Nicotina

3 0 0
                                    

El olor a perfume que solía llenar el ambiente fue remplazado por la nicotina con el paso del tiempo, entremedio de sus delgados dedos se posaba un cigarrillo, su mirada se encontraba perdida mirando lo que parecía la nada, hacía ya meses que su cabeza no paraba de cuestionarse todo lo que pasó. Hyunjin intentaba tomar las cosas de la manera más madura posible, no daba cabida al sufrimiento, en vez de eso prefería ayudarse a respirar con ese humo maloliente. Estaba desorientado, sus días pasaban trabajando y evadiendo los malos pensamientos.

La noche estaba cayendo y decidió ir a la tienda de convivencia a comprar otra cajetilla, paso a paso avanzaba desorientado, completamente sumido en sus pensamientos.

Aquella noche era fría, el termómetro marcaba -5 grados, Sun Hee estaba tirada en su cama debatiéndose si debería ir a casa de Hyunjin o quedarse atrapada entre sus sábanas. Los pensamientos la abrumaban, se cuestionaba si realmente valía la pena seguir yendo a terapias, su salud mental no mejoraba, los antidepresivos ya no hacían efecto y ya estaba agotada de ese sentimiento. Su pecho estaba cada vez más comprimido, sus manos temblorosas y le costaba respirar, sin duda sus peores momentos eran cuando se presentaban las crisis de pánico, como pudo alcanzó su celular y le envió un mensaje a su novio.

-Jinnie, ¿te puedes quedar conmigo hoy?
-Apenas salga de la oficina iré para allá, ¿necesitas algo? ¿te encuentras bien?
-Todo bien. Te espero!

Pasadas dos horas Hyunjin tomó el autobús camino a ver a su novia, sus manos estaban casi moradas por el frío pero prefería darse prisa con dirección a su destino antes que ir a buscar más ropa a su casa. Hizo una parada en una cafetería y compró un pastel de fresas, ese día cumplían cinco años juntos, Hyunjin cada vez estaba más cerca de su puerta, la emoción lo mataba por dentro, su relación nunca había perdido ese amor tan ingenuo e intenso. La llave encajó perfectamente con la manilla y se adentró a la casa, todo estaba oscuro, por un momento pensó que Sun Hee ya estaba dormida, eran cerca las doce. Encendió la luz y no la encontró, luego se percató que el baño estaba cerrado y espero recostado en la cama, pasaron veinte minutos y nada se escuchaba.

-Sun Sun, traje pastel, ¿por qué te tardas tanto?

El silencio predominaba, abrió la puerta del baño y la escena enfrente de él lo congeló, su respiración se paró en un instante. Se acercó a Sun Hee y no respondía, finalmente había decidido irse.

Los minutos corrían de manera lenta para Hyunjin, había sido llevado a la comisaría como testigo y presunto sospechoso de cometer un feminicidio. Hyunjin estaba sentado en el suelo de la estrecha habitación, tras las rejas, se le veía lamentable, sus ojos estaban perdidos y sin ningún brillo tras ellos, su piel estaba pálida y nada pasaba por su mente, todo era absoluta oscuridad. El chirrido producido por la puerta no logra sacarlo de trance, un policía se acerca y lo ayuda ponerse de pie, abriéndose paso para la entrevista, Hyunjin caminaba no estando consiente de dónde se encontraba, avanzaron por un largo pasillo y se adentraron a una habitación con luces tenues.

-Hwang Hyunjin.

Él se precipita a levantar la mirada, encontrándose con los pequeños ojos del policía, las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas y sentía una presión en el pecho que le dificultaba respirar. Intentaba con todas sus fuerzas calmarse, el policía le dio su espacio por un par de minutos.


¿Podrías contarme qué sucedió esta noche?

Where's my love?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora