Eres hermosa...

Escrita:

Viernes.7.Ago.2020. 1:00am hora Venezolana

Publicada: el 9 de agosto
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Ella se encontraba, como todas la noches, en su habitación preparándose para dormir
Destendió el edredón de la cama y ahuecando las sábanas se hizo espacio en la inmensa cama

Hecho esto, se dispuso a caminar hacia su tocador, tomo asiento en la butaca redonda blanca frente a este y tomo su cepillo para el cabello, dividió éste en dos secciones y comenzó a desenredar lo con suavidad mientras meditaba los sucesos del día de hoy y planeaba lo que haría al día siguiente
Mientras tarareaba una dulce melodía unos ligeros golpes se escucharon en su ventana, confundida e intrigada se levantó y camino hacia su ventana, que se encontraba cerrada y con las blancas y espesas cortinas corridas, apartando el espeso follaje de telas blancas se encontró con un par de ojos azules cuál zafiros resplandeciendo bajo la luz de la luna...

Era Jack, su vecino de enfrente y amor platónico, lo supo con solo ver ese único y cautivante color de ojos y esas ligeras pinceladas blancas en forma de copo de nieve que sólo lograbas ver si te dedicabas a observar y detallar con cuidado sus preciosos ojos

Sin dudarlo apartó por completo las cortinas y deslizó su ventana hacia la izquierda, abriéndola para él para luego apartarse para darle espacio para entrar, no sin antes hacerle una seña para que lo hiciera

Sin dudarlo retrocedió ligeramente sobre la gruesa rama del enorme árbol de Olmo del jardín trasero de la joven y tomando impulso saltó los pobres 2 ½ metros que separaban la punta de la rama de el marco de la ventana, pero calculo mal y no fue suficiente impulso, se sujeto con ambas manos del borde de la ventana, su cuerpo colgando bajo ésta

Elsa rápidamente se acercó a la ventana y tomando entre sus manos las del albino lo ayudó a entrar en la habitación, no muy grata fue su sorpresa al detallar que su hermoso rostro pálido se encontraba cubierto de algunos cardenales rojizos morados, un labio roto y el cuello de su camiseta azul celeste manchado con un poco de sangre seca, y su cabello más enmarañado de lo usual

- qué te pasó ? - preguntó con genuina preocupación

A pesar de ser vecinos de toda la vida, pocas fueron las ocasiones en las que interactuaron, así sea intercambiando saludos en la mañana cuando se dirigían a la escuela, en la misma y cuando se encontraban de regreso

Elsa siempre fue tímida, y el hecho de que él fuese su amor platónico empeoraba aún más su timidez, contadas eran las veces en las que conseguía intercambiar algunas palabras con él sin tartamudear, ruborizarse o desvariar, él siempre sonreía con amabilidad intentando hacerla sentir cómoda, pero era meramente imposible puesto que los nervios se apoderaban de ella

Ella nunca supo cómo, cuándo ni porqué,pero de un momento a otro simplemente se encontraba pensando todo el tiempo en aquel albino de ojos azules que vivía frente a su casa, la primera vez que se descubrió pensandolo simplemente pensó que era un encaprichamiento adolescente, pero, los años fueron pasando, y él nunca salió de sus pensamientos, aún hoy en su apenas segundo semestre de la carrera

Y hoy se encontraba frente a ella, entrando a hurtadillas en su habitación, a altas horas de la noche, con su hermoso rostro cubierto de cardenales y algo de sangre seca

- Disculpa que te moleste tan tarde - dijo percatandose de la cama preparada para dormir y que la joven se encontraba en nada más que su pijama