[S1-E01] intro ; again

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[Jimin]



Jimin odiaba el frío.


Mientras ponía las manos a salvo dentro de los bolsillos de su abrigo, no pudo evitar fruncir el ceño con fastidio; el frío siempre arruinaba las cosas que a Jimin le importaban.


Primero y principal; la ropa. Si alguien alguna vez fuera lo suficiente directo como para preguntárselo, Jimin diría que una de las principales razones por las que odiaba el frío era porque se le hacía bastante difícil ingeniar una manera no dolorosa de mostrar su piel sin morir en el intento. Jimin amaba sus piernas, y los malditos pantalones largos de invierno que lo mantendrían abrigado del frío no le favorecían en nada. Por supuesto que podía usarlos tan ceñidos que obstruyeran la circulación de la sangre, sí, y así lograría que sus piernas no pasaran desapercibidas, pero nunca sería lo mismo que colocarse shorts de mezclilla en un día soleado.


Porque, siendo honesto, los pantalones largos, por más ceñidos que fueran, no terminaban de verse bien en alguien que tenía los muslos gruesos por causa del ejercicio diario. Al menos a Jimin no le parecía así. Y algún que otro chico con los que salió se lo había mencionado. "No parecen músculos, pareces gordo", le decía en un ataque de valentía. Pero sí, luego de escuchar aquello, Jimin se miraba al espejo, inspeccionándose casi analíticamente; y así comenzó a parecerle a él también.


Pero entre ponerse unos jeans ajustados que marcasen sus muslos y usar pantalones holgados... Quizás sí, quizás no, pero corría el rumor de que Jimin se compraba todos los vaqueros ceñidos de color oscuro que encontraba por las tiendas de ropa que se entrometían en su inocente camino.


La segunda razón por la que odiaba el invierno era incluso más siemple y todavía más grave que el problema con sus piernas, porque poniéndolo claro; lo primero que ve alguien cuando se encuentra con otra persona por primera vez, es el rostro. Quizás la gente se pusiera a analizar el cuerpo en el segundo vistazo, pero claramente el rostro era el primer objetivo de la mayoría y, aunque Jimin podía enumerar muchos detalles de su cara que lo calificaban fácilmente como un "no-verás-a-nadie-más-bonito-que-yo-hoy", sin lugar a dudas, la característica principal eran sus labios. No eran grandes en cuanto a extensión, pero sí imposiblemente gruesos y redondos, y eso era algo que uno que otro chico no había parado de halagar. Para ser un alfa, era seguro que Jimin no lucía como uno pero, ¿cómo se suponía que tenía que lucir un Alfa del siglo veintiuno de todas formas?


Como sea, el maldito invierno también arruinaba sus labios. No importaba la cantidad de bálsamo labial que Jimin se colocase, para cuando llegaba a su destino, se encontraban tan resecos como lija.


Apuró su paso, con el malhumor escalando a niveles estratosféricos mientras deslizaba sus labios entra sí y sentía cómo se raspaban el uno con el otro. Jimin tenía casi veinte años, sí, pero estaba a una desgracia de ponerse a hacer un berrinche.


Aminoró su marcha apresurada y suspiró para intentar mantener la calma. Pero entonces alguien habló a su lado, mientras le tocaban el hombro, así que tuvo que levantar la vista. El chico en cuestión infló las mejillas, como si estuviera a punto de recriminarle algo.

SPOILT Γmyg×pjm (α×α)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora