Su esposa Genio es una superestrella parte 4

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Iris se sorprendió momentáneamente al darse cuenta de lo que estaba sosteniendo. Revisó los otros elementos restantes dentro de la bolsa de papel y descubrió que todos eran kits de prueba de embarazo caseros. 

La ardiente curiosidad se encendió dentro de ella y apartó la ira y la frustración dirigidas a Jin Liwei. ¿Por qué tenía estos kits de prueba de embarazo dentro de su cajón y ni siquiera se lo dijo? ¿Se olvidó? ¿Cuánto tiempo tuvo estos en su poder? Muchas preguntas aparecieron en su mente. Finalmente la hicieron dejar de ignorarlo y mirarlo sin querer escupirle fuego en la cara. 

Sintiendo sus preguntas candentes por su expresión, Jin Liwei comenzó a explicar cómo obtuvo los kits de prueba de embarazo antes de que ella pudiera abrir la boca y preguntarle. 

"Espera un segundo. ¿Acabas de decir que succionaste mi pecho con tanta fuerza esa noche porque quieres hacerme tu propia extraña prueba de embarazo?" Su voz estaba llena de incredulidad. Ella lo miró como si fuera un estúpido idiota por hacer eso. "¡Liwei, dolió tanto! El solo recordarlo ahora hace que me duelan los pechos. ¡Incluso peleamos porque tú hiciste eso!"

"Lo sé", dijo, suspirando. "Siento haberte lastimado esa noche. De hecho, fue una estupidez por mi parte haber hecho eso".

Sus labios se curvaron hacia abajo. Luego derramó todo el contenido de la bolsa de papel sobre la isla de almacenamiento más cercana. A pesar de su expresión infeliz, su boca todavía se crispó al ver la cantidad de kits de prueba de embarazo. [Esta novela es un trabajo contratado con W ebnovel. com (eliminar espacios). Si no está leyendo este capítulo sobre W ebnovel, ha sido robado. Es muy desalentador ver a los ladrones sacar provecho de mi arduo trabajo. Lea esta novela en W ebnove l. ¡Gracias! -Arria Cross]

"No me sorprende que haya sido el mayordomo quien los adquirió", comentó en un tono irónico. "Consiguió tantos de diferentes tipos y marcas. Esto me recuerda el momento en que hizo lo mismo y llenó todo el fondo de tu maleta con más de cien cajas de condones. Hasta ese momento, no supe que los condones tienen tanto muchos tipos y sabores, al igual que los dulces. De hecho, algo increíble. Saben horrible, sin embargo. Ugh ".

Una leve sonrisa suavizó su expresión tensa. "Nuestro mayordomo no es más que minucioso".

"Me di cuenta."

Dudó por un momento antes de seguir adelante y preguntar: "¿Todavía estás enojado conmigo?"

Ella se puso rígida. "Si."

Él suspiró. "Hablemos. ¿De acuerdo, amor? Al igual que tú, tampoco quiero que peleemos. Pero antes que nada, quiero que sepas que nunca quiero hacerte sentir que te estoy enjaulando o controlando tu vida. Me siento terrible de haberte hecho pensar así con mis acciones recientes ".

"¿Entonces admites que te equivocas?"

Sus labios se apretaron pero aun así logró hablar con voz tranquila. "Admito que estoy equivocado al tomar una decisión en su nombre con respecto a su trabajo sin consultarlo primero. Eso fue un error de mi parte. Ahora me doy cuenta de eso. Pero también debe saber que vengo de un buen lugar y yo solo quiero lo que es bueno para ti y nuestros bebés dentro de ti.

Ella no respondió, pero su expresión indicaba que lo estaba escuchando. Su ira todavía estaba allí, pero no era tan volátil como antes. Esto lo animó.

"Es por eso que necesitamos hablar, amor. Discutiremos cuánta carga de trabajo puede tener durante el embarazo que nos resulte cómoda a las dos. Porque, para ser sincero, si fuera por mí, no quiero que trabajes en absoluto ". 

Ella lo miró después de escuchar la última oración.

Levantó una mano. "Escúchame primero, ¿de acuerdo?"

Ella le resopló pero todavía asintió e hizo un gesto para que continuara.

"Gracias. Como estaba diciendo, sé que no te gusta escucharme decir que no quiero que trabajes, pero así es como me siento, especialmente después de que casi me asustaste cuando te desmayaste de el hospital la semana pasada. Pensé que volviste a entrar en coma ".

"Tendré más cuidado la próxima vez", dijo, su tono cada vez más suave. "Pero también estaba asustado ese día, sabes. Pensé que tú… tú… tú…"

Corrió hacia ella y ya la había envuelto en sus brazos antes de que pudiera reaccionar. "Lo sé, amor. Lo sé. Ambos no estábamos en nuestro mejor estado ese día. Pero ahora estamos bien, ¿no?"

Ella solo dudó un segundo antes de que su aroma masculino inundó sus sentidos con calidez y comodidad.

"Puede que no siempre estemos de acuerdo, pero al final todavía estaremos bien, lo prometo", dijo. "Tal como dijiste, somos amantes y socios en la vida. Todas las bendiciones, las apreciaremos juntas. Todos nuestros problemas, los resolveremos juntos. No importa lo que la vida nos arroje, no importa si ellos ' sean buenos o malos, los afrontaremos y abordaremos todos juntos ".

Frotó su rostro contra su pecho y tomó varias inhalaciones profundas de su aroma que tanto amaba. "Si."

Su suave respuesta le hizo sentir como si le quitaran un gran peso de encima. Dejó caer un beso en la parte superior de su cabeza y apretó sus brazos alrededor de ella, apretándola más cerca de él como si quisiera fusionar su cuerpo con el suyo. 

"No olvides que todavía tenemos que discutir el tema de mi horario de trabajo", le recordó. "No hay forma de que deje de trabajar por completo. Seguiré peleando contigo si todavía no estás de acuerdo".

"Está bien", dijo, soltando otro suspiro. "Pero también necesito aprobar qué trabajo vas a firmar. Deben ser razonables y más livianos de lo habitual. Tenemos que tener cuidado, amor. Recuerda lo que nos dijo el Segundo Hermano. Estás embarazada de gemelos, así que el peligro los riesgos son mayores para usted y nuestros bebés ".

"Multa." Luego su cabeza se inclinó hacia un lado cuando pensó en algo. "Hablando de gemelos, tengo curiosidad por saber cómo los conseguimos. ¿Tienes gemelos en tu lado de la familia?"