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Una llamada.

La oscuridad del lugar no me permitía ver bien a todas las personas que se encontraban allí.

El nudo de la corbata de pronto se sintió asfixiante, así que luché contra las ganas de querer desanudarla, porque mi mamá se había esforzado en enviarme al baile de graduación lo más formal posible.

Traté de buscar a mis amigos, pero no los hallaba. Caminé en medio del montón de gente, las palabras y las risas se mezclaban y llegaban a mis oídos. Todo esto, solo ocasionaba que el calor se empezara a hacer presente a mi alrededor, sofocándome. No tenía ni quince minutos aquí adentro y ya estaba comenzando a transpirar.

Sentí la mano de alguien posándose en mi hombro, así que me voltee lo más rápido posible en esa dirección.

—¡Te estaba buscando! —vociferó Hyunjin, ya que la música era demasiado fuerte—. Ven ven...

Me hizo una señal con su mano así que lo seguí. Su traje impecable y gris, contrastaba con su cabello estaba bien peinado, cosa que no se veía todos los días.

Hyunjin me llevó con el resto de mis compañeros. Cuando llegué al sitio donde se encontraban, alcé mi mano para saludar a Félix que se hallaba sentado junto a la chica de bonitas piernas, Karina, también le sonreí.

Me dejé caer en una silla junto a Hyunjin, frente a Félix. Quién se inclinó para decirme algo.

—Hasta que llegas, las chicas esperaban por ti. —me dijo y solo negué.

—Hoy he venido en contra de mi voluntad. No hay cosa más aburrida que un baile de graduación.

Hyunjin soltó una carcajada fuerte que se perdió en medio de la música.

—Lo dice porque no hay alcohol —dijo Hyunjin en voz alta, casi gritando— ¿Qué pasa alma libre, hoy has decidido ponerte cadenas?

Solo me reí. Bajé la mirada y sin querer, observé las largas piernas de Karina. Desvíe mi vista con lentitud hacia Félix, que me sonrió pícaro.

Karina era la chica más bonita y popular del instituto, que me gustaba mucho, pero ella me rechazó.

Hyunjin me extendió un vaso, estaba seguro de que lo que había ahí dentro no era alcohol. Probablemente se trataba de jugo. Tome el vaso por cortesía, pero sabía que no lo iba a probar. Miré detenidamente el traje de mi amigo dándome cuenta de que su traje no era gris, sino beige

Él era como mi mejor amigo. Era un tipo muy popular, y para ser un idiota, es bastante inteligente.

—¿Has visto a Yeonjun por ahí? —preguntó Karina con preocupación. Alcé la mirada hacia ella, que ahora me observaba. Sus pestañas largas, evidentemente postizas, batían lento y de forma elegante en su rostro.

—No. —contesté a su pregunta.

Un suspiro desanimado se escapó de sus labios al oír mi respuesta. Se veía preciosa en ese vestido de color verde oscuro.

—Creo que no vendrá.

Por supuesto que no lo hará.

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⏰ Última actualización: Jul 25 ⏰

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La Tristeza Infinita De Yeonjun||SooJun. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora