Hoy es un día común de principio de año, la ciudad está tranquila y la noche estrellada. Hoy, es de esos días en lo que reflexiono acerca de mi vida y que voy a hacer con ella, por lo que pienso en mis amores pasados y la razón por la cual ya no hacen parte de mi presente.
Supongo que no soy la única persona a la que esto le ha ocurrido, estoy casi segura que todos en algún momento de sus vidas han sentido esa enorme tristeza de no tener a alguien o aquel vacío lleno de carencias de nosotros mismos, ese necesitar otra persona que te brinde aquellas cosas que no podemos ofrecernos a sí mismos.Aunque esta noche, mis vacíos no son tan profundos y no porque tenga a ese alguien que los llene, sino porque aprendí poco a poco a ignorarlos, ahora no duelen tanto, a pesar que mi conciencia no esté del todo tranquila. Aún sigue en mi memoria esos malos recuerdos de Sam y Toni, mis no tan viejos amores, los mejores llamados 'los únicos' y no porque no hubiera tenido más parejas, sino que con ellas fue distinto y especial, a pesar que no fue así como lo pensaba y veía en su momento.
La vida muchas veces es injusta, porque en ocasiones te ofrece las cosas cuando ya no las quieres o no las necesitas, o en este caso, lo contrario, la vida me envió dos maravillosas mujeres, pero lo hizo al mismo y aunque yo tenía la responsabilidad de elegir... bueno, me senté a beber un café, mientras la vida pasaba y ellas se alejaban.

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Un café, dos mujeres
RomanceJulieta está enamorada de una increíble mujer, aunque no sabe de quién exactamente ya que existe la posibilidad de que sea Samantha o Antonia. Acaso, ¿es posible que pueda estarlo de ambas?