Capitulo 2

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Habían ocurrido algo muy importante para mí como para profundizar en el primer capitulo. Un momento muy especial que jamás olvidaría.

Mí nombre es Estefanía Rodríguez, actualmente tengo dieciocho años, a pocos meses de los diecinueve. Lo se, bastante joven.

Pero estaba convencida de que mi edad no definía la madurez de una persona, que aveces la vida te golpea fuerte, tienes que crecer. Tienes que aprender a dejar las emociones, y que los sentimientos nunca serán un buen GPS.

Me convertí en mayor cuando ví el sufrimiento de alguien que amaba, cuando quise ayudar y me di cuenta lo difícil que era.

Desde los cinco años tomé demasiado en serio mi papel de hermana mayor, cuando conocí a Kayla.

Una niña indefensa, con solo cuatro años, abandonada desde los tres por una familia que al parecer no la quería. Fue abusada y maltratada, antes de llegar al orfanato.

Mí pequeña mente no era capas de comprender a los cinco años lo triste y mucho que ella había sufrido, pero si la ví como una pequeña amiga en ese momento, hasta que fui creciendo, y comencé a ver el mundo real. Fuera del ideal que mi cabeza había creado.
Ví la crueldad de las personas, y por alguna razón mi necesidad de cuidar a Kayla se hizo demasiado grande.

Necesitaba defenderla, cuidarla, ayudarla siempre. La vida ya había sido demasiado cruel con ella, no quería que siguiera.

Mis padres y yo hicimos todo lo posible por adoptarla, por traerla con nosotros, y que ella pudiera tener un hogar. Pero el papeleo era extenso, y los requisitos muy estrictos.

Mi pequeña familia no era de muchos recursos, digamos que siempre teníamos lo justo y necesario, por ende, rechazaron nuestra petición.

En el momento, no comprendí. Solo dolió.
Fue el "no" que mas odie en mi vida.

Aun asi no dejamos de visitar cada dia a Kayla. Le llevaba juguetes, ropa y mis padres intentaban ayudar Siempre al orfanato.

Seguíamos intentando adoptar a Kayla.

Para entonces tenía doce años, y los ingresos de mis padres ya eran mejores, teníamos como mantenerla, Kayla y yo éramos mejores amigas/hermanas.

Compartíamos todo lo que nos pasaba.

Flashback

Estefanía - 12 años.

Estaba muy emocionada, lo recuerdo bien. Faltaba una revisión mas de nuestro hogar, y Kayla ya podría venir a vivir conmigo.

Habíamos planeado  una pijamada de fiesta por la adopción. Mama y yo salimos de compras, yo conocía el estilo de Kay, y era muy al contrario de mi, le gustaba los colores brillantes, pasteles, vestidos, sandalias, blusas, y cosa asi.

Dia de llegada de Kayla:

_Maaaa, ya son las 8:00 AM, el de revisión vendrá enseguida con Kayla.- dije bajando las escaleras rápidamente.

Había despertado con pánico pensado que me dormí y mis padres también.

Estaba em pijamas, con el cabello hecho un desastre mientras gritaba y caminaba hacia la cocina/comedor de mi casa.

Cuando me detuve frente a la entrada, y mis padres estaban ahí, junto al especialista, pero Kayla, no estaba.

De todos modos no fue eso lo que me hizo preocupar, porque podía ser una broma de Kayla, se escondió en algún lugar, estaba jugando, yo que se.

Lo que me inquietó fue las lágrimas de mi madre saliendo de sus ojos hinchados y rojos, también la cara de decepción de papá, abrazando a mamá.

_Mama... Papá... Que...?- hable muy desconfiada.

_Cariño... Lo lamento, pero Kayla... La... La adoptó otra familia... No podemos hacer nada... Lo siento tanto...- hablo mama

Fin flashback

Lo recuerdo, demasiado bien. Allí con solo doce años, sentí como lentamente una daga se clavaba en mi alma, la lección mas dura que aprendí, trayendo el dolor, y la tristeza al no saber como evitar que se intensifique mi decepción, dolor, miedo, angustia, y todo. Mis ilusiones, mis planes, todo se derrumbó con esas palabras.

Un momento en el que se me nublo la mente completamente y odié absolutamente todo.

Odie a las personas que la adoptaron,

Odié a mis padres por no poder traerla conmigo,

Odie al especialista por decirme que ella estaba mejor con la otra familia,

Odie aun mas a mis padres cuando me pedían que no matara al juez por permitirlo

Odie al juez,

Odie a la "justicia",

Odie a Dios, por no hacer nada, por quedarse quieto mientras todo ocurría,

Odie la iglesia por aquel evento donde se recaudó fondos para ayudar al orfanato y conocí a Kayla,

Pero, por sobre todo, me odié a mi misma.

Me odié profundamente por ser tan debil, por ser tan inútil, por no poder hacer nada mas que aceptar que se la llevarían lejos.

Lloré. Desconsoladamente. Lloré. Cada noche antes de su partida.

No podía dormir, por las sesiones de llanto.

Lloré, por impotencia. Y ella, debía estarlo pasando peor.

Todas las noches enfurecida, le reclamaba a Dios porque no hacía nada. Por que me dolía tanto. Abrumada por todo, golpeaba la pared de mi cuarto hasta que mis puños sangraban.

"¿No te parece que la hiciste sufrir suficiente?"

Siempre le decía aquello a Dios... No sabía que mas creer.

Tantas esperanzas aplastadas. Me sentía como si quisiera vomitar, pero era tristeza y decepción, me inundaban. Impotencia y culpa. Solo quería que esto fuese una pesadilla. Un libro que al final tendría un final feliz?.

Estaba confundida, se supone que mi familia hacía las cosas bien, se supone que éramos fieles.

Por qué? Que hicimos mal? Que hice mal?

Es un castigo?

Esos eran todos mis pensamientos en aquel momento, mi mente se había nublado, y no encuontraba ninguna explicación para nada.

Solo veía el dolor, la decepción, mientras me hundía en la tristeza, y la depresión solo me abrazaba.




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⏰ Última actualización: Aug 12, 2020 ⏰

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