~Amortentia para chicos~ (Drarry)

~ES RIDÍCULO... PERO EL ME GUSTA~

Era Sábado en el colegio Hogwards de magia y hechicería, había pasado casi una semana desde que Hermione había plantado una duda en la cabeza de Draco, y este todavía no podía sacársela.

"No hablaré con ella... ¿Que pensarían los demás sí me ven hablando con una sangre sucia?"

Se decía cada vez que la veía por los pasillos o que cruzaba miradas con ella por accidente en el gran comedor o en las clases.

Al fin había terminado su tarea y se disponía a salir de la biblioteca para ir a la sala de Slytherin, guardo sus libros, sus plumas y pergaminos y cuando estaba a punto de irse, vio a lo lejos a "la sangre sucia" leyendo un libro, apartada de las demás personas, en un rincón.

-nadie nos verá ahí...- susurro para sí mismo para convencer a su mente de que ir a hablar con ella era una buena idea.

Se acercó a la castaña, asegurándose de que nadie lo viera, y la miró, estaba sentada en una mesa, metida por completo en la lectura, así que el rubio tocó su hombro suavemente y la chica lo miro algo asustada .

-p-pende que eras la bibliotecaria... Me robe un libro de la sección prohibida- dijo al ver que el chico no entendía, al instante ella dejo su libro y trajo una silla de una mesa cerca con un "accio silla".

Draco se sentó y miro a la chica serio al igual que ella-quería hablar contigo sobre... Sobre... S-sobre ... - trató de hablar pero las palabras no le salían, estaba demaciado nervioso por al fin poder concersar con ella sobre si el moreno de verdad podría gustar de él.

-sobre Harry, lo sé, estaba esperando esta conversación, pero quise esperarte, para que te tomarás tu tiempo- sonrío la de cabello enmarañado y Malfoy sintió un peso menos, como si esa sonrisa fuera un gran apoyo.

-¿Que quisiste decir con que tal vez el guste de mí?- preguntó el rubio impaciente y emocionado a los segundos de que la chica habló

-veras... Cuando le pregunté a Harry se veía o olía algo diferente en mí... El dijo que si, me dijo "apestas a Malfoy" , iba a decir que era Amortentia... Pero después de descubrir que a ti te gusta... No se lo dije- explicó balanceando sus pies en la silla.

El chico al escuchar eso se sonrojo un poco, su mente se nublo de pensamientos, que él mismo fue limpiando, para luego quedar uno solo.

"El me huele en su Amortentia"

-o sea que... T-tal vez yo ... ¿L-le gusto?- cuestionó ahora esperanzado y con una sonrisa sutil que apenas se percibía.

-si, tal vez le gustas Malfoy- sonrío Hermione al ver a ese rubio de una manera que nunca había visto.

El chico se desplomó en la silla, suspiró aliviado y sonrió con muchas ganas, miro el techo con su sonrisa boba y luego se percató de que Hermione seguía ahí, se arregló y la miro algo nervioso.

-Sangre su-... G-Granger...- la llamo esta vez procurando no insultarla, cosa que sorprendió a la chica.

-¿Que pasa?- preguntó mirando extrañada al chico rubio, el cual siempre que hablaba con ella era para insultarla por no ser "Sangre limpia".

-¿Podrías... P-podrias... A-ayudarme a... A e-estar con P-Potter...?- pregunto nervioso y sonrojado mirando al suelo, pedirle eso a una sangre sucia era malo para él, para su reputación y para su familia ,pero ella era la mejor amiga de Harry y la única que sabía que al rubio le atraía el de ojos celestes.

-¿Ayudarte?- exclamó incrédula la chica.

-si... Se que soy malo contigo, y que te insulto mucho... Pero de verdad me gusta Potter, y no le quiero hacer nada malo... A-ayudame- dijo el chico despacio y casi suplicante.

La chica lo miro, con sorpresa, pero un poco menos esta vez, ahora lo único que presentía es que debía ayudar a Malfoy, tal vez la haya tratado mal y insultado, pero no podía negar que creía que su mejor amigo sentía lo mismo.

-bien, te ayudaré, pero te aviso... Si le llegas a romper el corazón o a herirlo de una manera lo lamentarás Malfoy- terminó aceptando la chica amenazante, agarrando su varita y poniéndola sobre la mesa, dándole a entender al chico que cosas le podrían pasar.

-bien, prometo no herirlo, yo solo... Quiero amarlo y que el también me ame...- susurro algo atemorizado por la chica.

La castaña solo sonrío y con gusto empezaron a hablar de las cosas que le gustaban a Harry, aunque a veces se desviaban del tema y terminaban hablando de las cosas que les gustaban a ellos y contando anécdotas de sus vidas.

Luego de dos horas charlando , Hermione dijo que tenía que ir a la sala de Griffindor por qué quedó de reunirse con los chicos, la de pelo enmarañado se fue dejando a un rubio platinado sentado en una mesa, pensando en que tal vez esa sangre sucia no era tan mala...

"Me ayudará con Harry... Además, no es tan mala como pensé, es amable y divertida ... Tal vez la juzgué antes de tiempo... Que idiota"

Pensaba el chico con una sonrisa mientras salía de la biblioteca, llegó a la sala de Slytherin y fue a su habitación, la cual compartía con su mejor amigo , Blaise, y otros compañeros más.

-hola Draco, ¿Donde estuviste?, Pansy estuvo moviendo cielo y tierra buscándote- dijo su amigo viendo como el rubio se tiraba a su cama cansado.

-Estaba en la biblioteca... Terminaba mis tareas de Historia de la Magia- respondió el rubio acomodándose en la cama.

-bueno, ¿Que paso además de eso?, Te ves más tranquilo... Como si te hubieran sacado un peso de encima...- dijo su contrario con una sonrisa.

-bueno es que... La tarea era dos metros de pergamino ¿Recuerdas?, Realmente es un peso menos- respondió rápido recibiendo una risita de su amigo seguida de una señal de aceptación con su cabeza, y luego sin decir nada más se marchó.

Draco estaba ahí, pensando en todo lo que había hablado con Hermione, y pensó que tal vez podría dejar de ser tan orgulloso y acercarse a Potter de una buena vez, podrían jugar al Quidditch, a Potter le gusta, tal vez saldría todo bien.

Entre tanto pensar y pensar el tiempo pasó volando y ya era hora de almorzar, fue a el gran comedor, se sentó en la mesa de Slytherin , entre medio de su grupo de fans, y vio como charlaban entre sí, Pansy se aferraba a su brazo derecho y Blaise a su lado izquierdo se reía de eso.

Pero el rubio ignoraba todo eso, era como estar ahí pero sin estar ahí realmente, solo se dedicaba a mirar a la mesa de Griffindor y ver el despeinado cabello de Potter, ver sus sonrisas al hablar con sus amigos y su ceño fruncido cuando algo lo inquietaba o molestaba.

Giró su vista un poco y vio que Hermione lo miraba con una sonrisa pícara, Draco solo agachó su cabeza , rojo de la vergüenza, y miro su plato de comida.

"Si me avergüenza que Granger me atrape viendo a Harry... ¿Que pasara cuando lo invite a jugar Quidditch?"