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Los años pasaron y con ellos la hermosa apariencia física de Jungkook se hacía cada vez más notable. Siendo el capitán del equipo de fútbol tenía un cuerpo envidiable. Sabía desde pequeño que sus gustos se venían mas inclinados hacía los  hombres, pero eso no era un problema para el, porque al ser tan hermoso no había nadie que no quisiera estar con él.

Con tan sólo 18 años ya había recibido ofertas de empresas de entretenimiento que rechazaba, sólo le gustaba alimentar su ego con ellas. La humildad que poseía cuando era un niño se fue yendo en decadencia, cuando vio que con una sonrisa podía conseguír lo que quería y de quién quería. Incluso se aprovechaba de la gente que lo quería, incluyendo a su primo Jimin.

Al contrario de Jungkook, Jimin no tenía un cuerpo delgado, tenía 8 kilos demás por sobre su peso ideal, pero eso era suficiente para los demás, llamarlo obeso y burlarse de su apariencia. Su piel era sumamente grasosa y era por eso que siempre tenía acné, su cabello lacio era un problema por que no se le acomodada de ninguna manera y a pesar de ser el alumno con mejor calidad vocal, nunca era seleccionado para los solos. También tenía una increible habilidad para el baile que los maestros pasaban por alto o simplemente ignoraban.

Jimin no tenía amigos, pero eso no era lo grave, conforme fue creciendo se fue dado cuenta que lo único que la gente quería era acercarse a su primo a través de él y eso era molesto. Nadie estaba con él porque realmente le cayera bien o algo por el estilo, ademas de que el sabía todo lo que decían a sus espaldas. Constantemente tenía que apretar los puños cuando le decían "Feohyun" para no llorar frente a la gente.

Ya no era tan cercano a su primo como cuando juró que lo defendería de todo, ahora incluso Jungkook participaba en las burlas y bromas que le hacían. Eso le dolía muchísimo.

¿Dónde había quedado el primo que siempre lo cuidaría? En lo único que Jimin era tomado en cuenta era en su increíble cerebro. La escuela lo mandaba a todo tipo de concursos de matemáticas, Ciencias, química, etc. Pero el quería ser tomado en cuenta en cosas artísticas también.

Cuando el salón de ensayos se encontraba vacío, lo convertía en un escenario para cantar. Soñaba despierto con un un gran escenario con gente aplaudiéndole y coreando su nombre. También imaginaba que ahí estaba TaeWoo, su reciente amor platónico y mejor amigo de su primo, aunque sabía que eso era al sumamente imposible.

Faltaba muy poco para su fiesta de graduación y veía como todos ya estaban siendo invitados con preciosas sorpresas, flores, chocolates, cartas, algo a lo que Jimin no podía aspirar por ser feo.

Una tarde, se dirigió a su casillero y vio una pequeña nota en el. Miró hacía los lados creyendo que era una broma ya que la nota decía que lo citaban en el auditorio a la hora del segundo receso. Definitivamente tenía miedo de ir, pero su curiosidad  había podido más llevándolo a presentarse a la cita.

El auditorio estaba vacío cuando llegó, aumentando sus sospechas de que en efecto, había sido una broma, pero viendo estaba a punto de rendirse después de 10 minutos de espera, vio a alguien entrar por la puerta principal. Casi siente su corazón salir del pecho.

—Hola Jimin.

—¿TaeWoo?— preguntó no creyendo lo que sus ojos le mostraban.

Se que podrás estar muy confundido, por el hecho de haberte citado aquí, pero necesito sacar esto antes de mi corazón estalle— el chico dio un largo respiro antes de continuar— Me gustas Jimin. 

Los ojos de Jimin se abrieron con total sorpresa.

Si me he acercado a Jungkook ha sido para conquistarte, pero no creí que ustedes dos no fueran cercanos. Odio lo que te dice, la forma en que te humilla y como te trata, y quiero pedirte perdón por que nunca te he defendido, se que es mi culpa también— tomó sus manos y Jimin sintió volar— ¿Aceptarías mis sentimientos?

Jimin, la perla. © √Donde viven las historias. Descúbrelo ahora