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La mañana empezó atareada.

Yeonjun apenas había podido dormir. Se tuvo que quedar hasta altas horas de la madrugada haciendo tarea, eso sin contar las otras horas en las que pensaba como hacer que su amigo se fijase en el.

Iba en contratiempo y lo sabia. A duras penas lograría que el portero le permitiera pasar. Y tendría que sufrir la horrible vergüenza de firmar el anotador.

Yeonjun era el típico chico estudioso, con buenas notas. Pero a pesar de esto, tenía muchas chicas e incluso chicos detrás de su culo. Pero ninguno llegaba a algo con Yeonjun por dos obvias razones:

La primera es que Yeonjun gustaba de su amigo, y no le prestaba atención a otras personas ni siquiera para olvidarse de este.

La segunda es que si tan solo le decías a Yeonjun un "hola, bonito." , ya tenías diez amenazas de muerte, un pase directo a la enfermería y una orden de alejamiento, por parte de Soobin. Ya que a este último no le gustaba que se le insinuaran a su amigo, y había que recalcar eso.

Pero no se daba que aquellas acciones solo causaban ilusión en Yeonjun, ilusión que perdía cada vez que el menor se acostaba nuevamente con alguien.

Como se esperaba, logró convencer al portero de que lo dejase pasar. Llego a su salón y gracias a Dios, el maestro aún no estaba presente.

— Buenos días. —Le dijo en casi un susurró a Soobin.

— Buenos días. —Respondió sin alzar la vista de su celular.

El pelirrubio después de pensarlo mucho en la noche, y con unos cuantos consejos por parte de su hermano mayor, Taehyung, para que Soobin lograra fijarse en él aunque fuera solo un poco, era coqueteándole.

Así que esta seria la primera fase de su plan: coquetear. Tímidamente agarro una de las manos que tenia el pelinegro en el celular y la entrelazo con la suya, su corazón se detuvo por un milisegundo y juro sentir una corriente por su espalda. Esto era raro, pero se sentía bien.

Se sorprendió un poco al ver que Soobin nunca le negó el agarre, incluso lo apretó mas. Aunque no es como si el más alto alguna vez le hubiera negado este tipo de contacto, después de todo, era Soobin quien tenía que esforzarse para, mínimo, recibir un abrazo de Yeonjun.

— Tus manos son suaves, me gusta. —Confesó Soobin aún sin levantar la vista de su celular. — ¿Ocurre algo?—Pregunto mirando al mayor.

A Yeonjun se le empezó acelerar el corazón. Nunca había llegado tan lejos, no esperaba que Soobin aceptara siquiera el enlace de manos, así que no sabía que haría después, al igual que tampoco sabía que responder ante la pregunta del menor.

Nunca en su vida había coqueteado.

— ¿Debería ocurrir algo?—Yeonjun hacia un gran esfuerzo por no tartamudear. ¿Qué tan ridículo se estaría viendo ahora con las mejillas sonrojadas?

— Vamos. Desde que nos conocemos son, incluso, pocas la veces que nos hemos abrazado. ¿Por qué de repente me agarras la mano?

— Ah... si no te gusta que lo hiciera sólo me lo hubieras dicho.—Soltó la mano del menor y se cruzó de brazos.

Soobin sólo rio y negó, para retomar el cálido agarre.

— Se siente bien... —Dijo el menor, más para si mismo que para Yeonjun.

Soobin sentía como si estuviera teniendo un Deja vu, tocar la piel de jun era grandioso. Su piel blanquecina era demasiado suave.

—¿Blanquecina?—Pregunto a la nada.

— ¿De qué hablas?

Soobin miro con el ceño fruncido a su mejor amigo, y luego negó diciendo que lo olvidará.

— olvídalo. —le sonrió mostrando sus hoyuelos. — ando un poco distraído últimamente.

— ¿solo un poco?—pregunto divertido el mayor.














No se que ando haciendo con mi vida😔✌

𝐑𝐄𝐂𝐔𝐄𝐑𝐃𝐎 - 𝐬𝐨𝐨𝐣𝐮𝐧. [pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora