Black Akuma

Leyendas misteriosas

-Eso da igual veo potencial en ti y me pareces interesante quiero que te unas a nuestro gremio.

En ese momento me quede en un estado de shock, ella seguía mirándome como esperando una respuesta, pasaron unos segundos hasta que mis labios por fin fueron capaces de responder.

- ¿Por qué yo?

-Te lo acabo de decir veo potencial en ti.

-Pero hasta donde yo sé no poseo ningún tipo de magia o poder.

En ese momento ella me miró fijamente y me dijo:

- ¿Acaso son necesarios?

-Bueno...

-Además quedarse en esta taberna no es gratis.

-Lo sé —le dije intentando mirar hacia otro lado.

-Bueno decidido te vienes conmigo.

En ese momento yo mire a Satoshi, que no había soltado palabra desde que aquellos indeseables se fueron, Satoshi al percatarse de mi mirada asintió.

-Bueno en fin supongo que no me queda de otra.

-Parece que por fin lo entiendes —me dijo en un tono algo enérgico.

-Pareces bastante joven —le dije intentando retrasar lo inevitable.

-Oye no me cambies de tema tú te vas a venir conmigo al gremio, pero por si quieres saberlo tengo 19 años ¿Tu?

...

Justo que cuando iba a decirle a Akio que no lo recordaba dije otra cosa totalmente diferente...

-Tengo 17 años.

-Mmmmm interesante podrías acabar como mi aprendiz.

-No te adelantes, hace un momento me peleé con unos hermanos y tú lo único que hiciste fue observarme —dije yo en un tono algo molesto

-Iba a detenerlos, pero justo vi que te acercabas a ellos por su espalda y al no haberte visto antes me picó la curiosidad, bueno en fin hora de irse, vamos

Los dos salimos por la puerta, justo antes de que esta se cerrara me di la vuelta y me despedí de Satoshi el cual me devolvió la despida con un hasta luego.

Una vez fuera me quede sorprendido al ver el pueblo, después de todo era la primera vez que estaba en él, la verdad es que las casas de alrededor eran bastante grandes, aunque no se veía mucha gente paseando por la calle, después de unos segundos mire a mi lado y vi a Akio impaciente:

-Creo que ya has observado bastante esta zona del pueblo —me dijo algo cabreada.

-Lo siento es la primera vez que veo el pueblo como tal, no pude evitar fascinarme un poco —le respondí sabiendo que ella tenía prisa.

-Bueno da igual, venga vamos al gremio

- ¿Por dónde es?

-Siguiendo recto por donde esta aquella panadería.

-Vale

En ese momento yo me adelanté, pero me di cuenta de que Akio no estaba a mi lado caminando.

-¿Akio? ¿En dónde est...? —De repente recibí un golpe en la cabeza y caí desmayado.

Cuando me desperté encontré a Akio mirándome.

- ¿En dónde estoy? — dije algo mareado

-Bien parece que te vas despertando

- ¿Akio?

-Exacto

Intenté moverme, pero fue entonces cuando me di cuenta de que estaba atado a la silla en la que me encontraba.