my duty >> naruto fanfic

toc-toc

-Nishi-nee, yo puedo hacer mi empaderado solo, no necesito tu ayuda, además estás herida-decía el niño sentado en la encimera de la cocina

-Dejame hacer esto por ti, por favor-dijo Nishinoya, el Gennin la miró y negó con la cabeza

-Acabas de salir del hospital, estas herida, pareces un colador con tantos cortes que tienes-respondió-Yo debería estar haciendo esto

-Oye, no me digas colador-rió la chica-Además, sabes que tu tía es una Shinobi muy fuerte-dijo mostrando el bíceps, que por cierto estaba rodeado de cortes

Aquello no pasó desapercibido por Konohamaru, su tía se veía mal, estaba llena de heridas. Quería que le dejaran de ocultarle cosas, quería saber de qué trataba aquella misión y el por qué su tía había llegado en aquel estado.

Claramente no se iba a guardar aquellas preguntas para si mismo.

-Nishi-nee ¿Quién te hizo esto?-preguntó con una expresión seria-No quiero que me oculten cosas, son la única familia que me queda, los necesito a mi lado

Nishinoya dejó de hacer los emparedados para mirar a su sobrino.

-Voy a contestar tus dudas, pero primero te diré algo que no debes olvidar nunca-la chica al igual que el niño estaba seria-La vida de un Shinobi nunca está a salvo, vivimos para cumplir el deber y si debemos morir, bueno, no queda de otra. Nosotros no tenemos la vida comprada, en cada misión nos jugamos el mañana, así que siempre hay que estar preparados para ver partir a alguien querido-suspiró al ver la tristeza del niño-Pero, si puedo evitar la muerte de un ser querido o mi propia muerte, lo voy a hacer, no quiero ver sufrir al resto como lo hicieron con el funeral de Sandaime Hokage-dijo con una sonrisa, aunque ella no hubiera asistido a aquel funeral imaginarse el sufrimiento que pasó su sobrino no era difícil

Konohamaru estaba orgulloso de su tía, porque en realidad era una de las mejores Kunoichi que había pisado Konoha y esperaba que ella estuviera siempre ahí para cuidar sus pasos.

Pero desgraciadamente, la vida no siempre es como uno la quiere.

-Contestando a tu pregunta, quiero que me escuches, no vayas a gritar ni armar un berrinche-le ordenó, a lo que el niño batió sus pestañas como un niño bueno, la chica rió-Me dieron la misión de infiltrarme en Akatsuki para resguardar la vida de él Kazekage y tu amiguito ese, el que te pervirtio la mente-dijo como si la misión que realizó fuera de lo más normal y sencilla-Y en lo que respecta a mis heridas.. Fue uno de ellos, al tratar de huir, ya sabes, títeres, veneno, plantas salvaje, lo normal-la mandíbula de Konohamaru llegaba al piso

Su sobrino la miraba impresionado y con una sonrisa en el rostro.

-¡Enserio Nishi-nee, eres fantastica!-exclamó alegre el niño, la castaña estaba feliz de que su sobrino emtendiera-Eres una muy buena persona-dijo mientras se acercaba a ella, para luego abrazarla-Pero sé que hay algo más-

El ya no era un niño, eso era lo que ella aún no entendía.

Konohamaru se separó de su tía, la cara de esta había pasado de estar feliz a estar a punto de llorar.

-Lo segundo es que debo irme Konohamaru-pronunció con tristeza-Debo volver a Sunagakure, voy a casarme con el Kazekage-el Gennin ya estaba llorando-Prometo que voy a volver, volveré por ti, prometo entrenarte al volver-decía la chica acariciando su rostro

-Por eso querías hacerme la cena y dormir conmigo ¿Verdad?-preguntó con desánimo, a lo que la chica asintió

Esperaba que la rechazara, que la empujara, que le gritara cuanto la odiaba, pero la reacción que tuvo fue totalmente diferente.