaba su mochila colgando de sus hombros y percibió de inmediato aquella radiante sonrisa que lo caracterizaba. Habían quedado de verse en un parque público a las cuatro de la tarde para poder hablar respecto a todo.

—Hola, Taehyung —saludó el mayor elevando su mano, dejando ver su radiante sonrisa

—Hola, Jungkook —devolvió el saludo levantándose de la banca en la que estaba sentado

Jeon permaneció con su sonrisa y le señaló al menor que se sentara para poder así hablar tranquilos.

—Quiero que sepas que me encontré la caja en un bote de basura, era bonita y decidí tomarla, tal vez no debí tomarla y leer todo lo que escribiste, pero lo hice y no me arrepiento —aclaró mirándolo fijamente y tomó las manos del contrario nervioso, acelerando su pulso —No te juzgué y no te juzgaré, solo tú sabes por lo que has pasado y cómo te has sentido pero quiero que sepas que estoy tan feliz de que estés vivo; no podía dormir bien, temía que ya no estuvieras aquí para decirte lo que pienso...

Kim sintió los ojos humedecerse, no podía creer lo que escuchaba. Alguien se estaba preocupando por algo, alguien que no conocía hasta hace unos días.

—Realmente eres alguien amado, no permitas que tu mente y las malas experiencias te dominen, veo a través de las fotografías un amor profundo hacia ti, veo a estas personas dispuestas a ayudarte y ofrecerte su amor puro, no encierres tus emociones nunca más, por favor

Taehyung fue incapaz de responder, se sentía reconfortado por las palabras del mayor pero una parte de él se sentía cohibida, insegura y miedosa. Jungkook apartó sus manos de las de él y tomó su mochila sacando el objeto por el cual empezó todo.

—Así que ten, esto es tuyo —extendió la caja morada hacia él—. Espero que un día te armes de valor y entregues estas pequeñas cartas, que puedas afrontar tus sentimientos y hablarlos con las personas a quienes van dirigidas, pero, sobre todo, quiero que sepas que yo estaré dispuesto a estar contigo, a que no lo afrontes solo... sino juntos

Kim tomó la caja, sintiendo sus manos temblar y al abrirla encontró las notas amarillas y fotografías, pero había una carta bien doblada blanca que sobresalía, donde se leía en la esquina superior derecha: "Aprender".

—¿Es tuya? —se atrevió a preguntar a lo que Jungkook solo sonrió orgulloso, afirmando su pregunta

—Jamás he sido bueno escribiendo cartas, pero hice un esfuerzo

La desdobló con suavidad, temiendo arrugarla, y admiró la caligrafía, no era la más bonita o perfecta, pero vio un esfuerzo en ella que le hizo sonreír.

:)

Hay que aprender muchas cosas en esta vida, TaeHyung.

Hay que aprender a ser felices a pesar de las adversidades.

Hay que aprender a vivir, a ser felices, a olvidar el dolor y eliminar el sufrimiento, a compartir nuestros pensamientos y sentimientos sean buenos o malos.

Hay que aprender a apoyarnos en otros y no cargar solos todo en nuestros hombros.

Hay que aprender a amarnos a nosotros mismos para poder amar a otros.

Hay que aprender muchas cosas en esta vida y créeme que yo estoy dispuesto a enseñarte cada una de ellas.

—J.J.K.

—Quiero conocerte, no al de las cartas llenas de dolor y sufrimiento guardado, sino al chico que estoy viendo ahorita mismo. Al que está sonriendo leyenda la carta, al que se permitió llorar el día que nos conocimos, a ese chico quiero conocer, a aquel que está abriendo sus sentimientos puros y sinceros

Taehyung apretó los labios, sus palabras sonaban a libertad y él deseaba probar esa libertad, vivir de ella y de la felicidad que tanto tiempo estuvo reprimiendo. Deseaba eliminar el dolor y sufrimiento de su corazón y alma, lo anhelaba.

Lo miró a los ojos y sintió de nuevo esa calidez reconfortar su corazón, sus ojos llenos de brillo y vida le cautivaban, le habían sentir completo.

—¿Crees en las almas gemelas, Jungkook? —se atrevió a preguntar, desconcertando un poco al mayor, pero de inmediato sonrió y asintió tomando de nuevo las manos del contrario, estrujándolas con cariño

—Ahora sí creo

FIN.

Si el día de mañana muero ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱᵒⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora