The color of lust || Blanca x Eiji

The color el lust.

¡Hola mis bonitos lectores!

Este es el día 7 de Crack ship week organizada por PoderKurbi. Mi aporte es un one shot de la pareja Blanca x Eiji. En el mismo perfil de Poder Kurbi hay una lista con todos los  relatos participantes, los invito a que los vayan a leer, su servidora ya los vio todos y puede decir que están increíbles y hay un montón de variedad de parejas, así que hay para todos los gustos.

Hay mucha trama en mi R-18, pero eventualmente llegan a eso, pero me dio mucha risa como me acabe complicando la vida sola con este drama. Las citas que uso para separar escenas son de pintores famosos. Ahora si, espero que les guste.

¡Mil gracias por leer!

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«El arte limpia del alma el polvo de la vida cotidiana»

Era una noche cualquiera para el gran Sergei Varishkov. El lujo que aquella residencia desprendía era espectacular, casi obsceno. Gigantescas paredes de marfil con grabados de oro se extendían desde estrafalarios mosaicos hacia un cielo de cristal, las risas de la nobleza era tan embriagadoras como lo empalagoso de sus perfumes, la suave melodía de un vals había cubierto la atmósfera como si fuese magia. Dino Golzine jamás escatimaba en costos cuando se trataba de su hijo. Las cuerdas de los violines junto a los coqueteos de las muchachas fueron una suave y agradable sinestesia para él. Blanca se cruzó los brazos sobre el pecho, suspirando, con un tímido roce entre sus labios y la copa él terminó de beber el vino, sonrió, agitando los restos de la espuma en el vidriado, el licor estaba añejado a la perfección. Como si él fuese el centro de esa reunión las luces se posaron sobre él mientras su atención recorría los diferentes cuadros colgados en el lugar. Las costumbres de la aristocracia jamás lo dejarían de asombrar. Para presumir la mayoría de edad del codiciado Aslan Callenreese su padre había abierto un concurso de retratos invitando a los artistas más renombrados a participar. Ya iban más de cuarenta cuadros y ninguno le terminaba de gustar. El ruso continuó caminando por el salón, admirando con aburrimiento aquella refinada exposición.

Una risilla escapó de su garganta, que extraño era ver el rostro de Ash en tantas pinturas. Si bien el muchacho era guapo, algunos eran una completa exageración, el uso de los trazos y el contraste de la sombra solo le conferían un aspecto monstruoso. Sus pasos se detuvieron, las manos le sudaron mientras sostenía una copa vacía y una pálida rosa, le costó respirar. Él sonrió, sintiendo la estridencia de sus latidos en cada uno de sus pensamientos. Aquella era una verdadera obra de arte. Aunque el uso de los colores parecía errático e incoherente, algo en aquel cuadro estaba impregnado con la esencia de su pupilo. El verde de esos ojos era inconfundible. Tan peligroso. Él dejó la flor frente a la pintura para dar por finalizada la batalla. Los aplausos de Dino Golzine hicieron eco bajo lo pomposo del ambiente.

"¿Ese es tu veredicto?" El más alto volvió a repasar aquel retrato. Era el cortejo entre la luz y la sombra. Era decadente, peligroso, solitario y aún así hermoso. La esencia del lince.

"Lo es, monsieur" Los murmullos no se hicieron de esperar. La fiesta se empapó de cinismo.

"¿Puedes decirme el nombre del artista?" Con un ligero asentimiento, Blanca se inclinó sobre el cuadro. Un parpadeo perplejo y un resuello constipado manifestaron la desconexión entre sus neuronas "¿Y bien?" El aroma del óleo entremezclado con el licor fue intoxicante.

"Es anónimo" Un exasperado jadeo fue liberado por el público "No tiene firma" Se lo reiteró. Aunque el rostro de Dino Golzine se mantuvo sereno, la frustración se le marcó como venas en el cuello.