Pov escritore
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Ana llegaba de nuevo con aquel ñoño de lentes, entrando por la puerta.
El gato de color naranja oscuro estaba acostado en un espacio vacío de el antiguo librero que tenía un par se plantas y libros.-Entonces cuando empezamos a mover tus cosas?-
Ana hablaba con el chico de ojos azules y cabello castaño y al parecer hablaban sobre cuando empezarían a traer las cajas y maletas de el mencionado, lo cual no le agradaba a Crowley pues si no era mucho que trajera todas sus chunches también traería a su gato.
El hombre cada vez que venia tenía pelos blancos en su ropa y apestaba a otro gato. A el no le interesaba ni siquiera acercarse a aquel humano fofo pero claro que odiaba el aroma de otro gato en SU departamento. SU lugar.
Poco sabría crowley que aquel gato que en su mente odiaba tanto sería su perdición.
Pasaron los días hasta que llegó el día de la mudanza y el gato naranja estaba más arisco que nunca.
Pero Ana decía que era normal y hasta entendible, pues Crowley siempre ha sido un gato algo gruñón y sin duda territorial.Newton le decía que ojalá con el tiempo se fuera volviendo más agradable pues parecía que su gato estaba esperando a el día en que muriera para poder comérselo. Crowley creía que era un pensamiento absurdo pues aún si comiera humanos (que no lo hace ni hará jamás) su primera opción nunca sería aquel insípido hombre.
Newton llegó a el departamento de su novia con el coche lleno de cajas y una transportadora. El gato naranja solo veía la transportadora como todo un gruñón, estaba más que dispuesto a someter a aquel gato y hacerlo su sirviente como mínimo.
No sabía nada sobre aquel minino, sabía que tenía pelaje blanco en alguna parte de el cuerpo y que le gustaba estar restrgandose en aquel humano.
Miraba el transportador muy meticulosamente. Esperaba un gato flaco, escuálido, feo, ojon, con lagañas asquerosas y el pelaje duro y sucio. Pero apareció un gato algo gordito, pelaje blanco impecable y esponjoso, ojos azules claros y unas patas cortitas que lo hacía ver...hermoso.
Todos aquellos pensamientos que tuvo en la cabeza por esos últimos días.
"Ese gato es lo peor que le podrá pasar a este departamento "
"Va a ser tu peor enemigo"
"Lo lanzaremos por el balcón para que solo sea yo el gato del departamento"
"Que le pasara su le aviento una maceta en la cabeza?"
Todas aquellas cosas parecían idioteces en ese momento en el que sus ojos se conectaron y los ojitos de el minino blanco se cerraron un poquito, como si estuviera sonriendo.
Y ahí el corazón de Crowley casi se sale de su delgado y larguirucho cuerpo. Es que ese gatito era sumamente adorable.
No adorable como los cachorros, pues aquel gato de ojos azules era todo un gato adulto. Simplemente era adorable y punto.El dueño acarició un poco el lomo con esponjoso pelaje y el gatito se restriega en sus piernas en señal de afecto y agradecimiento.
Después de eso camino tranquilamente hasta quedar debajo de el mueble donde Ana guardaba un par de discos. La cajonera tenía un espacio considerable entre el suelo y el final de este por lo cual el gato cupo sin problemas debajo de este y se enrolló en su esponjas y agraciada colita."Se ve endemoniadamente bello"
Pensó Crowley.
El mencionado bajo de el librero, que había establecido como su trono, hasta llegar a la parte de abajo de la cajonera.
-Hola-
-Oh hola. Me llamo Aziraphel. Se que soy nuevo y no me gustaría invadir tu espacio pero espero podamos llevarnos bien-"Hermoso"
El gato gordito estaba feliz de que aquel gato haya bajado de el alto librero para ir a hablarle, ya que el con sus pequeñas patitas nunca podría llegar a tal altura.
-Soy Crowley. Eh....bienvenido-
-Gracias querido-La cabecita de el gato blanco se levantó un poco y sus ojitos se cerraron haciendo que luzca mil veces más adorable.
Crowley juraba que su corazón estaba pensando algo así
"Deja de hacer esa cara hermosa o vas a hacer que me de un paro"Y no lo dudaba.
-Eh...quisieras, no se....salir al balcón?-
Esa fue una frase robada. Veamos, cuando ana quería besar a Newt hasta que pareciera que le quiere robar el alma, siempre lo invitaba al balcón. Cuando newt quería beber algo con ana y estar la noche entera platicando y riéndose siempre la invitaba al balcon. Antes de hacer cosas extrañas en la recámara que sonaba como si estuvieran matando a su dueña, siempre iban a el balcón.
El había tomado la idea para idear un plan de aventar a el intruso por ahí y nunca volver a verlo, ya que estaban en un piso entre medio y alto, sin duda alguna aquel gato desaparecería. Pero al ver los preciosos ojos. Su lindo pelaje que le daba ganas de restregar se contra el. Y su aroma....oh Satan, sálvanos.
Nunca lo había notado pues evitaba mantener contacto con Newt lo más posible pero al oler de cerca a el minino era...es que era lo mejor de la Tierra.
-Claro-
El día todavía estaba soleado pues era por ahí de las 4 de la tarde.
Ambos gatos camiaron hasta la puerta del balcón donde Crowley saltó hasta quedar en el cancel ee la ventana y cruzarlo. Pero Aziraphel no podía hacer eso. Sus patitas eran demasiado cortas y el era más pesado que lo que el gato de pelaje naranja era así que no lo lograría.¿Alguna vez se preguntaron si los gatos tienen problemas de el tipo, amor propio? Pues si. Al menos este gato los tenía.
El gato más delgado y ágil se dio cuenta de que su bonito acompañante no sabía ni podía hacer esp por lo cual opto por hacer uno de sus trucos que o hacían sentir más orgulloso. Abrir la puerta.
Salto de juevo a el cancel de la ventana y brinco de forma que sus patas delanteras hicieron que rodara la manija y por ende la puerta se abriera. Había tardado semanas logrando perfeccionar su truco.
Quedo parado en el suelo como si nada y se encargó de abrir la puerta con su cabeza y su cuerpo hasta tener espacio suficiente para que el gatito blanco entrara.-Oh gracias Crowley-
Le agradeció mientras restregaba su cabecita en el torso anaranjado de su acompañante en forma de agradecimiento.
-No hay de que, Ángel-
El gatito blanco juró que se habría sonrojado como su dueño varias veces lo había hecho por el lindo apodo que le había puesto Crowley.
Entraron ambos gatos para quedarse acostados en el suelo de el balcón disfrutando la calidez que les brindaba el sol de la tarde.
Al parecer el primer dia de mudanza no fue tan malo
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Anda....me encanta esto. Me tarde un poco escribiendolo porque empecé a buscar cosas sobre gatos y me distrajo y estuve casi una hora viendo gatitos acicalandose y escribiéndole a mi novia que quería ser un gato o al menos tener uno. Pero bueno, espero les haya gustado. La ide original es de SlyPolarisBlack y tuve su permiso de adaptarla, así que gracias.
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entre gatos | ineffable husbands |
Fanfictioncrowely. El gato que no solo se sentía dueño de la casa si no es que lo era. Su dueña, Ana, decide mudarse con su novio Newton. El cual también es dueño de un gato, uno gordito y adorable llamado, aziraphel. Esta es una historia sobre la convivencia...