Parte 1

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Jared Padalecki tenía 15 años cuando lo miro por primera vez, a Jensen Ackles de 17 años, cuando el ingreso al club de natación de la escuela después de fallar en el club de basket. Siendo él rubio el capitán del club y el un novato, no tuvo ningún problema en acercarse a Jensen y hacerse amigos.

Solo bastaron unas semanas para que él cayera enamorado de Jensen, fue como si el rubio lo hubiera hechizado, algo le hizo y Jared tuvo miedo. Él descubrió que era gay y fue una revolución dentro de él, principalmente ante la posibilidad de un rechazo de su familia y amigos. Sin embargo, su familia se lo había tomado muy bien y su mejor amigo, Chad. Él era gay tanto como Jensen era heterosexual. Jensen era muy popular y con los amigos que se cargaba, Christian Kane y Misha Collins, no era extraño que tuviera muchas parejas y ya una vida sexual activa.

Jensen era el capitán del club de natación y con ese físico que se cargaba, era súper popular con las mujeres de la escuela. Alto, rubio, ojazos verdes, pecas en el rostro y el cuerpo, complexión atlética con fuertes brazos y unos labios de infarto. Le dolía tener que escucharlo hablar de sus conquistas, era como un veneno en el corazón pero necesitaba estar a su lado por más que sufriera. Lo peor no era eso, si no que para Jensen era su pupilo y lo quería encaminar por sus mismos pasos después de que él se fuera. ¿Cómo decirle al hombre más heterosexual de la escuela que él era gay sin perder su amistad? Porque Jared no era ningún estúpido y sabía que nunca tendría una oportunidad con Jensen.

Su único consuelo era saber que pronto esa tortura acabaría, pronto Jensen se graduaría, iría a la universidad en otra ciudad y perdería el contacto con su hechicero, su carcelero.

Los meses que siguieron, Jared enfocado en sus estudios y con tardes con Jensen y sus amigos hablando sobre sus últimas aventuras en la escuela, nunca una pareja formal. Le gustaba imaginar las fantasías que Jensen le contaba con ellos dos de protagonistas pero solo se lastimaba con eso. Llorar ya no servía de nada, sabía que el único culpable era el por enamorarse de alguien imposible, de un amor unilateral, jamás Jensen lo miraría más que un compañero, un amigo. Pero al menos, eran algo.

Era su secreto, uno que solo cargaba él y se sentía asfixiado hasta que conoció a Derek Lee Nexon, ese chico que se volvió su confidente y compañero. Derek también era gay y era fácil hablar con él, Chad era su mejor amigo pero hablar de chicos era incómodo. Ambos sufrían de un amor no correspondido. Solo gracias a él pudo seguir adelante como si nada malo pasará.

Llego el día de la graduación y con ello las despedidas, el adiós de su amor no correspondido por Jensen. Antes de que se fueran, los del club organizaron una fiesta y Jared pudo cumplir uno de sus más profundos deseos. Probar los labios de Jensen.

Jensen se había emborrachado, la única manera en que Jensen sería capaz de hacer algo así, y Jared se ofreció a llevarlo a su casa ya que su familia había salido a la casa de sus abuelos y Jeff estaba en la universidad, no podría llevarlo a la suya en ese estado. Jared era fuerte pero Jensen lo era más y más grueso que él, por lo que tuvo dificultades en ayudarlo a caminar y se le cayó en varias ocasiones. Luego de un duro trabajo, logro llevarlo a su cuarto y poder acostarlo en su cama, el dormiría en el sofá. Deshizo el agarre de Jensen sobre él y fue cuando sucedió.

El rubio lo jalo del cuello y estampó sus labios por unos segundos antes de caer dormido en la cama. Jared se quedó ahí, de pie aun lado de la cama y estupefacto por lo ocurrido. ¿Había sido un sueño o había sido real? ¿Qué había significado ese beso? ¿Acaso Jensen sentía lo mismo qué él?

Sentir esperanza de que ese beso haya significado algo para Jensen, que lo había besado por un motivo fue un error que poco le duro.

Al día siguiente Jensen no recordaba nada, solo que antes de que Jared se lo llevara había follado con universitaria y como presumió de eso. Nada del beso, nada. Su corazón ya no podía más.

Jared tomo sus cosas y se fue sin mirar atrás. Estaba hechizado pero no era estúpido. Durante esas vacaciones no contacto con ninguno del club de natación, ni siquiera a Misha y mucho menos a Jensen a quien ya había bloqueado de todas las redes sociales.

Regreso terminando las vacaciones y no le dio ninguna explicación a Misha, quien era el capitán del club de natación, y solo le pidió que evitara hablarle de Jensen y que no le contara de él. Perdió todo contacto con Jensen y Christian. No contesto los correos de Jensen, cambio de número de celular. Lo único que quería era alejarse de su hechicero, de todo el dolor y las lágrimas.

Paso el primer año lejos de Jensen y todo iba bien pero... Jared no podía escapar del hechizo.

Bewitched, Bothered, and BewilderedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora