Capítulo 1

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Advertencia: este capítulo contiene lemon.

Los dos entraron a su casa, su habitación estaba ordenada y en sus paredes eran de color rosa pastel y había cuadros de pintores famosos colgando. A ella le gustaba el arte. Él no se fijó en la decoración, más bien estaba ocupado besando a la chica.

Los dos unidos por el beso cayeron en la cama, ella con urgencia lo besaba y empezó a quitarle la ropa comenzando con la camiseta negra que el andaba puesta ese día. Luego siguió su Jean del mismo color que le quedaban ajustados y le hacían lucir un cuerpo escultural. Ella no podía esperar más, quería sentir sus caricias, esas con las que siempre soñó. El besaba su cuello hasta que la ropa de ella le estorbó, por lo que quito su vestido verde esmeralda de un solo movimiento teniendo el cuidado de no romperlo y la dejó cubierta solamente por la lencería nueva de encaje negro que había comprado en su cumpleaños.

Un escalofrió en su espalda le anunciaba que estaba nerviosa pero a la vez deseaba que esto se consumara de una vez por todas. Ella lo deseaba desde la primera vez que lo vio. No pensaba en ninguna otra cosa.

El termino de quitarse la ropa y cuando ella fijo su mirada a su largo y grueso miembro pensó que no lo podría aguantar. El pasó sus dedos por la espalda blanca de ella y sin sentirlo, la despojo de su sostén, comenzó a pellizcar gentilmente sus pezones y cuando estaban duros él los metió a su boca, uno después del otro, dándole mucho placer y haciendo que su espalda se arqueara dejando escapar pequeños gemidos.

Su intimidad se encontraba húmeda por todo el estímulo que estaba recibiendo y tan pronto él se dio cuenta, introdujo uno de sus dedos en su entrada para que produjera más lubricación y así no le produjera dolor tener su virilidad dentro de ella. Ella sintió que su vagina se contraía y fue así como ella alcanzo el primer orgasmo.

Cuando el ya no resistió las ganas de estar dentro de ella, coloco su bien dotado miembro en la entrada de su intimidad y lo introdujo lentamente para que ella se acostumbrara y no sintiera dolor. Una vez lo introdujo por completo empezaron las embestidas. Ella estaba tan feliz que al fin estaba teniendo el mejor sexo de su vida con el hombre de quien ella se había enamorado.

Sonó la alarma, era hora de levantarse e ir a trabajar, Sakura maldijo, otra vez era solo un sueño.

La pelirosa se levantó y se dio una ducha fría para calmar su calentura.

-Ha sido un sueño, solo un sueño… esto es una tortura, ya no lo soporto- dijo para sí y se empezó a vestir, se puso un conjunto de lencería rojo y un vestido negro hasta la rodilla con un escote en la espalda. A ella le gustaba vestirse así, provocativa y sexy para no pasar desapercibida.

Su compañero de trabajo, Sasuke Uchiha sí que la notaba, se fijó en ella desde que empezó a trabajar ahí. Su padre Fugaku Uchiha era un empresario importante y su empresa de automóviles iba en ascenso, por lo que decidió emplear a varias personas, ella era una de ellas. Sakura Haruno era la asistente de Fugaku, ella llevaba su agenda y casi no tenía tiempo libre porque lo acompañaba a todos lados.

Un día Fugaku recibió a un amigo en su oficina y cuando Sakura lo vio, no dejo de pensar en él. Se enamoró de su mirada, de su cuerpo escultural, de su altura y más que nada de su edad. A Sakura le gustaban los hombres mayores, pero no tan mayores.
El amigo de Fugaku se llamaba Kakashi Hatake, el apenas había llegado a la ciudad y decidió ir a visitar a su amigo después de 5 años de no verlo.

Kakashi era un inversionista que pensaba en invertir y comprar acciones de la empresa de Fugaku.

-Que gusto verte amigo, me alegras con tu visita, dime ¿qué haces en la ciudad?- Pregunto el mayor de los Uchiha mientras le ofrecía una silla a su amigo para sentarse y que estuviera más cómodo.

-Pues me entere que tu negocio va en ascenso y quería, si tú estás de acuerdo, invertir en él y comprar algunas acciones.-Respondió el peliplata.

-Haz venido al lugar indicado, por supuesto que quiero hacer negocios contigo, y para celebrar que te unirás a mi equipo te invito a almorzar- Al terminar de hablar llamó a Sakura y esta apareció tocando la puerta de la oficina de su jefe.

-Con permiso, Señor Fugaku, ¿me llamaba?- pregunto la pelirosa entrando a la oficina.

-Sí, Sakura, primero que todo quiero presentarte a mi amigo, él es Kakashi Hatake y los 3 iremos a almorzar hoy, así que quiero que hagas una reservación en un restaurante 5 estrellas.

-Claro señor, en este momento hago la reservación. Mucho gusto señor Hatake, es un placer conocerlo- hablo la pelirosa con un tono alegre y haciendo una reverencia salió de la oficina.

-Fugaku, pero que asistente tan hermosa la que te has conseguido- comentó Hatake con admiración.

-Ya lo creo que si, por esa razón la contrate- vociferó el señor Uchiha orgulloso.

La hora del almuerzo llego y los 3 se dirigieron al restaurante donde Sakura había hecho la reservación. El lugar era elegante, a la entrada había 2 árboles pequeños y alargados con flores rojas y la puerta era de madera con un detalle de vidrio.

Al entrar los condujeron a su mesa que estaba justo a la par de un gran acuario el cual contenía todo tipo de peces de colores, grandes y pequeños. Los amigos se encontraban encantados con el lugar que la pelirosa había escogido. Rápidamente les trajeron el menú y ordenaron el plato sugerido por el mesero que era la especialidad de la casa, acompañado de un vino tinto para hacer un brindis.

-Sakura no esperaba menos de ti, nos has traído a un restaurante esplendido, buen trabajo- habló Fugaku.

-Me alegro que le haya gustado, Señor Uchiha, estoy para servirle. Y espero que también le haya gustado el restaurante al Señor Hatake- exclamó la pelirosa con una sonrisa coqueta hacia el peliplata.

-Heem, si, si claro el restaurante, es elegante, me gusta.- decía Kakashi prestándole menos atención al restaurante y más atención a la asistente de su amigo.

Les llevaron a los 3 sus platos con lo que habían ordenado y luego de haber comido, Fugaku llamo al mesero y este abrió la botella de vino y le sirvió a los comensales.

-Brindo por el regreso y la unión de mi amigo Kakashi a nuestro negocio- todos levantaron sus copas y brindaron.

-Saluuuud!.

Fugaku y Sakura se despidieron de Kakashi, el con un apretón de manos y un medio abrazo y ella con un amigable beso en la mejilla. El peliplata le dio su tarjeta a su amigo para que lo contactara y le dijo que estaría visitando la empresa más seguido.

Sakura se imaginó en una cama debajo del amigo de su jefe siendo poseída salvajemente o tiernamente, eso no importaba, lo que importaba era que fuera con él. Kakashi despertaba algo en la pelirosa y desde ese día ella soñaba con el casi todos los días. La volvía loca.

■▪︎Entre sueños▪︎■ [+18] (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora