one shot

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one shot basado en la canción "If I could ride a bike"

Querido, Omi.

Tengo muchos talentos – si, planeo empezar asi, sigo – aunque lo niegues, soy una persona con talentos que uno no esperaría que tenga, no sé si sabías, mi querido Omi, que puedo aguantar la respiración por durante tres minutos completos ¿No es loquisimo? Osamu no aguanta ni un minuto, otra cosa en la cual le gano, creo que me estoy yendo por las ramas ¿No? Perdón.

Puedo bailar salsa, eso lo sabes ya que una vez te obligue a bailar conmigo, estabas muy sorprendido y fue muy gracioso ver cómo te negabas pero al final lo disfrutaste – sí, ví tu sonrisa, no lo ocultes – esa fue nuestra primera cita ¿Te acordás? Creo que fue hace dos años, muchísimo. Después de esa cita, te lleve a mi casa y te mostré otro de mis talentos, ¡cocinar! – si, cocinar, Omi ¿En qué pensabas? – si no mal recuerdo hice pasta, y también estaban riquísimas ¿Te gustaron? Creo que nunca te lo pregunté... Siguiendo el hilo de la carta, también se escribir poemas ¡Eso no lo sabías! Nunca me animé a escribir acerca de vos porque lo que sea que escribiera no te haría justicia, por eso ahora escribo directamente una carta, perdón si se hace muy larga.

En nuestra segunda cita te mostré otro de mis latentes talentos, ¡Soy buenísimo en los juegos para atrapar ositos! Ese día nos llevamos como cuatro, me dijiste que parara de gastar plata... ¡Pero yo quería el que se parecía a vos! Porque sí, el oso amarillo que tenés al lado de tu cama y que gané yo, me hizo acordar a vos apenas lo ví, además de ser amarillo – tu color favorito – tenía ojos enojados, como cuando me retas por hacer payasadas en vía pública, pero era un oso tierno, justo como vos. Esa noche también nos dimos el primer beso, fue en la puerta de tu casa ¿No? Ese podría ser otro de mis talentos, sacarte sonrisas escondidas – no las escondas, amo cuando me sonreis – fue la primera vez que me fui tan feliz a dormir.

Un talento – que capaz no es tanto uno – es no saber guardar secretos, no es algo de lo que esté orgulloso ¡Pero es necesario mencionarlo! Porque no sé si te acordás, mi amado, Omi, que la primera vez que te diste cuenta de esto te enojaste mucho conmigo ¡Nuestra primera pelea! Fue porque le dije a los del equipo que estábamos saliendo... Yo quería compartir lo enamorado que estoy de vos, aunque entiendo porqué todavía querías que se quedara en secreto, el entrenador nos dió toda una charla de como eso no tenía que afectar el juego y bla, bla, bla. Re denso. Ese día nos peleamos, pero también nos reconciliamos, yo sé que no podés estar tanto tiempo enojado conmigo – menos si no paro de golpearte la puerta durante tres horas a reloj – lo importante es que nos arreglamos. Omi, también fue nuestra primera noche juntos ¿Te acordás? Yo sí.

Cuando me quedé en tu casa al otro día descubriste otro talento, tuvimos que ir a comprar cosas al súper ¿Viste lo bueno que soy buscando ofertas? Te sorprendí, lo sé.

Creo que podría seguir nombrando cada uno de mis talentos, pero a lo que va todo esto es a lo que no se hacer, así que acá voy.
No sé patinar, pero esto lo sabes, creo que fue hace poco en una de nuestras citas, me caí en medio de la pista de patinaje y me tuviste que ayudar a levantarme ¡Te reías de mi! Pero me dijiste que sería más fácil si nos dábamos la mano... Ya no se me hizo difícil después de eso.

No sé tratar con animales, no les caigo bien, pero por alguna razón vos sí les caes bien a ellos, igual sí se la razón ¿A quién no le caerias bien? Esto me lleva a otra cita, estábamos en la plaza y se nos acercó un perrito, era un mero caniche ¡Pero me empezó a gruñir re feo! Me escondí atrás tuyo y vos lo calmaste acariciándolo, una de las imágenes más tiernas que voy a guardar en mi memoria, después de eso el perrito me dejó acariciarlo ¿Te acordás?

Otra cosa es que me di cuenta que no puedo estar más de tres horas sin escuchar tu voz – no te rías, es serio – no sé porque, no sé si está bien, pero es algo que me pasa.

Siguiente, ¿Sabías que no se andar en bicicleta? No me juzgues, nunca ví la necesidad de montar una, prefería caminar. Incluso cuando todos aprendieron – incluso Osamu – yo me quedé sin aprender, no me da miedo pero simplemente no quise. Ahora, Omi, ¿Sabías que las bicicletas tienen asiento de atrás? ¡Yo no! Lo descubrí hace dos años cuando ví a una pareja andar, me pareció cursi y algo que no haría pero ¿Sabes qué pasó ese día? Te conocí.

Hace dos años te conocí y por primera vez en mi vida ví una necesidad de aprender a andar en bicicleta. Te imaginé sentado atrás y yendo a todos lados con vos, viviendo sin tener que preocuparnos por nada. Esa es la imágen que quise guardar en mi memoria para siempre.

Pero no le des muchas vueltas a esto, el punto es, Omi, que todas las cosas las cuales no sé hacer y no se me dan bien, las quiero saber hacer, por vos. Quiero poder seguir aprendiendo a hacer cosas para compartirlas juntos, como cuando me recomendas canciones que no conozco y aunque no me gusten los géneros, las escucho igual, y me gustan ¡Solo porque sé que te encantan! Es automático, un poco patético, pero cierto.

¿Cómo es posible que cada vez que me llames tenga que tomarme un segundo porqué escuchar tu voz a través del teléfono es mucho para mi? ¿Estaré enfermo? Capaz... Pero no dejes de llamarme.

A veces cuando me despierto pienso si todo lo que vivimos o todo lo que sentís por mi, fue un sueño, algo que no pasó y solo desee que pasara, pero después me giro y estás ahí durmiendo, al lado mío ¿Está bien ser así de feliz? ¿Podemos? No me importa en realidad, mientras estés ahí conmigo.

En fin, Omi, solo quería decirte una y otra vez cuánto te amo y cuánto amaría llevarte atrás en mi bicicleta y presumirte al mundo ¿Me dejas?

La carta se hizo larga y a mí me duele la mano, pero eso no me va a impedirme escribirte mañana también.

Te amo, Kiyoomi.

Atsumu, quien está
perdidamente enamorado.

If I Could Ride I Bike • sakuatsu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora