Me encontraba en la casa de María José, mi mejor amiga, ayudándola con matemática ya que se le hacía muy difícil. De golpe entra Santiago, el hermano de Majo, a la habitación.
-Abajo está la comida, vamos a ver el partido de básquet por si acaso. - dijo soberbiamente mientras hacía rebotar la pelota - y vos te quedas? - preguntó
- Un rato y luego me voy -dije mientras asentía con la cabeza y miraba sus brazos marcados por sus venas y su piel blanca, ese cabello castaño claro y alborotado con sus ojos grisáceos, no se comparaba con María José, una chica de piel oscura, su cabello negro precipitado de rulos y unos ojos marrón oscuro.
Luego de que termináramos con el estudio y los ejercicios, bajamos a comer, allí estaba Santiago con una sudadera verde oscura que le resaltaba su físico, la cabellera parda por lo mojada que estaba; viendo el partido se básquet.
Ese día no estaban sus padres porque salieron a cenar; comimos pizza en el living, sentados en los sillones mirando básquet y aguantando los gritos de Santiago.
Luego de comer me fuí a mi casa caminando, no quedaba tan lejos, eran 10 cuadras, ya era tarde y tenia que dormir para ir mañana al colegio y rendir bien la prueba de matemática.
Faltaban unas cuadras para mi casa y comenzó a llover muy fuerte, hasta tuve que refugiarme en un techito y esperar a que apacigüe. Luego de 45 minutos ahí, se apareció un par de luces por el medio de la calle, frena un auto frente mío y grita mi nombre, era Santiago, corro hasta el auto para no mojarme más y me hace subir.
-Qué haces aquí? - le pregunté sorprendida.
-Iba a comprar helado y te encontré acá, quieres uno? Yo invito - dijo mirándome con sus ojos grisáceos. Sólo le asentí con la cabeza y le hice una especie de mueca. -yo te llevo a tu casa luego de tomar el helado -dijo.
-Bueno, ni hace falta, puedo ir sola -dije muy convencida.
-No dejaré que te mojes, sos como mi hermana, tengo que cuidarte como tal -dijo sonriendo. Juro nunca haberlo visto así, tan sonriente y con los ojos brillosos.
Llegamos a casa, me despedí de él y se quedo observándome hasta que entrara y cerrara con llave la puerta. Estaba todo oscuro, prendí las luces y preparé una jarra de café para no dormirme hasta terminar los ejercicios y repasar. Antes de sentarme a estudiar, fui a darme una ducha, me cambié la ropa toda mojada y me senté a resolver los ejercicios. Iba por la sexta taza de café en lo que suena el celular...
Hola, voy a empezar a escribir una novela y les voy a subir todos los días si es posible una parte de ella, espero que les guste y la disfruten.
Me encantaría saber que opinan a medida de que voy escribiendo y me lo digan con toda la sinceridad del mundo.